Espionaje

Òmnium se querella contra Interior por las infiltraciones policiales en el independentismo

Antich denuncia que son prácticas propias de "regímenes totalitarios" que vulneran derechos fundamentales

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Xavier Antich acompañado de representantes de una quincena de entidades juveniles, este miércoles

BarcelonaÒmnium Cultural ha presentado ante la Audiencia Nacional una querella contra el ministerio del Interior por la política de infiltración en organizaciones juveniles independentistas, de la cual se han denunciado dos casos recientes. Para la entidad que preside Xavier Antich se trata de una vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la intimidad, a la asociación y a la desviación del poder. "Al Estado no le tiembla el pulso a la hora de vulnerar derechos para reprimir el movimiento independentista", ha criticado Antich en un comunicado difundido este lunes, donde considera que el hecho de que la policía se infiltre en organizaciones juveniles democráticas es "más propio de un régimen totalitario que de un estado de derecho".

Por ahora se conocen dos casos de estas infiltraciones por parte de la Policía Nacional: uno exitoso y el otro fracasado. El primero, avanzado por el semanario La Directa, fue un chico que con identidad falsa estuvo dos años formando parte del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), la plataforma por el derecho a la vivienda Resistim al Gòtic y el casal popular Lina Òdena del Eixample. Se hacía llamar Marc Hernàndez Pon, aseguraba ser de Mallorca y estaba matriculado en la Universitat de Barcelona (UB) –que le hizo todos los trámites sin sospechar nada–, pero realmente era un nombre falso, había nacido en Menorca y era Policía Nacional. El segundo caso, publicado por el ARA, es el de Enric Pérez, un estudiante de 24 años, exmilitante de Jovent Republicà –las juventudes de ERC– que documentó cómo lo intentaban captar como confidente para infiltrarse en la organización, negándose en todo momento. No pudo determinar el cuerpo policial que lo quería captar, pero su persona de contacto se hacía pasar por alguien de Seguridad Nacional.

Òmnium ha presentado esta querella después de que hace unas semanas presentara primero un requerimiento administrativo al ministerio en que daba diez días al ministro Fernando Grande-Marlaska para que parara "las prácticas ilegales de infiltración de agentes policiales en movimientos juveniles". Como ha hecho caso omiso, el siguiente paso ha sido oficializar la querella. "Ante este silencio, tan esperado como vergonzoso, pasamos a la vía judicial con esta querella en la Audiencia Nacional para que no quede impune", ha dicho Antich.

El frente político

Estas infiltraciones por parte de cuerpos estatales también han tenido reacciones políticas. Los partidos independentistas en Madrid lo han llevado al Congreso, por ahora sin resultados. El 7 de junio ERC, Junts, el PDECat y la CUP pidieron la comparecencia en la comisión de Interior de la cámara del agente de la Policía Nacional infiltrado en el SEPC. Aparte de Òmnium, también el Govern ha intentado judicializar la cuestión presentando una denuncia ante la Fiscalía de Barcelona por delitos de falsedad documental y usurpación del estado civil. La conselleria de Investigación y Universidades argumentó que "si la justicia demuestra esta infiltración, se habrá producido una vulneración muy grave de derechos". El independentismo considera que, a pesar de que los hechos no estén estrictamente relacionados con el Catalangate, todo ello forma parte de una estrategia del Estado para tener monitorizados a los dirigentes y a las organizaciones de este movimiento político.

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