La promesa de Sánchez para el 12-M: reforzar el autogobierno con Isla como presidente de la Catalunya postamnistía

Sánchez dispara contra el PP por el caso Ayuso: "Su patriotismo termina en sus bolsillos"

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Pedro Sánchez y Salvador Isla

BarcelonaTras la amnistía y con un PSOE con menos poder territorial que nunca, todos los ojos en la Moncloa están puestos en Catalunya cara al 12-M. Para muchos, en las próximas elecciones catalanas se decidirá si la arriesgada apuesta de Pedro Sánchez con las medidas de gracia por superar las consecuencias judiciales del Proceso servirá o no para poner fin a diez años de gobiernos independentistas en Catalunya. Sabiendo todo lo que se juega, y más después de haber dejado caer los presupuestos del Estado del 2024, Sánchez ha entrado hoy en campaña en la clausura del congreso del PSC que ha ratificado a Salvador Illa como primer secretario y candidato en la Generalidad.

"El rencor y la revancha tendrán unas cuantas siglas el 12-M, pero la convivencia y el ir adelante sólo tendrán unas, las del PSC", ha dicho Sánchez en un discurso en el que ha reivindicado el diálogo del gobierno español con Catalunya desde el 2018. Y ya ha puesto sobre la mesa una primera promesa electoral: trabajar para reforzar el autogobierno catalán con Isla al frente de la Generalidad de la Cataluña postamnistía, "unida" pero en plena crisis por la sequía y por los resultados educativos después de la legislatura de la quebradiza. "Desde el gobierno español te ayudaremos a reforzar los servicios públicos", le ha dicho Sánchez al candidato socialista. Compañeros de gabinete durante el 2020, Sánchez ha vuelto a elogiar el talante de "moderación" del ahora jefe de la oposición en Catalunya.

En defensa de la amnistía

A diferencia de Isla, que ha sorteado hablar explícitamente de la amnistía durante el congreso, Sánchez ha querido defenderla ante un auditorio que, según admiten desde el mismo partido, no es especialmente entusiasta (como tampoco eran en el PSOE antes de las elecciones generales). El presidente español ha asegurado que el olvido judicial es una herramienta para alcanzar la "normalización política y la convivencia" en Catalunya y, de rebote, fomentar el crecimiento económico con estabilidad. Es, en definitiva, una medida que favorece a "los ciudadanos de a pie", ha reivindicado, después de que el Congreso lo aprobara esta semana después de unas tortuosas negociaciones con Junts.

Sánchez se ha defendido así de las críticas del PP y Vox de haber concedido un "privilegio" a los líderes independentistas (singularmente, a Carles Puigdemont) a cambio de ser investido presidente. Y, dirigiéndose a los más escépticos entre sus filas, ha advertido de que no habría bastado con dejar pasar el tiempo: "Entre el 2011 y el 2017 el tiempo no curó nada, al contrario, lo agravó todo ", resaltó.

Un escenario diferente

En el 2024, a pocos meses de que la amnistía despliegue sus efectos, el escenario es diferente. Sin embargo, la decisión de Junts de volver a situar a Carles Puigdemont como cabeza de lista y su probable regreso pueden hacer peligrar el enfoque que quieren para la campaña los socialistas, que ya asumen, como también ha dicho Sánchez, que Isla será el candidato a abatir por parte de quienes "sólo miran en el 2017". Se refería al independentismo, pero también a la derecha. Y, fiel a una estrategia que se reveló ganadora en la campaña de las generales (por lo menos en Catalunya), Sánchez ha aprovechado su intervención para cargar duramente contra el PP y Vox: unos apuestan por la ilegalización de los partidos independentistas y otros por un permanente.

No se ha olvidado de la presidenta del PP madrileño, Isabel Díaz Ayuso, y el caso de presunto fraude fiscal que afecta a su pareja. "Ya vemos qué significa la patria para la derecha y la ultraderecha. Su patriotismo acaba en sus bolsillos. No hay nada más antipatriota que defraudar a Hacienda", ha concluido Sánchez, quien les ha pedido "menos lecciones" y más pagar impuestos.

"Unir y servir"

En sintonía con el presidente español, Isla también se ha comprometido a reforzar el autogobierno si llega a la Generalitat, y ha lanzado un nuevo eslogan: "Unir y servir. Esto es lo que significa pasar página", ha dicho, después de que ayer, en su primer discurso tras ser proclamado, se proyectara como lo presidenciable que quiere y puede acabar con el Proceso. Sabe que probablemente no podrá hacerlo solo, por mucho que las encuestas le sonrían, por lo que ya sugiere que afronta la campaña y los pactos postelectorales "sin vetos ni exclusiones".

Invitados

Al congreso del PSC han asistido como invitados dirigentes políticos como Josep Maria Jové (ERC), Josep Rius (Juntos) y Lluís Mijoler (comunes), además de Josep Tutusaus (PP) y miembros de Cs, que asistieron a la inauguración. Isla les ha dado expresamente las gracias y ha asegurado que su presencia en el congreso de los socialistas es el ejemplo de que Catalunya está en un tiempo nuevo de "respeto". Por parte del gobierno español estaban la vicepresidenta María Jesús Montero y los ministros Pilar Alegría y Jordi Hereu. El único barón territorial presente ha sido el valenciano Ximo Puig.

Aparte de la ponencia final, que no se ha hecho pública a la espera de incorporar todas las enmiendas aprobadas en comisión, el congreso ha aprobado una resolución bajo el lema Ahora toca Cataluña que, entre otros, clama contra el "populismo climático" —uno de los reproches que los socialistas hacen a menudo a los comunes ya la CUP, y que recuerda a la pugna que mantienen por el Hard Rock— y defiende el derecho al agua y al vivienda digna. El congreso también aprobó la nueva ejecutiva de Isla con 98% de los votos.

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