Radiografía del paso de Manel Valls por Barcelona
La experiencia catalana del ex primer ministro francés sólo duró dos años
BarcelonaEl 29 de mayo de 2021 el ARA publicó este retrato del paso de Valls por Barcelona con motivo de su adiós.
Vencido a la evidencia, Manuel Valls ha dado por muerta su trayectoria política en España. Su despedida en una entrevista en El Mundo no será el último: todavía debe renunciar definitivamente al acta de concejal barcelonés, algo que hará pronto. Una salida discreta y calculada cuando apenas se cumplen dos años de las elecciones municipales. Se certifica así el fracaso del proyecto que parte. de las élites barcelonesas y varios fontaneros de la política unionista cocinaron con distintos grados de protagonismo durante más de un año. y políticos se fotografiaban con el ex primer ministro francés con la sensación de estar haciendo "algo histórico" -recuerda uno de ellos- ha dado lugar a un adiós desabrigado en el espacio político que nunca terminó de construir. ~ La de Valls en Barcelona ha sido una trayectoria solitaria a pesar de las altísimas expectativas que generó al principio y el gran número de personalidades que se implicaron en el su desembarco en la ciudad, que algunos -él incluido- concebían como la primera piedra de un futuro proyecto político en Cataluña y España. que el proyecto ideado por miembros de Societat Civil Catalana y financiado por varios empresarios unionistas -como destapó el ARA en una investigación- se fue "deshaciendo" incluso antes de el inicio de la campaña.
"Le fueron a buscar", recuerda un miembro de su equipo. "Él pensó que detrás de esto había un apoyo generalizado". Tras el almuerzo con José Rosiñol y Josep Ramon Bosch (de SCC) y el empresario Javier Vega de Seoane (ex presidente del Círculo de Empresarios) en el que se le hizo la propuesta, Valls se reunió con numerosas personalidades del mundo empresarial y político catalán. "Necesitaba apoyos y cobijo mediático", recuerda uno de los que le ayudaron en esta etapa. Uno de los grupos con los que mantenía encuentros lo formaban Fernando Carrera -que formó parte de su equipo de confianza-, Chantal Moll -Universitarios por la Convivencia-, Pere Lluís Huguet (Cs), Joaquim Coll (exvicepresidente de SCC) y Sergio Palomino ( Manifiesto), confirman varias fuentes. Reflexionaban, recuerda una voz, sobre la "posibilidad" de crear una candidatura en base a lo que consideraban la máxima expresión del europeísmo: que un ex primer ministro francés pudiera ser alcalde de Barcelona. Pero cuando se decidió a dar el paso, los apoyos que Valls recibió no fueron todos los que esperaba, y, de hecho, una voz recuerda los "reproches" de Valls a la "tibieza e incluso inhibición de los supuestos" representantes de la burguesía de la ciudad frente a la presión nacionalista y el reto populista".
"Estaba convencido de que aglutinaría una plataforma con varias fuerzas unidas, pero nunca llegó a tenerla", recuerda otra fuente. Valls quería sumar el PSC y el PP, pero solo pudo contar con Cs. "Le dije que era difícil que partidos consolidados renunciaran a sus siglas", rememora el exsocialista Celestino Corbacho, que entró como número tres de la lista. "Hizo un análisis erróneo de la realidad", dice una segunda voz, que lo achaca a un mal asesoramiento de figuras como Vega de Seoane: "Solo porque era catalán y hablaba catalán ya pensaban que debía arrasar, como un sioux en la tribu de los sioux".
La coalición con Cs no fue plácida. Mientras voces cercanas al concejal acusan a Albert Rivera de haber "patrimonializado" la candidatura, fuentes de Cs recuerdan que fue él quien dijo en TVE que valoraba una oferta del partido para presentarse. "Él arrojó el guante y Rivera lo recogió". "A Rivera le pareció un buen candidato, pero no se le acogió lo suficiente", destaca una fuente conocedora. Las tensiones entre ambos líderes fueron inmediatas y, de hecho, algunas voces critican al partido no haber movilizado a las bases en campaña. En paralelo, numerosas fuentes apuntan a que fue precisamente la "derechización" de Cs a raíz del pacto con el PP y el apoyo de Vox en Andalucía el que jugó más en contra de las posibilidades del exministro, que llegó a desmarcarse públicamente de la estrategia de Cs.
"El contexto cambia: no es lo mismo el Cs del 2017 que el Cs tras la moción de censura, con el PSC remontando", considera una fuente Valls, que había reivindicado el legado de Pasqual Maragall -e incluso contó. con su exjefe de gabinete en la alcaldía, Xavier Roig- queda descolocado. "Nada le jugó a favor", apunta una fuente. noche electoral admite que el resultado -seis concejales- no es el esperado. Es en esas horas cuando idea el movimiento que le lleva a la rotura definitiva con Cs -que dejó el grupo de Valls con dos concejales- y Lliures.
"Hacer un Valls"
El movimiento que ideó Valls fue el de apoyar a la líder de los comunes, Ada Colau. Para muchas fuentes, ese gesto, por sí solo, ya dio valor a su paso por Barcelona. Este "mal menor" estaba condicionado a que el PSC estuviera en el gobierno. Jaume Collboni conoció la maniobra desde el primer momento, como admitió el jueves en Ràdio 4. El PSC hizo de puente y diferentes miembros del partido contactaron con el equipo de Colau para pedir que no se precipitaran en la lectura de los resultados. Luego Valls haría pública la oferta. La fotografía de la líder de los comunes con cara de circunstancias aguantando la vara de alcaldesa y con el ex primer ministro francés aplaudiéndola ufano de fondo marcó el inicio explosivo de su paso por el consistorio: logró apartar a ERC del alcaldía, uno de los objetivos básicos de su campaña. En el otro lado, "afianzó el populismo en Barcelona", lamenta el líder de Libres, Antoni Fernàndez Teixidó.
Más allá de este gesto, que algunos han bautizado como "hacer un Valls", poco más. Los primeros meses estuvo ausente: el viaje de boda y la asistencia al homenaje al expresidente francés Jacques Chirac le mantuvieron alejado tanto de los actos de la Mercè como del primer plenario. Valls, que declaró contar con sólo 15.000 euros de patrimonio, ha seguido plenarios desde Menorca, donde quedó confinado cuando se decretó el estado de alarma y también desde París. Y su grupo decidió no participar en la sesión extraordinaria convocada para retirar la Medalla de Oro al rey emérito. La ausencia de los dos concejales de Barcelona por el Cambio, de hecho, fue clave para decantar la balanza a favor de los grupos independentistas y que la medida quedara aprobada por la mínima.
En paralelo, el partido creó en esta etapa, Barcelona por el Cambio, también está abocado a cambios. Parera -que ahora es diputada en el PP- quiere hacerle crecer en Catalunya -como avanzó el ARA- e intentar un acuerdo con los conservadores. Pero con su despedida Valls se desvincula también de este proyecto. Como detalla una voz del empresariado, para aquellos que le apoyaron, el problema es que era "demasiado bueno por ahí" y "no se le ha valorado". Pero esa misma persona remata: "La gente más sensata te dirá que no se lo tomó en serio y que montó todo aquello con una base muy delgada. Tampoco lo trabajó demasiado, la verdad".