Comité federal del PSOE

Sánchez encara el PSOE a las elecciones después de la renovación interna

El presidente del gobierno español saca pecho de la gestión del ejecutivo y esquiva explicar los motivos de los cambios

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El PSOE celebra este sábado su Comité Federal para ratificar los cambios en la ejecutiva.

MADRID"No me veréis ponerme de perfil. Siempre estaremos dando la cara y aportando una solución a cada uno de los problemas, porque así es como gobernamos los socialistas (...). Ahora toca poner una marcha más para todos los retos que quedan por el camino". Así es como Sánchez ha abierto la puerta al calendario electoral frenético que se pone en marcha el año que viene. El presidente del gobierno español ha utilizado su intervención en el comité federal del PSOE, que este sábado tiene que ratificar los cambios internos en la dirección del partido, para encarar a los socialistas hacia las elecciones. En un momento en que las encuestas no les son favorables y arrastrando todavía la resaca agria de las elecciones andaluzas, Sánchez ha sacado pecho por la gestión del ejecutivo español en los últimos años para reafirmarse como la apuesta segura para "proteger la mayoría social ante las adversidades".

"Sin el ERTE no habría 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, sin un gobierno progresista no habría habido un escudo social o un salario mínimo interprofesional", ha presumido Sánchez. Siguiendo el hilo del debate sobre el estado de la nación, Sánchez ha vuelto a escenificar un giro a la izquierda, como le reclamaban tanto sus socios de coalición, Unidas Podemos, como los socios de investidura como ERC y EH Bildu. El presidente del gobierno español no solo ha presentado el partido como aquel que encarna los valores del "feminismo, el ecologismo, la cohesión territorial y el europeísmo", sino que también ha querido dejado claro que, a la hora de escoger, la formación estará "al lado de quienes necesitan auxilio, a pesar de que esto resulte incómodo para los poderosos", ha sostenido Sánchez en medio de los aplausos de los miembros del comité federal. Unas palabras que los socios no han tardado en contestar. Fuentes de Unidas Podemos han valorado "en positivo" el mensaje de Sánchez, pero recuerdan que "los próximos Presupuestos Generales del Estado serán la prueba del cambio de rumbo del gobierno".

Como ejemplo de todo esto, Sánchez ha confirmado la puesta en marcha de los impuestos a las energéticas y la gran banca, que PSOE y Unidas Podemos presentarán la semana que viene a través de una proposición de ley, como ya anticipó ayer la ministra de Economía, Nadia Calviño. Sánchez ha confirmado que a esta proposición de ley también se incorporará el mecanismo a través del cual el gobierno español quiere prohibir que las empresas trasladen a los clientes el coste de los tributos temporales. El presidente español, sin embargo, no solo ha hecho bandera de la justicia fiscal, sino también de la transición verde, que ha ocupado gran parte de su discurso. En este sentido, Sánchez ha reiterado el rechazo del gobierno español al plan de contingencia europeo y ha apuntado que espera "llegar a un acuerdo" con la Comisión Europea.

Pero los dardos no solo han ido hacia los "poderes ocultos que a veces se esconden muy bien pero mienten muy mal", ha espetado Sánchez, sino también hacia la derecha y, en particular el Partido Popular. "Por delante nos encontramos con una oposición aferrada al bloqueo. La misma oposición negacionista de siempre, sin ánimo de ayudar ya no al gobierno de España, sino a España", ha lanzado Sánchez, que si bien ha hecho una pequeña autocrítica apuntando que "no siempre la hemos acertado", ha pedido a los representantes socialistas que "expliquemos a los españoles cómo habría sido [afrontar las crisis] si hubiera gobernado la derecha".

De puntillas por los cambios

El discurso acerca de la hoja de ruta que tiene que seguir el partido de cara a las elecciones municipales y autonómicas, sin embargo, ha acabado dejando en un segundo plano el motivo de fondo del comité federal que se celebra este sábado: la renovación del ejecutivo del partido. Sánchez ha dedicado un breve "gracias por el trabajo hecho" a quienes ahora se apartan, Adriana Lastra, Héctor López y Felipe Sicília, figuras que lo han acompañado en sus momentos más duros, mientras que ha dado la bienvenida a los nuevos pesos pesados: María Jesús Montero, que será la número dos de los socialistas, Patxi López y Pilar Alegría, que ejercerán de portavoces del Congreso y el partido, así como Miquel Iceta o Isabel Rodríguez. "Hay que ir a por todas. Para seguir protegiendo la clase media ante la crisis que estamos sufriendo. Lo tenemos que hacer para que España siga avanzando", les ha pedido Sánchez durante su intervención. El presidente, sin embargo, no ha entrado a detallar los motivos de estos cambios.

Todo ello, no solo es una ratificación de este giro de timón hacia la izquierda que el PSOE quiere potenciar, sino también la idea de aproximar Ferraz, y, por lo tanto, el partido, a la Moncloa. De hecho, los socialistas que ha repescado Sánchez para la renovación del núcleo duro de la formación no solo destacan por su perfil político, sino también porque muchos de ellos tienen ahora mismo un papel como ministros dentro del ejecutivo. Es el caso del titular de Cultura, Miquel Iceta, que además refuerza la influencia del PSC dentro de la dirección, junto a la incorporación de Eva Granados. "Yo creo que el partido socialista sale más fuerte. Yo siempre digo que renovar y sumar merece la pena siempre", ha dicho Iceta a la entrada del comité federal. Al socialista lo ha acompañado Salvador Illa, que también ha apuntado que los cambios en el PSOE permitirán "seguir gobernando y afrontar el ciclo electoral con garantías".

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