El TSJC mantiene las elecciones del 14-F

Anula el decreto del Govern y obliga a celebrar los comicios tal como estaban previstos

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Aleix Moldes
3 min
Un hombre votando con mascarilla  en uno de los colegios electorales de Burela (Lugo).

BarcelonaLos partidos habían empezado la campaña electoral con la incertidumbre de si finalmente se acabaría votando el 14 de febrero. Pero las dudas ya se han acabado. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha dictaminado este viernes que el 14-F sigue vigente después de anular el decreto de suspensión de las elecciones que había hecho el Govern hace dos semanas. Una vez recibido el escrito de la Fiscalía (partidaria de mantener las elecciones), los siete miembros de la sección quinta de la sala contenciosa-administrativa ya se habían comprometido a tomar una decisión definitiva este mismo viernes. La sentencia, según informan fuentes judiciales, se comunicará el lunes. Inicialmente los magistrados se habían marcado el 8 de febrero como plazo, pero han acabado decidiendo antes.

Sobre la mesa tenían, por un lado, los argumentos de la Generalitat favorables al aplazamiento y, por el otro, los de los partidos que impugnan esta decisión. También tenían desde este viernes el posicionamiento de la Fiscalía, que en su escrito se mostraba partidaria de mantener los comicios el 14-F. "La actual situación de pandemia es la misma que había en la fecha de la convocatoria inicial (21 de diciembre). El único hecho nuevo es que ha habido un incremento significativo de los contagios propio de la alta volatilidad de la pandemia, hecho que era notoriamente previsible en el momento en el que se convocaron las elecciones", concluía el ministerio público.

Los argumentos que esgrimía la Fiscalía eran diversos. En primer lugar, recordaba que no hay ningún precepto legal ni en la ley electoral ni en Estatuto que prevea la suspensión de unas elecciones. Aun así, tampoco existía para Galicia y el País Vasco cuando las suspendieron el año pasado también por el efecto de la pandemia. Las diferencias, según recogía el ministerio público en el documento que ha entregado al TSJC, son básicamente dos: en los otros dos ejemplos, la convocatoria electoral no era fruto de un automatismo (el 21 de diciembre se disolvió la legislatura catalana porque no se encontró un sustituto al president inhabilitado, Quim Torra), sino de la potestad de los presidentes autonómicos de convocar elecciones anticipadas. La segunda diferencia es que entonces, recuerda la Fiscalía, el estado de alarma implicaba limitaciones "más estrictas" a la movilidad de las que hay hoy en día.

La inseguridad "jurídica" que crearía el hecho de no saber cuándo se celebrarían las elecciones era otro de los argumentos para oponerse al aplazamiento. La Fiscalía subrayaba que no es posible garantizar que el 30 de mayo se votará porque, si depende de la pandemia, no se sabe si entonces la situación será mejor que la actual. Además, insistían en que la pandemia no llega de nuevo sino que ya era muy presente en diciembre, cuando se puso punto final a la legislatura. Para resolver el tema en el futuro, el ministerio público aboga por reformar la Constitución o las leyes necesarias para prever los mecanismos que hagan posible votar con más seguridad en caso de pandemia o incluir mecanismos para suspender las elecciones.

Los argumentos de la Generalitat

En su recurso, la Generalitat pedía aplazar las elecciones poniendo como ejemplo la situación en los Estados Unidos después de los comicios que dieron la victoria a Joe Biden. "Un día después de las elecciones norteamericanas se produjeron 100.000 nuevos casos de covid-19 en un solo día", recuerda el abogado del Govern, a pesar de que, en principio, los positivos no acostumbran a detectarse hasta algunos días después del contagio. De hecho, dos días antes de la jornada electoral también se habían detectado 100.000 nuevos contagios y desde el 29 de octubre estaban por encima de los 90.000.

Según el escrito de la Generalitat, pues, el caso de los Estados Unidos es un antecedente que demuestra que "existe un riesgo real y no asumible de celebrar las elecciones el 14 de febrero y que quince días más tarde se incrementen exponencialmente los contagios, los ingresos hospitalarios convencionales y de críticos y el número de defunciones". El Govern también alegaba que el "miedo" a los contagios puede hacer que mucha gente se quede en casa y no vote, e incluso alertaba de que "el resultado de las elecciones que pueda implementarse podría no tener suficientes fundamentos para ser legítimo" si por la pandemia no hay suficientes "oportunidades para deliberar y crear una opinión informada" y las candidaturas no tienen "suficientes oportunidades para presentar sus programas y candidatos".

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