Abusos

Condenado el acosador de Paula Bonet: casi tres años y medio en un centro psiquiátrico

La juez considera que el chico tiene un trastorno erotomaníaco y le prohíbe acercarse a la artista durante 10 años

A la derecha, el hombre acusado de amenazar Paula Bonet.

BarcelonaLa justicia considera culpable al acosador del artista Paula Bonet. La sentencia condena a Víctor G.T. por tres delitos diferentes: acoso de manera presencial y también a través de las redes sociales, amenazas de violación, de descuartizamiento y de muerte, y quebrantamiento continuado de medidas cautelares. En la sentencia a la cual ha tenido acceso el ARA, el Juzgado Penal número 10 de Barcelona otorga a Víctor G.T. un eximente por un trastorno delirante de tipo erotomaníaco y, por lo tanto, la condena de casi 3 años y medio la tendrá que cumplir en un centro de internamiento. Se trata de un tiempo máximo, hasta que se considere que el chico esté estabilizado (ya ha iniciado un tratamiento psiquiátrico). Además, la justicia le prohíbe acercarse a Bonet o comunicarse con ella durante un periodo de 10 años. La abogada del artista de Villarreal, Carla Vall, ha destacado en las redes sociales que se ha "hecho justicia" y ha recordado que en la sociedad no ha de haber espacio para la misoginia.

En otro mensaje en las redes, Bonet ha asegurado que hoy "ve la luz" y ha agradecido a su círulo más cercano el apoyo durante todo el tiempo que ha durado el acoso.

La resolución judicial establece tres condenas diferentes, una para cada delito, y en todas establece el eximente por "alteración psíquica". Por los delitos de acoso y amenazas, determina que el joven tendrá que recibir tratamiento en un centro interno durante un máximo de 18 meses y un año y nueve meses, respectivamente. Además, establece 5 años de alejamiento de la víctima por cada uno de los delitos de acoso y amenazas. Por el quebrantamiento reiterado de la orden de alejamiento previa, la justicia lo condena a un régimen de libertad vigilada con tratamiento de un año. Además, tendrá que indemnizar a la artista y escritora con casi 4.000 euros en concepto de daños morales y gastos psicológicos, además de hacerse cargo de las costas del juicio, también las de la acusación particular.

La juez relata cómo después de perseguir a Bonet en actos y presentándose en su taller múltiples veces, cuando estalló la pandemia por covid-19 Víctor G.T. empezó a contactarla por redes sociales con contenido "inconexo, inquietante y perturbador ", un hecho revelador de "su obsesión por ella y su pretensión de mantener algún tipo de relación". Después retomó la persecución física de Bonet y en una ocasión le dejó un sobre con la expresión "el violador" aen el margen inferior. Llamaba al timbre del local del artista y la amenazó con violarla a través de Twitter. "Bonet vio alterada no solo su estabilidad emocional, sino su actividad laboral como la realización de sus talleres y el trabajo con sus alumnas, y anuló algunos acontecimientos públicos", dice el texto. Esto provocó que Bonet tuviera que cambiar de local y sus propios hábitos de desplazamiento. Como la artista evitaba al agresor y no respondía a sus mensajes, lejos de dejar de perseguirla, Víctor G.T. aumentó su presión y la situación se "agravó", hasta el punto que el agresor intentó "colarse en el local" de la pintora.

El agresor no tendrá que entrar en prisión –donde ya había estado 10 meses por saltarse la orden de alejamiento– porque la juez considera, de acuerdo con las periciales aportadas por la defensa, que sufría un trastorno patológico, una enfermedad mental que condicionaba completamente su "voluntad". "Vivía una realidad paralela que invadía su pensamiento y comportamiento, hasta límites irracionales, imposibilitándolo para actuar de acuerdo con una comprensión normal", dice la sentencia. Esta enfermedad "no tiene cuidado" pero se puede tener "controlada" a base a la medicación y tratamiento "oportuno". Víctor G.T. tenía una distorsión que le impedía "discernir" lo que es "real de lo que no lo es", un hecho al cual se tiene que sumar una nula conciencia del problema que provocaba con su actitud. "El acusado no tiene conciencia de su enfermedad, por lo cual difícilmente se someterá a un tratamiento médico ambulatorio", dice el texto para argumentar la necesidad que el condenado sea internado en un centro para tratar su patología.

Las otras víctimas del acosador

El acoso a la artista y escritora de Villarreal no es el primero ni el único de Víctor G.T. El ARA ha hablado con al menos cuatro mujeres más que admiten abiertamente que fueron asediadas por el joven, y dos incluso lo han denunciado. Las chicas describen un comportamiento parecido al que Bonet ha explicado repetidas veces durante estos años y también en el juicio. Las mujeres, la mayoría de las cuales trabajan en el sector cultural, detallan que Víctor G.T. iba presencialmente a sus conciertos o lugares de trabajo y se acercaba cada vez más a ellas hasta establecer una conversación. Paralelamente, las víctimas explican que también establecía contacto con ellas a través de las redes sociales, un espacio que utilizaba para ampliar su acoso.

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