De Enric Granados a Parlament: las seis zonas del Eixample que deberán retirar mesas de terraza
El Ayuntamiento considera saturadas vías como el paseo de Sant Joan y la rambla Catalunya y no consolidará 144 ampliaciones pandémicas
BarcelonaEl gobierno municipal de Barcelona ya advirtió, cuando anunció que consolidaría muchas de las terrazas ampliadas en pandemia, que habría excepciones y que aquellas calles que ya se consideraban saturadas de mesas y sillas tendrían que retirar las que habían ganado de más. En aquel momento, se dio el ejemplo de Enric Granados, donde antes del covid ya había 76 terrazas (331 mesas) y afloraron 38 nuevas o ampliadas (87 mesas) hasta el punto que se convirtió en una calle con tantas terrazas como bloques de vecinos. Hasta ahora, solo se sabía que Enric Granados sería una de estas zonas donde no se permitiría mantener las licencias extra y este viernes el regidor del Eixample, Pau Gonzàlez, ha detallado que habrá hasta seis zonas afectadas en este distrito, que es el que concentra el 30% de locales de restauración de la ciudad: tampoco se mantendrán las mesas extra en la calle Parlament, en la parte baja de la calle Muntaner (a partir de Aragó), en casi todo Aribau (se incluye dentro del ámbito de limitación de Enric Granados, como también un tramo de Provença y uno de Mallorca), en la rambla Catalunya, en el paseo de Sant Joan y en la avenida Gaudí.
En total, 144 locales que habían pedido poder mantener las mesas ganadas y que recibirán un no como respuesta. "Acabada la excepcionalidad de la pandemia, tenemos que volver a poner en solfa el espacio público de la ciudad", ha defendido el regidor del Eixample, que ha considerado que la ciudad hizo un "ejercicio de solidaridad" con los restauradores cediéndoles espacio público y que hay zonas donde esto ha puesto en riesgo el equilibrio de usos y el descanso de los vecinos.
El Ayuntamiento querría que estas mesas y sillas pandémicas que ya tiene claro que no se consolidarán estuvieran fuera en verano, pero admite que el proceso quizás no será sencillo porque es más que previsible que los restauradores afectados se opongan y, por eso, no fija una fecha concreta para tenerlas retiradas. El Gremio de Restauradores ya lamentó, en una entrevista al ARA , que el proceso para consolidar las terrazas avanzaba mucho más lento de lo que querrían y que se estaban encontrando con muchas denegaciones que no se esperaban.
En estas seis zonas sobre las cuales ahora se actúa había también una treintena de locales que habían ganado mesas y sillas durante los dos años de pandemia que ya habían desistido de mantenerlas. Por lo tanto, estos ámbitos habían visto crecer unas 170 terrazas, que son las que ahora tendrán que recuperar el número de mesas prepandemia. La mayoría de las que se tienen que retirar están ahora sobre la acera y son ampliaciones de terrazas ya existentes y no de nueva creación.
Sin New Jerseys el 2023
Este proceso de denegaciones avanza en paralelo a la retirada de los polémicos bloques de hormigón amarillo (las New Jerseys) que sirvieron para proteger las terrazas ganadas en calzada. Desde principios de mayo hasta ahora, se han quitado unas 350 de estas terrazas, una cuarta parte de todas las que se instalaron sobre la calzada. Y continúa el procedimiento para estudiar caso por caso las solicitudes de los restauradores que pidieron consolidar la terraza e instalar el mueble-plataforma homologado. El objetivo, según el regidor del Eixample, es acabar este 2022 con la "acera ordenada" y ya sin ningún bloque de hormigón coloreado. Será, sin duda, una imagen gráfica de la superación de la pandemia en la ciudad: el adiós a la provisionalidad.
Lo que también ha concretado Gonzàlez son los primeros pasos en el plan para hacer frente a los problemas de convivencia con el ruido nocturno y plantear medidas como la de avanzar una hora el cierre de las terrazas: lo primero que se hará es reunir a restauradores y vecinos de la calle Enric Granados, que es una de las once zonas que se consideran tensionadas, para acordar un plan de medidas para aplicar ya este verano. Un plan que se da por hecho que, como ha avanzado el ARA , en algunas zonas irá ligado al acortamiento del horario de las terrazas. Si en el conjunto de la ciudad cierran a las 12 de la noche los laborables y a la 1 de la madrugada las vigilias de festivos, en algunos de estos puntos lo podían hacer a las 23h y las 24h respectivamente.
El plan municipal prevé diseñar soluciones para cada una de las once zonas identificadas como conflictivas, que irán desde este adelanto del horario hasta ayudas para aislar mejor las viviendas o despliegue extra de agentes cívicos y policía para hacer frente a los problemas de convivencia con los botellones. El anuncio coincide en el tiempo con la movilización de vecinos de una veintena de zonas de la ciudad, que el 16 de junio se manifestarán en la plaza Sant Jaume contra el ruido nocturno.