Vía Laietana: por qué se necesitan 21 meses para pavimentar 600 metros
La reurbanización de la calle supondrá trabajar en el subsuelo, trasladar cables y tuberías y reforzar los dos colectores paralelos a los túneles de los trenes
BarcelonaLa paciencia será la mejor consejera para los próximos 21 meses para los que tengan que hacer uso de la Vía Laietana de Barcelona. Las obras de reurbanización para ampliar las aceras y hacer una calle en la que los peatones tendrán la prioridad obligarán a realizar una actuación en el subsuelo de la zona para desviar los suministros de servicios esenciales y, además, reforzar el interior de los dos grandes colectores. Por eso, los trabajos ocuparán toda la acera actual y obligarán a desviar el paso de los peatones unos metros más allá, ya en la calzada, protegidos por las barreras New Jersey. Además, habrá cambios en el tráfico.
"No son solo unos trabajos de piel, es una obra de arreglo de servicios, de una complejidad que hace que no pueda ser una actuación de siete meses", ha explicado el director general de BIMSA, Ricard Font, para justificarlo que la pavimentación y el ajardinamiento de 600 metros no estarán listas hasta junio del 2025. La reforma se llevará a cabo al mismo tiempo aparte Llobregat y Besòs, una vez descartada la opción de hacerla por tramos, lo que habría doblado el tiempo.
A punto de terminar las obras de la primera fase, que va desde Urquinaona hasta la plaza de Antoni Maura, este mes ha comenzado la segunda fase hasta el paseo de Colom, que es la más compleja, porque la Via Laietana coincide con los dos túneles de la línea L4 del metro, los dos colectores de agua que descienden hacia el mar y dos galerías de servicios que conducen los suministros de agua, luz, telefonía y gas. Aprovechando las obras, los técnicos quieren asear todas estas infraestructuras, que son de hace un siglo, para llevar tuberías y cables de servicios a raíz de las viviendas. Sin embargo, primero habrá que hacer sondeos del terreno para identificar la propiedad de cada línea de suministro y garantizar que los planos subterráneos de que se dispone son correctos y así, una vez encienda la maquinaria, no tener sorpresas que hagan interrumpir estos servicios.
En las próximas semanas será el turno de los colectores de agua, situados a ambos lados de los túneles del metro y junto a las fachadas de las viviendas. Las paredes de los túneles y la cubeta inferior quedarán recubiertas con una cerámica que permitirá que, en caso de una bajada repentina de agua, ésta circule más deprisa. Para mantener el servicio de metro en este tramo, así como el tráfico rodado y peatonal, la obra se hará por el sistema de mina, haciendo agujeros desde la superficie para permitir el paso de los operarios. El plazo para esta actuación es de cuatro meses, hasta diciembre, y afectará directamente a la movilidad de los peatones. La buena noticia, según Font, es que la intervención en los colectores "garantiza los próximos 100 años" sin obras de esa magnitud.
La ampliación de las aceras
Al mismo tiempo que se estarán haciendo todos estos trabajos se iniciará la urbanización de los entornos de las plazas de Correos y de Idrissa Diallo. La actuación debería finalizar, según el calendario del Ayuntamiento de Barcelona, en mayo del próximo año. Y como ya se ha hecho con la remodelada plaza de Antoni Maura, algo más arriba de Via Laietana, creará un espacio de interconexión de barrios a ambos lados de la calle y con la Barceloneta. No será hasta diciembre de 2024 cuando, con todos los servicios ya recolocados en su ubicación definitiva, se abordará la urbanización de las aceras y la calzada.
La nueva Via Laietana doblará la anchura de sus aceras hasta tener 4,05 metros a lo largo de toda la calle, sin llegar a los "míticos cinco metros de las del Eixample", apuntó el gerente de Movilidad, Infraestructuras y Servicios Urbanos, Xavier Patón. La transformación se completa con una nueva sección que incluirá un solo carril de bajada, el mantenimiento de dos carriles de bus (uno de bajada compartida con la bicicleta y uno de subida compartida con el tráfico privado), mientras que los ciclistas sí contarán con un carril segregado de subida.
Movilidad
Durante los 21 meses que duren las obras, también se producirán algunos cambios que afectarán a la movilidad de la zona. Para evitar que los problemas de tráfico de los últimos meses se agraven aún más, Patón ha pedido que "se evite la Vía Layetana" todo lo posible y se opte por tomar otras vías alternativas. Los cambios más evidentes para los peatones serán los traslados de los pasos habilitados para atravesar la vía a medida que avancen los trabajos.
Así, también se habilita el doble sentido de circulación de la calle Fusteria en la plaza de Idrissa Diallo, con una nueva señalización que recomienda el paso hacia las calles Consolat de Mar y Fusteria. Para facilitar la fluidez del tráfico, el semáforo de la calle Joaquim Pou se reprogramará para que los vehículos que se incorporen a la Via Laietana no se encuentren peatones. En la parte baja de la calle se habilitará el doble sentido de circulación de la calle Fusteria, para ganar una tercera vía de circulación, y se permitirá el giro a la izquierda en Pla de Palau, para ir desde Marquès de l'Argentera. en el paseo Joan de Borbó.