Vivienda

La vivienda cooperativa reclama los solares para pisos sociales que el Govern tiene parados en Barcelona

Las entidades solicitan también al Ayuntamiento la cesión de otros 19 terrenos para hacer hasta 1.600 viviendas

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Uno de los solares en Poblenou reservados para el Incasòl y que reclaman desde el sector de la vivienda cooperativa

BarcelonaLa polémica decisión del Gobierno de mantener parados los 637 pisos sociales que se habían pactado con el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho mover ficha al sector de la vivienda cooperativa. Ante el bloqueo del convenio firmado entre la Generalitat y el gobierno de Jaume Collboni a principios de año, este sector ha levantado el dedo para reclamar al Ayuntamiento que recupere el plan del anterior gobierno municipal y les ceda a ellos los solares ahora reservados para el Incasol. De esta forma, alegan, se podría agilizar la construcción de vivienda social.

Según ha podido saber el ARA, ya en abril tanto la Red de Economía Solidaria (XES) como la sección de vivienda cooperativa en cesión de uso de la Federación de Cooperativas de Vivienda de Cataluña (Habicoop ) enviaron una carta a la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, y el comisionado de Vivienda del Ayuntamiento, Joan Ramon Riera, en el que mostraban su preocupación por el "retraso en la construcción de vivienda social" en los solares cedidos al Incasòl y por el hecho de que no hubiera todavía una "previsión de inicio de obras". Una inquietud que ha ido a más desde que supieron que por ahora el Gobierno no tenía intención de sacar adelante los pisos.

Tal como explicó el AHORA, aunque el convenio firmado entre la Generalitat y el Ayuntamiento establecía que a mediados de abril debían ponerse en marcha los concursos arquitectónicos, el ejecutivo catalán todavía no los ha convocado ni tiene previsto hacerlo. El argumento, según fuentes oficiales del departamento de Territori, es que no puede hacerse porque cayeron los presupuestos, un extremo que fuentes conocedoras del proceso niegan, ya que el Incasòl tiene recursos suficientes para, como mínimo, salir adelante un concurso cuyo coste es de 1,5 millones de euros. Desde la publicación de la información, el Gobierno no sólo no ha hecho nada por reactivar el proceso sino que cesó la que hasta hace unas semanas era directora del Incasol, Maria Sisternas, para defender internamente que había que sacar adelante los pisos.

Ante este escenario y la emergencia residencial que hay en Barcelona, ​​el sector de la vivienda cooperativa reclama que los solares que ahora se reservan para el Incasòl pasen a ser para ellos y que se pueda acelerar la construcción de vivienda social, ya que desde que se firma el derecho de cesión de suelo hasta que terminan las obras suelen pasar unos cuatro años. De hecho, subrayan que cinco de los solares que forman parte de la primera parte del convenio con la Generalitat debían ser para ellos, porque así lo habían apalabrado con el gobierno de Ada Colau en febrero del 2023, en el marco de la comisión de gobernanza del convenio ESAL. Incluso ya existían "varias cooperativas con interés y capacidad" para sacar adelante los proyectos. Fuentes del Ayuntamiento aseguran, sin embargo, que los solares cedidos al Incasol no estaban formalmente "adjudicados" previamente al convenio con el Incasol.

Els solars identificats pel sector de l'habitatge cooperatiu

En noviembre el nuevo ejecutivo municipal comunicó a las entidades que forman parte del convenio que sólo podrían cederles suelo para 101 viviendas, y no 210, como les había dicho el anterior gobierno en febrero. Además, según explican fuentes del sector de la vivienda cooperativa, tres de los solares que quieren cederles entonces tienen "problemas técnicos", lo que hace que realmente sólo se pudieran hacer 64 viviendas. Sin embargo, hasta el momento estos solares tampoco se han puesto a disposición del convenio ESAL ni se ha dado derecho de superficie a los promotores sociales y cooperativas del sector de la vivienda social para que puedan empezar los trámites para realizar los pisos.

Por todo ello, en la carta de abril enviada a Bonet y Riera, tanto la XES como la sección de vivienda cooperativa en cesión de uso de Habicoop expresaron su "preocupación" por la "significativa reducción" de nueva vivienda social" que se prevé y por "la ralentización" que se está produciendo en el proceso, ya que no se están iniciando nuevas actuaciones. De hecho, más allá de los solares del Incasòl, las entidades firmantes de la carta solicitan al Ayuntamiento que les informe sobre los planes que tienen en otros 19 solares ahora vacíos y donde han calculado que se podrían construir casi 1.600 pisos sociales.

Fuentes municipales remarcan el compromiso del actual gobierno con el convenio ESAL, que enmarcan en el esfuerzo "de ampliar el parque público de vivienda por todas las vías posibles". En cuanto a los 19 solares reclamados más allá de los del Incasol, explican que se está trabajando, porque algunos se encuentran en diferentes estadios de gestión patrimonial que deberían resolverse antes de adquirirlos.

Una campaña para pedir más suelo público

Precisamente este martes se pone en marcha una campaña para reivindicar los logros que ha tenido hasta ahora el convenio ESAL y el hecho de que Ayuntamiento, promotores sociales y cooperativas del sector de la vivienda social hayan ido de la mano en la construcción de vivienda social, lo que ha permitido acelerar su proliferación. Sin embargo, en el manifiesto que acompaña a la campaña, también se lamenta de que hasta ahora sólo se han cumplido el 60% de los compromisos y objetivos del convenio y se reclama "más agilidad" a las administraciones, y acceso a más solares y fincas de titularidad pública para impulsar nuevos proyectos cooperativos en cesión de uso.

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