Catalunya suma hasta julio tantos crímenes machistas como en todo el año pasado

Una entidad critica que la víctima de Sant Vicenç fue a los Mossos cuatro veces y no le aceptaron la denuncia

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Minuto de silencio en Sabadell por el crimen machista que se conoció el 22 de julio.

BarcelonaEn las últimas once semanas seis mujeres han sido asesinadas por su pareja en Catalunya. Desde que acabó el último estado de alarma, los crímenes machistas –hombres que matan a su pareja o ex pareja– han aumentado, y desde principios de este año hasta julio ya se han producido tantos casos como en todo el año pasado. Son ocho los crímenes machistas registrados desde enero, a pesar de que el octavo todavía no sale en las estadísticas oficiales porque no se ha completado la identificación de Antonella, la mujer asesinada en Sant Vicenç de Castellet: el cuerpo estaba totalmente calcinado y se prevé identificarla con ADN, lo cual retrasa los resultados. Además, los Mossos d'Esquadra tienen otra investigación abierta por una mujer que fue asesinada en Sabadell. El cadáver se localizó el martes en un domicilio y tampoco se ha podido completar la identificación por el mal estado del cuerpo.

Víctimas de crímenes machistas en Catalunya

El crimen de Antonella, el viernes de la semana pasada, sucedió el mismo día que otro en Cambrils, en el que perdió la vida Pamela. En este caso, el juez vio “señales de sofoco” en el cadáver. A la espera de la investigación abierta en Sabadell, son ocho las mujeres asesinadas por su pareja o ex pareja este año en Catalunya –los dos primeros crímenes fueron en abril–. La cifra es nefasta y ya iguala el número de crímenes registrados el año pasado, si bien entonces fueron nueve las víctimas porque en uno de los casos el hombre mató a la pareja y a su hija.

La secretaria de Feminismos del Govern, Montserrat Pineda, pide poner no solo el foco en los feminicidios sino en toda la violencia machista, porque “muchas veces no acaba en feminicidios pero sí en tentativas, lesiones o daños a las mujeres”. Pineda también insta a hablar de feminicidios, como recoge la actualización de la ley catalana de violencia machista aprobada a finales del año pasado, que incluye todos los asesinatos y homicidios de mujeres por razón de género. Siguiendo este criterio, el número de víctimas todavía se eleva más en Catalunya porque se suma un noveno crimen en el que un hombre que mató a su madre en Badia del Vallès.

Los Mossos explicaron hace poco, a la Junta de Seguridad de Barcelona, que ha empezado a “aflorar” la violencia machista tapada por el confinamiento. Se sospechaba que se había denunciado menos porque las víctimas tenían que estar encerradas forzosamente en casa, incluso con sus parejas incluso cuando tenían órdenes de alejamiento contra ellas. La recuperación de la libertad de movimiento ha hecho que salgan a la luz casos y también que los agresores tengan menos control sobre ellas, lo cual se piensa que propicia el aumento de la violencia contra las mujeres. Aun así, Pineda apunta que la pandemia continúa después de haber dejado "un cúmulo de mujeres con precarización y pobreza". Recuerda que el hecho de no tener acceso a una vivienda y a un trabajo también afecta a la violencia machista.

La abogada Marisa Fernández, de Dones Juristes, habla de un fenómeno estructural que hay que cambiar con educación y formación. En septiembre, el departamento de Igualdad y Feminismos convocará el grupo de análisis de la Generalitat de feminicidios –con representantes de los Mossos, Justicia, Educación, Salud y la DGAIA– para abordar los crímenes recientes.

El periplo en una comisaría

El grupo feminista Punt Lila de Sant Pere de Terrassa, que había ayudado a Antonella, ha hecho público que los Mossos no aceptaron las denuncias que la mujer quería presentar. Según explican, fue hasta cuatro veces a la comisaría. Mireia C., de esta entidad, concreta que el primer contacto fue el 13 de abril, cuando la acompañaron a la comisaría de Terrassa, donde vivía, y los agentes les respondieron que hacía falta un informe médico para denunciar el maltrato de su pareja. Cuando volvieron al día siguiente con el informe, asegura que no les aceptaron la denuncia porque decían que Antonella no tenía ninguna lesión física. Mireia C. añade que la escena se repitió dos veces más los días siguientes, cuando la mujer quería denunciar que el hombre había cambiado la cerradura de casa y por otra disputa con él. Fuentes de los Mossos dicen que no harán ninguna valoración del caso hasta que se haya completado la identificación de la víctima.

Al final, Mireia C. recuerda que el 21 de abril fueron a la policía municipal de Terrassa, donde pudieron presentar la denuncia por maltrato. Esto derivó en una causa por violencia verbal en el juzgado de violencia contra la mujer de Terrassa. En octubre se hubiera tenido lugar el juicio. Mireia C. critica la atención en la comisaría de los Mossos y lamenta que Antonella no recibió ninguna protección –se rechazó una orden de alejamiento– a pesar de no tener a su familia cerca, que vive en Argentina.

En cuanto a su hija de 20 meses, está en un centro de la DGAIA. La secretaria de Feminismos dice que se está valorando que la niña huérfana vaya a vivir con su familia materna. También garantiza que el Govern asumirá, si hace falta, el gasto del viaje y la repatriación del cuerpo de la madre, además de comprometerse a pagar la indemnización económica por hijos de víctimas de la violencia machista.

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