Una cuarta parte de la fauna de agua dulce está en alto peligro de extinción
El mayor estudio realizado en ríos, lagos y humedales constata una pérdida de especies, sobre todo en la Península Ibérica
BarcelonaEl salmón europeo, la libélula Chlorocypha y la cigala Procambarus orcinus tienen dos cosas en común: habitan en distintos lugares de agua dulce del mundo y todos están en peligro de desaparecer. Son algunos ejemplos de animales amenazados por los efectos de la contaminación por pesticidas, las presas, la agricultura y la introducción de especies invasoras en la naturaleza, según ha constatado el mayor análisis realizado hasta ahora en el mundo de la fauna de las aguas continentales.
El informe realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) –un organismo ecológico de referencia mundial– se ha publicado este miércoles en la revista Nature y se basa en más de 23.000 especies incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas. Sus conclusiones deben entenderse como un toque de atención: ríos, lagos y marismas de todo el mundo están perdiendo vida. Uno de cada cuatro animales está en alto riesgo de extinción y los decápodos –cangrejos o carideos como las gambas– son los más amenazados (30%), seguidos de algunos peces como los esturiones (26%) y de los odonatos (16 %), como los espiademonios.
Los ecosistemas continentales, aunque sólo representan el 1% de la superficie de la Tierra, acogen más del 10% de todas las especies de vertebrados (33%) y la mitad de los peces y proporcionan servicios esenciales como garantizar el ciclo de nutrientes. Sin embargo, hace tiempo que la comunidad científica alerta de que la biodiversidad está en declive, sobre todo de aves, anfibios y mamíferos (y más recientemente de reptiles), pero los ecosistemas de agua dulce son unos de los más afectados y hasta ahora no se habían realizado evaluaciones exhaustivas de los riesgos que sufren. "Hasta ahora, la generación de datos y evaluaciones globales para peces e invertebrados de agua dulce había recibido relativamente poca inversión, voluntad política o atención", aseguran los investigadores.
Todo ello ha hecho que la pérdida de biodiversidad en las aguas dulces sea muy grave. A modo de ejemplo: desde 1970 se ha perdido el 35% de la superficie mundial de humedales y el agua en dos de cada cinco ríos de más de 1.000 kilómetros ya no fluye libremente a lo largo de su longitud. que aísla y hace retroceder la presencia de diversas especies. En el estudio, la península Ibérica aparece como una de las zonas con mayor riqueza de especies acuáticas amenazadas a escala mundial. "Urge actuar rápidamente para hacer frente a las amenazas para evitar nuevas disminuciones y pérdidas de especies", advierte el análisis.
Clima mediterráneo
Entre las especies amenazadas, el estudio subraya que el 54% están afectadas por la contaminación, el 39% por las presas y la extracción de agua, el 37% por el cambio de uso del suelo y los efectos asociados del agricultura, y 28% por la llegada de especies invasoras y nuevas enfermedades. Además, los hábitats de agua dulce a menudo están fragmentados por la sobreexplotación humana, lo que impide que muchas especies viajen y vivan en áreas restringidas. "Urge abordar las amenazas para evitar nuevas disminuciones y pérdidas de especies", afirma la investigadora de la UICN Catherine Sayer.
Miguel Clavero, científico titular del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, subraya en declaraciones a SMC que este estudio pone cifras al "pobre estado de conservación" de la fauna en los ríos, lagos y humedales, pero puntualiza que el porcentaje de alto riesgo de extinción sería aún mayor si se hubieran incluido otras especies amenazadas, como los bivalvos y los moluscos.
El análisis demuestra cómo la pérdida de biodiversidad no se distribuye homogéneamente y afecta mucho más a los ecosistemas de clima mediterráneo. En el Estado, por ejemplo, la fauna de peces de agua dulce es única y considerada la más antigua y endémica de Europa, pero también tiene un elevado número de especies amenazadas, asegura a SMC Ignacio Doadrio, profesor de investigación en el departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). "Esto se debe al aislamiento geográfico que representan los Pirineos y los procesos internos de reordenamiento de cuencas, que han favorecido una notable diversificación de especies a lo largo del tiempo", dice.
En este sentido, para Clavero es muy preocupante que la península Ibérica, siendo un territorio pobre en cuanto al número total de especies, tenga tantas amenazas. "Situaciones que se dan en la gestión de la fauna acuática son impensables con aves o mamíferos. Por ejemplo, la anguila europea (Anguilla anguilla) se sigue explotando comercialmente en toda su área de distribución, incluida España, a pesar de ser una especie en peligro crítico de extinción; un escenario inconcebible para el visón europeo", alerta.