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Se busca intérprete de lengua de signos catalana

La UPF estrena un curso propio de traducción e interpretación para especializarse en esta disciplina

Un interpret de lengua de signos en una obra del Teatre Lliure
23/09/2024
4 min

BarcelonaSeguramente, cuando a un catalán le piden pensar en Navidad, la primera imagen que le viene a la cabeza no será una zambomba, como sí podría ocurrir en otros puntos del Estado. Si pensamos en un tomate, no sería de extrañar que un catalán relacionara esta fruta con el pan con tomate, pero difícilmente alguien de fuera de Catalunya haría esta asociación. Estas dos situaciones cotidianas son un ejemplo de hasta qué punto es necesaria la Lengua de Signos Catalana (LSC). "Las lenguas de signos se han formado de forma espontánea y natural, nadie las ha inventado y, por tanto, los signos de cada lengua se han creado en función de la cultura y las costumbres de la persona sorda que necesita comunicarse ", detalla Gemma Barberà, investigadora del Laboratorio de Lengua de Signos Catalana de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

Es por este arraigo cultural que en lengua de signos catalana el gesto por decir tomate consiste en hacer el movimiento de fregar el tomate con el pan. En cambio, en castellano se levanta el puño y moviéndolo junto a la cara. Lo mismo ocurre con Navidad: en lengua de signos española se representa simulando tocar la zambomba y, en cambio, en catalán se hace colocando las manos en una forma que se asimila al pavo porque muchas familias comen el 25 de diciembre.

Pese a estas diferencias, Barberà admite que, como ocurre con la lengua oral, entre la lengua de signos castellana y la catalana "hay mucha inteligibilidad mutua". "Puedes entender un discurso en lengua de signos española, porque hay signos que son similares, pero, sin embargo, el léxico gordo hace que sean lenguas diferentes", razona. Quizás por este motivo, hasta hace pocos años en Cataluña no existía una sensación generalizada de que la lengua de signos en catalán fuera necesaria e incluso los estudiantes de traducción e interpretación no optaban por especializarse en LSC porque no lo veían como una futura salida laboral. Sin embargo, en los últimos años esta sensación ha cambiado por completo.

En 2010 el Parlament aprobó por unanimidad la Ley de la lengua de signos catalana y en los últimos años la traducción a la lengua de signos en Cataluña no ha parado de crecer. Desde hace tiempo las hay en las transmisiones del pleno del Parlament y en los Telenotícies de TV3, pero en los últimos años también se ha aplicado al servicio de Emergencias Médicas 061, donde ahora puedes hacer una videollamada en la que te atienden intérpretes de lengua de signos. Más allá de las instituciones y los servicios, cada vez hay más fiestas mayores en las que el pregón se hace simultáneamente en LSC, y en grupos de música como Ropa Estesa o El Pot Petit hay un intérprete de lengua de signos que forma parte del conjunto y que traduce las canciones en directo al concierto. Sin olvidar uno de los sectores que más necesita estos especialistas: el educativo. Hace años que Educació admite tener limitaciones para poder ofrecer centros con enseñanza bilingüe LSC (que combine el catalán oral y de signos) y la incorporación al sistema educativo de docentes competentes en la lengua de signos llega con cuentagotas.

20 futuros especialistas

Este auge de necesidades no ha ido acompañado de un aumento de especialistas de LSC y, por ese motivo, desde este miércoles la UPF ha abierto una inédita titulación universitaria sobre lengua de signos catalana. Según ha podido saber el ARA, no será un grado universitario, sino que será un curso de estudio propio para graduados o licenciados en traducción e interpretación, lenguas aplicadas, lingüística o filología a quienes les falta esta especialidad porque no la eligieron durante la carrera.

"Todos nuestros graduados que han realizado el itinerario de interpretación en lengua de signos han podido trabajar desde el primer momento. Pero ahora que el gobierno está apostando por la LSC y, probablemente, cada vez más actos públicos tendrán uno intérprete de lengua de signos de forma habitual, serán necesarios más profesionales que puedan hacer esto", explica la decana de la Facultad de Traducción y Ciencias del Lenguaje de la UPF, Carme Bach.

Barberà, que es la directora de formación de esta nueva titulación de la UPF, explica que, de hecho, en los últimos años se han encontrado graduados recientes que les pedían una forma de hacer esta especialidad. También muy licenciados que realizaron la carrera cuando la formación en lengua de signos no era reglada y sólo se podía aprender acudiendo a una asociación de sordos.

El curso tendrá una duración de tres años, pero con una carga lectiva muy suave (58 créditos), ya que "convivirá" con la formación en LSC que ya está integrada en los estudios de grado de la Facultad de Traducción y Ciencias del Lenguaje de la UPF. En total, entre los estudios de grado y la nueva titulación de la UPF, se calcula que una veintena de personas se especializarán próximamente en LSC.

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