Educación

Los estudiantes de ESO de España dan 30 días más de clase que la media europea

Todavía hay un 35% de españoles que deja sus estudios antes de terminar la ESO, según el último informe de la OCDE

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Alumnos del instituto Narcís Monturiol de Barcelona haciendo la prueba de matemáticas

BarcelonaEspaña es uno de los países de la Unión Europea donde los estudiantes pasan más horas en el instituto. Así lo concluye el último informe educativo publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que cifra en 1.057 las horas de clase que realizan los alumnos españoles de la primera etapa de educación secundaria (de primero a cuarto de la ESO). Según los datos del informe Education at glance 2023, la cantidad de horas lectivas que reciben los estudiantes del Estado es muy superior a la media de la Unión Europea: concretamente, los alumnos españoles dan 181 horas más de clase que sus compañeros de otros países europeos.

De hecho, los centros de secundaria en España cumplen 57 horas más que los de los Países Bajos, 67 horas más que los italianos, 89 más que los franceses y hasta 249 horas más que los de Finlandia, un país referente a nivel educativo. Si traducimos esta diferencia de horas en días lectivos, poniendo de referencia a Cataluña, donde de media la jornada intensiva en los institutos públicos es de unas seis horas diarias, vemos como los alumnos españoles dan 30 días más de clase que la media europea, y hasta 41 días más que en Finlandia. "Ser los que más horas de clase hacen al año no es una buena noticia. No por el tiempo que los alumnos pasan en el instituto en sí, sino por los resultados. Si se hacen las cosas bien hechas, más horas en el aula deberían implicar muchas mejoras y es evidente que esto no está ocurriendo", lamenta el catedrático emérito de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Barcelona, Cèsar Coll.

Aunque el informe de la OCDE no especifica los motivos de las diferencias educativas entre países, la diferencia horaria de los institutos españoles no puede atribuirse a la situación geográfica, ya que tanto Francia como Portugal hacen bastantes horas menos de clase en secundaria que España. Concretamente, los alumnos portugueses realizan 818 horas lectivas en secundaria, que son 239 horas menos al año que las que realizan los españoles. En este sentido, Coll sí lanza una hipótesis sobre los motivos de esta diferencia de horas entre España y otros países: "Hay que tener en cuenta qué se considera hora lectiva y qué no. En países como Finlandia pueden tener menos horas lectivas formales porque poseen un gran tejido asociativo que desarrolla actividades conjuntamente con los centros de educación formal”.

El catedrático explica que es en estas horas educativas no reguladas formalmente donde está la diferencia. "Los jóvenes no están aprendiendo en el instituto o en la escuela en ese momento, pero sí lo están haciendo en centros culturales, bibliotecas y asociaciones comunitarias", dice. E insiste: "En los países como España donde no existe ese tejido asociativo, es la escuela la que debe suplir estas horas educativas. Es un problema que debe preocuparnos como sociedad, no sólo dentro del ámbito educativo".

Sin embargo, Coll también destaca l hecho de que hay lugares donde se están dando pasos adelante para mejorar este escenario. "Un ejemplo inédito es el de Catalunya, donde la idea de la educación 360 que va más allá del currículo escolar se está empezando a implantar en algunos centros que desarrollan proyectos educativos implicando a entidades de su entorno", asegura.

España no solo se sitúa en la parte superior del ranking de horas de clase en los institutos respecto al resto de países de la Unión Europea, sino también de los miembros de la OCDE, sólo superada por dos países: Chile, con 1.066 horas anuales, y Colombia con 1.200. En cambio, los alumnos de Estados Unidos dan 34 horas menos de clase en el instituto que los españoles y los japoneses hacen 167 menos. La mayor diferencia la encontramos con los alumnos brasileños, que son los que menos horas lectivas de secundaria tienen, 800 horas anuales.

La diferencia en la cifra de horas lectivas de secundaria en España no se refleja por igual en la etapa de primaria. Los alumnos españoles realizan 792 horas lectivas al año, s0lo 54 horas más que la media europea y 13 más que la media de los países que forman la OCDE. En esta etapa educativa los alumnos españoles dan bastantes menos horas de clase que los de los Países Bajos (940), Italia (904), Francia (864) y Portugal (874). En cambio, el número de horas que hacen los niños en las escuelas del Estado es similar a las que hacen en Noruega (753) y en Japón (778) y es superior a la de países como Finlandia, donde los alumnos de primaria hacen 660 horas de clase al año.

Uno de cada cuatro jóvenes no termina la ESO

España sigue destacando en el ámbito del abandono escolar. Según los últimos datos recogidos por la OCDE, un 35% de la población adulta (entre 25 y 64 años) no ha terminado la ESO, un porcentaje que se sitúa en el 19,8% en el conjunto de países de la OCDE y en el 16,6% en la Unión Europea. Pese a los todavía malos resultados de España, la tendencia en los últimos años ha sido positiva, dado que hace 10 años había un 45,3% de población adulta en esta situación. Este decrecimiento también se ve si nos centramos en el porcentaje de personas jóvenes que carecen de la ESO. Un 26,5% de los españoles que tienen entre 25 y 34 años ha dejado los estudios sin terminar los estudios secundarios obligatorios, una proporción que en 2015 subía hasta el 34,4% en esta franja de edad.

Aunque no quitar importancia a la gravedad de esta situación, Coll insiste en valorar positivamente estos datos, ya que "la evolución, a pesar de ser lenta, está siendo buena y las cosas están cambiando". En cuanto a los motivos de este abandono, Coll no le relaciona con el número de horas de clase sino con que "en los institutos se siguen enseñando cosas que no interesan a los jóvenes". Un problema que, según el experto en educación, no sólo afecta a quienes abandonan los estudios: "Muchos jóvenes que no fracasan lo hacen por disciplina y por obligación, pero no porque les resulte entusiasmando lo que les están explicando. Por eso cuando les preguntas «¿qué tal el instituto?», sólo te responden «bueno, bueno...»".

Para Coll, un inicio de solución ante esta falta de interés se encuentra en los nuevos currículos, que son más competenciales y menos memorísticos. "Creo que es un paso en la buena dirección porque el enfoque competencial favorece el vínculo entre lo que aprenden en el aula y el exterior", asegura, pero advierte: "Debemos tener en cuenta que esto no cambiará de hoy para mañana".

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