Se llamaba Juan y tenía 49 años: muere un sinhogar habitual en el barrio de Gràcia
El hombre dormía en los bajos de un banco donde ahora se le recuerda con una vela

BarcelonaUn cartón, unas mantas blancas y una vela apagada por el viento y la lluvia continúan frente a una oficina bancaria del centro de Barcelona, ubicada justo en el cruce entre la Vía Augusta y la Travessera de Gràcia. Hasta este miércoles descansaba cada día Juan, un sinhogar. Tenía 49 años y hacía unos cuantos, según personas que le conocían, que dormía en la calle. Según ha podido saber el ARA, Juan murió el miércoles por la tarde en estos bajos cubiertos. La causa de la muerte fue un paro cardiorrespiratorio, y fuentes conocedoras de su situación apuntan a que estaba delicado de salud, sobre todo del sistema respiratorio. Era un día de frío y lluvias en Barcelona.
Algunas personas que le conocían cuentan que era un hombre tranquilo, que no pedía: "Solo agradecía que le dieran". Era muy conocido en el barrio de Gràcia, y eso hacía que varios vecinos se acercaran regularmente para darle de comer o café caliente. Este miércoles al mediodía, según fuentes del barrio, ya avisó a algún peatón de que no se acababa de encontrar del todo bien. Al rato le visitó un hombre que lo hacía regularmente, pero fue demasiado tarde. A los pocos minutos, los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana de Barcelona y efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se acercaron hasta el lugar de los hechos y certificaron la muerte de Juan. Apartaron las mantas blancas y lo cubrieron con una manta térmica.
Juan recibía seguimiento del equipo callejero de la Fundación Arrels, según fuentes de la entidad. También había ido en alguna ocasión al centro abierto para poder ducharse. A Arrels le conocieron en el 2021. Personas que le conocían cuentan que todo se complicó y acabó en la calle cuando murió su madre.
El Ayuntamiento de Barcelona lamenta "profundamente" su traspaso. Juan fue atendido por varios servicios sociales entre el 2022 y el 2024. Durante este tiempo, según fuentes municipales, estuvo vinculado a distintos planes de mejora y se le tramitaron algunas prestaciones. También fue usuario de los servicios de atención diurna para personas sin hogar como espacio de alimentación e higiene personal. Las mismas fuentes informan que el pasado mes de octubre fue atendido por última vez por el Servicio de Atención Social al Sinhogarismo en el Espacio Público.
Medio millar de muertos en una década
La esperanza de vida del colectivo de personas sin hogar es treinta años inferior a la de la ciudad de Barcelona. En la última década, medio millar de sinhogar han muerto en las calles de Barcelona. Ahora, en el espacio donde solía dormir Juan sólo quedan el cartón y las mantas que utilizaba, y una vela que ha dejado a alguna persona que le conocía para guardarlo en el recuerdo.