La Fiscalía retira la acusación contra Ángel Hernández por ayudar a morir a su mujer

BarcelonaLa nueva ley de regulación de la eutanasia, aprobada el pasado viernes, ya ha tenido la primera aplicación práctica en los tribunales. La Fiscalía ha retirado la acusación contra Ángel Hernández, el hombre para quien pedía medio año de prisión por ayudar a morir a su mujer, enferma durante tres décadas de esclerosis múltiple, en 2019. Su caso era especialmente criticado por las entidades que defienden el derecho a morir dignamente porque el ministerio público equiparaba su acción a la violencia machista.

En un comunicado, la Fiscalía General del Estado ha explicado que ha decidido aplicar la nueva ley de manera retroactiva en el caso de Hernández. Con esta nueva legislación en la mano, el ministerio público considera ahora que la acción de Hernández cumple con los requisitos que establece la norma para que los pacientes que han expresado libremente su voluntad de morir puedan tener la ayuda de un profesional médico o un familiar para dar este paso. "La aprobación de la ley ha supuesto el reconocimiento legal del derecho a poner fin a la vida en situaciones de sufrimiento grave, crónico e imposibilitante, o de enfermedad grave e incurable, y ha pasado a proteger legalmente un derecho que antes no tenía cobertura legal", admite la Fiscalía en su comunicado.

De hecho, la nueva ley no solo ampara a los pacientes a la hora de decidir morir, sino que también da cobertura legal a sus familiares o a las personas que los puedan ayudar. Según las entidades, este hecho había llevado a muchos enfermos a morir en soledad, como por ejemplo Antonio Arrabal, enfermo de ELA que grabó su "muerte en clandestinidad" en 2017 para que nadie llevara ante la justicia a su familia.

Exculpar otros casos

Hasta ahora la Fiscalía acusaba a estas personas de un delito de cooperación al suicidio. La Fiscalía también asegura en su comunicado que a partir de ahora "valorará" si la nueva ley se puede aplicar en otros casos del pasado que se han judicializado y que ahora tendrían cobertura legal.

Uno de los primeros casos que provocó el debate que ha acabado con la despenalización de la eutanasia es el del escritor gallego tetrapléjico Ramón Sampedro, que después fue llevado al cine. En octubre de 1995 el juzgado denegó su petición para contar con ayuda para morir recordando que la persona que se prestara podía ser condenada a entre dos y diez años de prisión. El 12 de enero de 1998 Sampedro se suicidó con la ayuda de una persona anónima.