Tribunales

Indemnizado por un accidente de moto ocurrido el mismo día en que el fabricante avisaba de que el vehículo era defectuoso

Un juzgado de El Prat rechaza que el siniestro se produjera por descuido, como apuntan los Mossos, y lo atribuye a un error de los frenos

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Aparador de una tienda de la marca taiwanesa en Barcelona

Barcelona¿Azar o causa-efecto? Un juzgado de El Prat de Llobregat ha dado la razón al conductor de una moto que tuvo un accidente de tráfico grave el mismo día en que la marca del vehículo alertaba de un defecto de fabricación en los frenos. La sentencia condena en primera instancia a la empresa fabricante, la taiwanesa Kymco, a indemnizar al hombre con 23.190 euros, pero casi con toda seguridad la compañía recorrerá ante la Audiencia de Barcelona.

Los hechos se remontan al 12 de diciembre de 2017, cuando Víctor M.R., de 69 años y vecino de El Prat, salió de la vía cuando conducía su Kymko Gran Dink por la carretera del Garraf (la C-31 a la altura de Sitges), sin que se viera involucrado en el accidente ningún otro vehículo. El hombre recuerda que iba por una recta cuando sintió un ruido y la moto le empezó a culear. Cuando intentó accionar el freno salió disparado, chocó contra la tapa de una cloaca y quedó extendido en el suelo.

Precisamente aquel mismo día la marca taiwanesa envió una comunicación al ministerio de Industria y a la Dirección general de tráfico (DGT) avisando que había detectado un defecto de fábrica en la pinza del freno de este modelo y pedía a todos los propietarios que pasaran por los talleres para que les repararan gratis la avería. Se calcula que en España hay 6.500 motocicletas afectadas, de las cuales el 88% ya han sido reparadas, según Kymco.

A Víctor M.R. el aviso le llegó cuando ya había salido del hospital y empezaba los más de seis meses que estuvo convaleciente a consecuencia de las graves heridas que sufrió en las piernas, las costillas y el bazo. En el atestado, los Mossos d'Esquadra atribuyeron el siniestro a una distracción o a la somnolencia del conductor. Pero él no estuvo de acuerdo y decidió recorrer por la vía civil. El abogado Álvaro Machado, del despacho Vosseler Abogados, se queja que la policía obviara los 23 metros de marcas de rozamiento que quedaron en la calzada y que, a su parecer, demuestran que su cliente estuvo presionando la pinza del freno sin ningún resultado.

La versión del fabricante

Para el fabricante taiwanés, la juez se ha dejado llevar por la coincidencia del accidente y el aviso del defecto, y se queja que no se permitió atestiguar por videoconferencia al ingeniero técnico responsable del diseño de la motocicleta, que no se pudo desplazar a Catalunya desde Taiwán debido a la pandemia y que podría haber defendido que las circunstancias del accidente no se ajustan a las condiciones en que el freno fallaba, explica al ARA el director general de Kymco España, Carlos Wang.

La compañía admite que se detectó un defecto de fabricación en dos modelos nuevos, pero Wang explica que la moto solo falla si durante 10 minutos se circula a una velocidad continua de 100 kilómetros por hora. Debido a las curvas y la orografía del terreno, el fabricante sostiene que es imposible que Víctor M.R. mantuviera esta velocidad por la C-31. En cambio, Machado insiste en que se ha demostrado que las pinzas del freno se "encallaron" y no tenían suficiente fuerza para parar el vehículo.

Así, la magistrada ha hecho suyas las tesis de la acusación y de un perito que había reconstruido el siniestro para sacar el intríngulis. Según este especialista, la causa más probable del accidente es que el conductor no pudo activar el freno en plena recta porque sencillamente estaba estropeado.

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