Luz verde del Congreso para dar el título de bachillerato sin límite de asignaturas suspensas

El departamento de Educación prepara la normativa propia, que flexibilizará la evaluación

L.v.
3 min
Alumnes de batxillerat fent la selectivitat

BarcelonaEl Congreso dio luz verde este jueves al plan del ministerio de Educación para modificar la evaluación, la promoción y la titulación en primaria, ESO y bachillerato, con el objetivo de adaptarse al impacto académico de la pandemia. El argumento es que como no habrá tiempo para estudiar todo el currículum, es necesario flexibilizar la evaluación en todas las etapas. A nivel práctico, esto significa que ahora las comunidades autónomas pueden decidir que los alumnos pasen de curso y obtengan el título de ESO y bachillerato sin un límite de materias suspendidas.

En concreto, el artículo 6 del decreto ley aprobado (187 votos a favor del PSOE, Unidas Podemos, el PNB, el PDECat y ERC, 154 en contra del PP, Cs, Vox y UPN y 7 abstenciones) deja claro que la decisión de titular a un alumno "se adoptará garantizando la adquisición de los objetivos generales de la etapa de forma que permitan al alumno continuar con su itinerario académico y, en consecuencia, [y aquí viene la frase controvertida] no quedará supeditada la no existencia de materias sin superar por el acceso a las dos titulaciones". La ministra de Educación, Isabel Celaá, afirmó, sin embargo, que es "sencillamente falso" que se pueda titular en secundaria y bachillerato con suspensos, puesto que se necesitará que se garantice que el alumno ha conseguido los objetivos generales de la etapa. Celaá aseguró que la reforma no comportará un esfuerzo menor y que será el equipo docente "de manera colegiada " quien decidirá si se han conseguido estos objetivos.

Ya se puede obtener la ESO con una, dos o tres asignaturas suspensas

Ahora mismo, la normativa catalana establece que el equipo docente puede decidir por mayoría simple que un alumno obtenga el título de la ESO "con una o dos o, excepcionalmente, tres materias no superadas". En bachillerato la cosa es algo diferente. Si bien es cierto que el alumno puede pasar de 1º a 2º con un máximo de 2 materias suspendidas, que en todo caso tendrá que recuperar (ya sea repitiéndolas o repitiendo todo el curso de 1º), no se puede expedir el título de bachillerato si hay una asignatura suspendida.

Fuentes de la consejería de Educación catalana han explicado que están preparando su normativa propia, pero han avanzado que la regulación que harán irá en la línea de lo que ha aprobado el Congreso porque siempre han pedido esta flexibilización de la evaluación para hacer frente a la pandemia.

Precisamente el curso pasado se detectó un aumento de once puntos del número de estudiantes de bachillerato que han superado la etapa. Si el curso 2018-2019 aprobaron 31.853 estudiantes (el 72,69% de los que cursaban segundo), el curso 2019-2020 –el curso interrumpido por la pandemia– lo hicieron 37.023 (un 83,25%). Los estudiantes se beneficiaron, pues, de las órdenes del departamento de Educación, que aseguró que ningún alumno suspendería por lo que ha pasado a partir del 12 de marzo, cuando se cerraron todos los centros educativos a raíz de la pandemia. Ya entonces, varias voces de la comunidad educativa alertaron de que solo con el crecimiento de la tasa de aprobados no se puede concluir que mejore el rendimiento académico y baje el fracaso escolar.

Uno de los otros puntos polémicos del plan de Celaá es el que permite que, de manera excepcional, las comunidades contraten a profesores de ESO sin el máster habilitante. En Catalunya ya hace tiempo que se ha tenido que tomar esta medida ante la falta de profesores en algunas especialidades, como catalán, castellano o matemáticas. La Generalitat aprobó en 2018 una resolución que abría la bolsa de interinos para los estudiantes con título oficial de máster de formación de profesorado y también para los que se comprometan a sacárselo antes del inicio del curso 2021-2022. Es decir, para ser profesor de ESO no había que tener el máster habilitante, que es obligatorio desde 2009 en sustitución del llamado certificado de aptitud pedagógica (CAP), sino que había suficiente con adquirir el compromiso de sacárselo en tres años.

A pesar de que la consejería de Educación ya dijo que solo lo utilizará como última opción y siempre que estén matriculados en el máster, como "medida extrema" si no hay más opciones, el ARA ha comprobado que ya hay profesores de ESO dando clase en los institutos que todavía no tienen el máster necesario.

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