Durante la presentación de la nueva oficina técnica para coordinar las obras, el presidente de Adif, Luis Pedro Marco de la Peña, ha tenido la oportunidad de dirigirse a los pasajeros de Cercanías. Ha reconocido que existe "margen de mejora" y ha recordado que sólo en 2024 se han invertido 607 millones de euros en Cercanías, aunque esta inversión debe ir acompañada de otras medidas que permitan a los usuarios percibir las mejoras. "Pedimos disculpas y paciencia. Sabemos que las obras ferroviarias son complejas y lentas, ya veces no impactan directamente en los tiempos de viaje, sino en cuestiones como la fiabilidad o la resiliencia ante incidencias", añadió.
El ingeniero Luis Ubalde dirigirá la nueva oficina técnica que coordinará todas las obras de Cercanías
La oficina y todo el personal, un total de diez trabajadores, dependerán directamente de Adif
BarcelonaLa nueva oficina técnica que debe coordinar todas las obras en marcha del Pla de Rodalies ya tiene director. El encargado de coordinar todas las actuaciones en la red será el ingeniero Luis Ubalde, hasta ahora gerente técnico de la ingeniería pública Ineco y responsable de las obras de la nueva estación de La Sagrera. Él y otras nueve personas, que completarán el equipo, serán los encargados de liderar esta oficina de nueva creación, que tiene por objetivo mejorar la coordinación entre el Gobierno y la gestora de las infraestructuras (Adif) poniendo a los usuarios en el centro, y reducir las molestias ocasionadas por las obras.
Así lo ha anunciado este jueves por la mañana la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, en la presentación oficial del nuevo organismo. Los sueldos de los nueve trabajadores y del director serán asumidos por Adif, de quien dependerá orgánicamente, y la sede se ubicará en la estación de La Sagrera. Paneque ha destacado su confianza en el proyecto, que, según ha dicho, "simboliza trabajar de una forma más organizada, colaborativa y con mayor transparencia y rigor" para aportar conocimiento y transformar la red de Cercanías con el mínimo impacto posible sobre los viajeros.
La nueva oficina técnica también se encargará de dirigir obras que no sean actuaciones singulares ni trabajos de mantenimiento, apoyará en la preparación de expedientes y licitaciones, y detectará nuevas necesidades complementarias a los proyectos en curso. Además colaborará en la comunicación de las actuaciones y asesorará en el diseño de fases de obra con incidencia en el servicio.
Una oficina sin Renfe
Así, al frente del organismo estará el tándem Adif-Generalitat, pero Renfe –que es la operadora que transporta, de hecho, a los pasajeros y quien tiene una relación directa, por ejemplo reprogramando los servicios cuando hay obras– ha quedado más al margen. Adif y Govern justifican esta decisión alegando que al frente de la oficina estarán los dos máximos responsables de las obras (Adif) y el servicio (la Generalitat es la titular) y aseguraron que con Renfe "hay un contacto diario" y "la coordinación está garantizada".
"No las tenemos todas", ha respondido la portavoz de Dignidad en las Vías. La plataforma se mostró desconfiada con la puesta en marcha de la oficina y cuestionó la supuesta buena comunicación entre Renfe y Adif. El director adjunto de construcción de líneas en explotación de la zona este de Adif, Ángel Contreras, aseguró que la oficina "nace con la vocación de mejorar y coordinar". "Estamos todos coordinados cada semana, por muchos temas diferentes, y ahora también lo estaremos por éste", ha resuelto. Por su parte, el comisionado para el Traspaso Integral de Cercanías de la Generalitat, Pere Macias, ha coincidido en que "la Generalitat ya habla cada día con la operadora" y por tanto, ha explicado, ya trasladarán lo que sea necesario a Renfe.
Contreras y Macias han hecho esta valoración desde unas jornadas organizadas por Comisiones Obreras tituladas Presente y futuro de la movilidad en transporte ferroviario público en Cataluña, coincidiendo con la Semana de la Movilidad. Ambos representantes del sector participaban en una mesa redonda en la que han tenido que dar respuesta a las peticiones de los usuarios y las plataformas que también estaban invitados al acto.
La petición: una "policía ferroviaria"
Tanto los sindicatos como los usuarios –representados por la asociación Promoción del Transporte Público (PTP), Dignidad en las Vías, Alianza Ibérica por el Ferrocarril y las plataformas de usuarios del Avant y el Baix Llobregat– han expresado abiertamente su malestar y han criticado duramente tanto a Adif como a Renfe por la organización. "Está claro que queremos inversiones, y obras, y mejoras, pero es que nos están llevando a un límite insoportable", decía Anna Gómez, la portavoz de Dignidad en las Vías. "Estamos muy jodidos; llevamos muchos años de desinversión en los que el dinero sólo se destinaba a la alta velocidad, y en cambio el 95% de los usuarios van en trenes convencionales, que no han tenido ninguna inversión en 15 años", recordaba el vicepresidente de la PTP, Carles García. "Estamos haciendo obras en todas las habitaciones de la casa y seguimos viviendo aquí, es un problema", señaló.
Todas las plataformas han coincidido, también, en subrayar el problema del vandalismo como otro de los factores que alteran el servicio. "Tenemos una red muy extensa y desde Renfe están cansados de limpiar grafitis, de trenes apedreados... Reclamamos a una policía ferroviaria que ponga mano dura", ha dicho García, una sentencia que ha sido aplaudida por el resto de plataformas.
Renfe ha explicado que corresponde al departamento de Interior aportar o no estos efectivos, y el comisionado para el Traspaso, Pere Macias, ha respondido que entre las líneas estratégicas previstas en la hoja de ruta ferroviaria está el hecho de que los agentes ferroviarios (trabajadores, maquinistas, interventores) sean catas. "Queremos que agredir a uno de estos trabajadores sea lo mismo que agredir a un policía, pero para ello es necesario un cambio a las leyes españolas que ya está previsto pedir, para que los agentes ferroviarios sean considerados como agentes de la autoridad", concluyó Macias.
Entre las críticas que más han tenido que escuchar a los responsables del servicio ferroviario en Catalunya también ha habido quejas por el mal funcionamiento de ascensores y escaleras mecánicas y la falta de andenes y trenes adaptados para personas con la movilidad más reducida.