Más de la mitad de los trenes de Cercanías incumple el horario, según la propia Renfe
En promedio, los retrasos oscilaron entre los 17 y los 25 minutos entre enero y septiembre
BarcelonaLa operadora española Renfe, que es quien gestiona los trenes que circulan al servicio de Cercanías de Catalunya (entre otros), ha decidido esta semana realizar un ejercicio de transparencia y publicar sus datos de puntualidad y retrasos en todo el Estado. Lo han hecho a través de su portal de transparencia y buen gobierno y con datos actualizados hasta septiembre de este año. La primera cifra que llama la atención es evidente: según los cálculos de la compañía, sólo el 47,7% de los trenes cumplen con su horario, o lo que es lo mismo, más de la mitad de los trenes no cumplen los horarios establecidos y llegan más tarde del horario previsto en las diferentes estaciones y paradas de su recorrido.
El dato no sorprende si se tienen en cuenta las quejas diarias de los usuarios, pero se trata de la primera vez que la operadora publica estas cifras. Sin embargo, Renfe insiste en su discurso en que no todos los datos son malos y, junto con el dato de cumplimiento horario (que es el más negativo), añaden otros gráficos que demostrarían que el servicio no funciona tan mal. Así pues, aunque la compañía admite que el cumplimiento horario en Cataluña no es su fuerte –los portavoces matizan que el "cumplimiento horario" tiene en cuenta todas las paradas del recorrido– al mismo tiempo apuntan a que el 94,9% de los trenes de Cercanías llega puntual a su destino (sin tener en cuenta las paradas en medio): es decir, a 5, a tiempo.
Pero, ¿cómo se explica entonces que más de la mitad de los trenes no cumplan el horario entre estaciones, pero, en cambio, la puntualidad en destino sea "excelente"? Los portavoces de la compañía argumentan que, "a pesar de tener retrasos en la llegada a las diferentes paradas del recorrido", los trenes pueden "recuperar estos minutos" y, por tanto, "acabar el trayecto, en la parada de destino, en el horario previsto" o con sólo un pequeño desfase de, como máximo, cinco minutos. Así les consta, aseguran, en los centros de control técnico, que monitorizan en cada momento dónde está cada uno de los trenes que Renfe tiene en movimiento.
Junto al cumplimiento horario y puntualidad, la operadora también ha trasladado al público esta semana otros datos, como la regularidad o el cumplimiento del servicio. La regularidad hace referencia a la frecuencia de trenes, es decir, que "aunque vayan con retraso, las expediciones van pasando" y, por tanto, se garantiza la movilidad. En este caso, la compañía asegura que el parámetro se cumple al 74,5% en el caso de Rodalies Catalunya. Y en cuanto al cumplimiento del servicio (es decir si los trenes pasan –sea con retraso o no– o si se suprimen o cancelan) la operadora asegura que se supera el 96% de cumplimiento.
Sin embargo, el cálculo del retraso medio de los trenes que van con demora osciló entre los 17 minutos y los 25 minutos de media entre enero y septiembre. Julio fue el mes más problemático, con la coincidencia de muchos trenes averiados y suprimidos y los retrasos por las diferentes obras en marcha. Se trata de unas cifras que doblan los registros del servicio de cercanías de Madrid. Allí los retrasos medios, según los datos de la compañía, se limitaron entre los 11 y 12 minutos y con un cumplimiento horario del 70%.
Críticas de las entidades y asociaciones de usuarios
"Hace ya mucho tiempo que denunciamos que la puntualidad del servicio ferroviario de Cercanías de Catalunya es realmente muy deficiente, y es uno de los principales problemas que tenemos", sentencia el presidente de la Asociación Promoción del Transporte Público, Adrià Ramírez. Desde la plataforma de usuarios del corredor sur Dignitat a les Vies añaden que, además, los datos que ofrece Renfe no incluyen los trenes regionales, que en Catalunya funcionan en la práctica como una extensión de Cercanías y que también sufren retrasos por las obras, averías y cortes. "[Los retrasos] Es algo que tenemos muy claro como percepción, y por eso pedimos a Renfe, Adif y la Generalitat que pongan a disposición de los usuarios datos abiertos; que se haga una publicación de datos base y no sólo indicadores, para que cualquier ciudadano, entidad o periodista, por ejemplo, pueda acceder a estos datos reales", reivindica Ramírez.
De hecho, la publicación de estos datos de la compañía coincidió el pasado lunes con otra presentación –no oficial– de datos ferroviarios: la que hicieron las entidades en favor del transporte público y las plataformas de usuarios. Estos colectivos se han unido para salir adelante y promocionar una nueva web que recoge y pone a disposición de los pasajeros todos los retrasos del servicio ferroviario, línea por línea y operador por operador, a fin de que puedan decidir un plan de transporte. Se trata del web puntual.cat, que extrae la información de los datos abiertos de los operadores y los gestores de infraestructuras y también de la aplicación Transporta'm, que utiliza el mismo sistema de obtención de datos para realizar cruces y poder informar a los usuarios.
La web es el trabajo final universitario de un joven, Cuando van der Knokke, que se puso en contacto con Dignidad en las Vías para ofrecerse a hacer la web. "El resultado es un pase de web, donde se puede realizar un análisis de todos los retrasos con mucho más detalle que cualquiera de los indicadores que hemos visto hasta ahora", asegura Ramírez. La portavoz de Dignidad en las Vías, Ana Gómez, añade que "los datos de puntual.cat y Renfe no coinciden, pero, en cambio, los de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC), sí." "Y no nos vale que nos digan que no son servicios comparables por su tamaño, porque hay líneas pequeñas, sencillas, donde sí se pueden hacer comparaciones y donde se ve claramente que unas dan muchos más problemas que otras y, por tanto, que tampoco las gestionan bien", espeta. Gómez también recuerda que, en estos momentos, tanto Transporta'm (que ya tiene más de 51.000 usuarios registrados) como puntual.cat, que se presentó hace unos días, se están manteniendo económicamente de forma privada gracias a la voluntad de unos pocos usuarios.