Salud insiste: el pistolero de Tarragona tiene derecho a la eutanasia
La justicia decidirá el jueves si avala o deniega la muerte asistida del preso
BarcelonaLos expertos de la Comisión de Garantía y Evaluación, el órgano independiente que aprueba o deniega las solicitudes de eutanasia en Catalunya, insisten: el exvigilante de Securitas en Tarragona M.E. Sabau, conocido como el pistolero de Tarragona, tiene derecho a poner fin a su vida de manera digna. Según el informe que ha remitido la Comisión a los tribunales, adelantado por la SER Catalunya, el acusado de disparar a sus ex compañeros de trabajo y a dos Mossos d'Esquadra cumple todos los rígidos requisitos legales para que se le practique la muerte asistida, puesto que vive con un sufrimiento físico grave, crónico, sin posibilidad de mejorar, es consciente de su situación y ha expresado de forma expresa, reiterada e informada que quiere someterse a la eutanasia. El jurista que forma parte de este órgano afirma que el aval experto se ha dado "abstrayéndose del debate jurídico sobre la situación procesal y la privación de libertad del solicitante" y defiende que la Comisión no tiene que entrar en una "polémica jurídica" ni dejarse "influir". Ahora será la Audiencia de Tarragona quien tendrá la última palabra y quien decidirá este mismo jueves si acepta o deniega este caso de muerte asistida.
El posicionamiento del órgano dependiente del departamento de Salud se alinea con la de los médicos del Hospital Penitenciario de Terrassa, donde Sabau está ingresado, y la del juzgado de instrucción número 5 de Tarragona, que autorizó la eutanasia del pistolero argumentando que la muerte digna es un "derecho fundamental" y la justicia no puede interferir. De hecho, el pasado jueves, 28 de julio, era la fecha fijada para que se le practicara la muerte asistida, después de que Sabau expresara en dos ocasiones (tal como marca la ley) su voluntad de poner fin a su vida. El hombre alegó que su vida era "intolerable", y su situación física, "incompatible con sus valores". Con todo, el sindicato policial USPAC, que representa a los Mossos heridos en el suceso, interpuso un recurso y consiguió suspender la petición y la realización de la eutanasia hasta ahora. Así, la justicia ha aplazado la eutanasia sine die, a la espera de que se resolvieran todos los recursos.
Pero la Comisión de expertos ha vuelto a dar su visto bueno, esta vez de forma definitiva, y justifica su decisión alegando que Sabau es "totalmente dependiente para las actividades básicas de su vida viaria" y necesita "asistencia continuada y cuidados complejos". El 14 de diciembre del año pasado, después de atacar a sus ex compañeros en la oficina de Securitas donde había trabajado hasta poco tiempo antes y huir atrincherándose armado en una masía abandonada en Riudoms, el acusado fue neutralizado por los Mossos con disparos en los brazos y las piernas. Como consecuencia, sufre una tetraplegia irreversible –tiene una fractura vertebral con lesión medular y fracturas en los brazos y en una pierna, que acabaron amputándole– y ha estado ingresado en tres hospitales los últimos siete meses. A pesar de que siente dolores fuertes, los médicos no pueden sedarlo porque no está lo bastante estable.
La petición de eutanasia de Sabau ha tensado las costuras de la ley de la eutanasia y ha abierto un debate jurídico y ético. ¿Qué derecho tiene que prevalecer: el del preso a morir dignamente o el de las víctimas a tener una reparación? ¿Un juzgado puede decidir sobre una cuestión médica? Para los juristas no hay debate posible y coinciden que el derecho a morir dignamente de una persona tiene que prevalecer por encima del derecho a la tutela judicial efectiva de las víctimas. Pero el sindicato de policías defiende que por encima del derecho del acusado a una muerte digna está el proceso penal que tiene abierto y el derecho de las víctimas a ser resarcidas.