300 muertes en Cataluña y más de un millar en España por el calor en dos meses
El 95% de las defunciones corresponden a personas mayores de 65 años, y tres de cada cinco eran mujeres
BarcelonaEl Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III –la única herramienta que permite radiografiar casi en tiempo real las defunciones que ocurren a diario en el Estado– estima que entre el 16 de mayo y el 13 de julio han muerto 300 personas en Catalunya por causas atribuibles al calor. En junio se calcula que fueron 55, y este julio la cifra sube ya hasta las 245.
Este aumento de la sobremortalidad –cuando las muertes que se producen [observadas] superan las que se esperan [estimadas] en un territorio y período determinado– se reproduce en el Estado. De hecho, desde que se activó el plan de calor, hace dos meses justos, el MoMo estima que 1.180 personas han perdido la vida por las altas temperaturas, según ha hecho público este lunes el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El año pasado, en el mismo período, fueron 70, por lo que se registra un aumento de las muertes atribuibles al calor de más del 1.035%.
El Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) ha celebrado este lunes una reunión de seguimiento para valorar la evolución de las temperaturas extremas y su impacto en la salud de la población durante las últimas semanas. En este sentido, los datos analizados constatan un episodio térmico de intensidad excepcional: desde mediados de mayo, las comunidades han activado en hasta 76 ocasiones el nivel rojo por calor extremo, mientras que en el mismo período del año pasado no se produjo ninguna.
Diez víctimas confirmadas
Esto, según el ministerio, evidencia un aumento sin precedentes de las temperaturas medias y de la mortalidad atribuible a las oleadas de calor. De hecho, en la primera semana de julio, las muertes atribuibles al calor aumentaron un 47% respecto al global de junio, si bien las comunidades autónomas sólo han reportado 10 víctimas mortales por el calor.
Esto ocurre porque estas defunciones se consideran "silenciosas". A menudo no se registran como tal, puesto que las personas pueden morir porque son mayores o tienen enfermedades y las altas temperaturas agravan su estado de salud, pero no se consideran la causa médica de la muerte. De ahí que las estimaciones del MoMo tengan tanta importancia a la hora de vigilar el impacto de las temperaturas en la mortalidad.
En este sentido, el gobierno español subraya que el 95% de las personas fallecidas tenían más de 65 años y tres de cada cinco eran mujeres. "Esta distribución responde tanto a la mayor presencia de mujeres en las edades más avanzadas como a factores fisiológicos que inciden en una mayor vulnerabilidad a los efectos del calor", concluye el ministerio.
En cuanto a la distribución territorial del riesgo de mortalidad atribuible a las oleadas de calor que ofrece el MoMo, por ahora las autonomías más afectadas este verano son Cataluña, especialmente en Girona y Tarragona, con 300 defunciones atribuibles; Galicia (159), la Comunidad Valenciana (138), la Comunidad de Madrid (130) y Andalucía (111). Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este mes continuará con temperaturas por encima de la media histórica en todo el Estado.
Este repunte de defunciones ya lo constataba un estudio dirigido por el Imperial College de Londres y la London School of Hygiene & Tropical Medicine, en el que se señalaba que la ola de calor que golpeó a Europa entre el 23 de junio y el 2 julio disparó las temperaturas hasta 4 °C y hizo aumentar el número de defunciones esperables para este período de tiempo, especialmente en Italia, Cataluña y Francia.