"Queremos morirnos de viejas, no de cáncer": el escándalo de las mamografías saca a miles de personas en la calle en Sevilla
La entidad Amama reclama dimisiones por los retrasos en la notificación de los cribados, en un caso que debilita al presidente Moreno Bonilla
BarcelonaMiles de personas han apoyado este domingo a las víctimas del escándalo del retraso en las mamografías en Andalucía en una concentración en Sevilla convocada por la asociación Amama, que agrupa a varias mujeres con cáncer de mama. La protesta ha llenado la plaza donde se encuentra la sede de la presidencia andaluza y ha sido un altavoz no sólo para denunciar la gestión y la respuesta del gobierno popular de Juanma Moreno Bonilla en este caso -que afecta al menos a 1.300 mujeres, según los datos reconocidos hasta ahora por la Junta-, sino también para exigir una "sanidad pública y de calidad".
"Queremos morirnos de viejas, no de cáncer", exclamó Ángela Claverol, presidenta de Amama, en la lectura del manifiesto, mientras que entre el público se escucharon gritos a favor de la dimisión del presidente Moreno Bonilla. En declaraciones a la prensa, Claverol se mostró satisfecha por la respuesta de la ciudadanía y avisó de que su lucha no termina aquí porque el gran objetivo es que se depuren responsabilidades y se refuerce el sistema de prevención contra el cáncer. "Las mujeres les importamos una mierda", denunció Claverol, quien aseguró que los errores en las mamografías es "solo la punta del iceberg" del destrozo del sistema público.
Esta es la segunda vez que Amama lleva los errores de los cribados de las mamografías en la calle y ha logrado poner contra las cuerdas al ejecutivo popular a nueve meses de las elecciones autonómicas, previstas para junio del próximo año. Al día siguiente de la primera protesta, el pasado 8 de octubre, el presidente aceptó la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández, quien había atribuido el escándalo a la manipulación de la oposición. El nombramiento de Antonio Sanz, un hombre muy cercano a Moreno Bonilla, como sustituto no calmó la situación, ya que aún no dio información de cómo ha sido posible que los servicios sanitarios públicos no informaran a las mujeres que las pruebas diagnósticas apuntaban a anomalías sospechosas de un tumor.
Sanz ha tirado balones fuera y ha acusado a Amama de generar una "alarma social bestial" y de ser responsables de la pérdida de confianza en el sistema sanitario andaluz. También ha llegado a comparar la eliminación de las mamografías de los historiales clínicos de las mujeres con los errores informáticos que impidieron la venta de entradas del concierto de La Oreja de Van Gogh.
La Fiscalía ha abierto dos causas para averiguar si, como aseguran las mujeres, la Junta borró de las mamografías las indicaciones de los radiólogos sobre las sospechas y el hecho de que el diagnóstico cambiara de un día para otro de "posible cáncer" a "posiblemente benigno". Desde que estalló el escándalo a principios de octubre, la Junta ha cambiado de versión en varias ocasiones, pero todavía no ha dado explicaciones oficiales sobre el origen de los errores ni si existen otras patologías afectadas.