Pandemia

Sanidad apuesta por poner la segunda dosis de Pfizer a los menores de 60 vacunados con AstraZeneca

Sanidad y comunidades autónomas debaten después de que un ensayo clínico avale la combinación

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Vacunación con AstraZeneca esta semana a la UB.

MadridLas personas menores de 60 años vacunadas con una primera dosis de AstraZeneca recibirán la segunda de Pfizer si sale adelante la propuesta del ministerio de Sanidad. La comisión de salud pública continúa debatiendo esta posibilidad y lo tendrá que ratificar miércoles el Consejo Interterritorial de Salud, integrado por el ministerio de Sanidad y los consejeros de salud de las comunidades autónomas. La decisión, sin embargo, no será unánime porque gobiernos como el de Madrid o Andalucía defienden completar la pauta con AstraZeneca.

En total, 4,8 millones de españoles han recibido una primera dosis de AstraZeneca y solo 544 tienen la pauta completa. La gran mayoría, pues, espera completar la vacunación: los mayores de 60 lo harían con el mismo fármaco y los menores con el de Pfizer. Este segundo grupo comprende unos dos millones de personas en todo el Estado. La incógnita se resuelve una vez los primeros vacunados -a mediados de febrero- ya tengan que recibir la segunda dosis. El 7de abril se paralizó la campaña con AstraZeneca y más tarde se decidió retrasar de 12 a 16 semanas el periodo entre la primera y la segunda dosis. La alternativa de Pfizer llega también después de que la Unión Europea decidiera no renovar contratos de adquisición con la empresa anglo-sueca por los retrasos que se produjeron.

Sanidad se ha presentado en la reunión de esta tarde con un estudio bajo el brazo que avalaba la nueva combinación: el ensayo clínico CombivacS, coordinado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). "La conclusión es que la administración de una dosis de refuerzo es eficaz y segura", ha asegurado el coordinador de la red clínica del ISCIII, Jesús Antonio Frías, esta mañana en la presentación, elaborado con el objetivo de buscar alternativas en la vacunación con AstraZeneca, que, en casos excepcionales, provocó trombosis.

Los investigadores han dado a conocer los resultados preliminares y han explicado que el número de anticuerpos neutralizantes en una persona vacunada con AstraZeneca que recibe la segunda dosis de Pfizer es siete veces superior a la que se obtiene solo con la primera. El incremento ya es importante siete días después de la segunda inyección y se mantiene estable a los catorce días. El estudio se basa en la comparación de vacunados con segunda dosis de Pfizer y no vacunados con segunda dosis, de forma que los científicos no han querido afirmar si aplicar una segunda dosis de Pfizer es mejor que hacerlo con una de AstraZeneca. Un estudio reciente publicado en la revista The Lancet y elaborado en el Reino Unido resuelve que en este caso la cantidad anticuerpos se multiplica por cinco, pero los expertos han puntualizado que no es conveniente comparar los dos estudios porque las franjas de edad de la muestra varían.

El estudio español, en el que han participado también el hospital Vall d'Hebron y el Clínic de Barcelona, ha analizado un total de 663 personas de dos franjas de edad diferente: un grupo de 18 a 49 años y otro de 50 a 59. A 442 se les ha administrado la segunda dosis de Pfizer entre 8 y 12 semanas después de recibir la primera de Astrazeneca, mientras que las 221 restantes no han recibido la nueva vacuna. En la elección de la muestra se dejó fuera a quien ya hubiera pasado el coronavirus anteriormente. En la exposición de los resultados de este martes no se ha explicado si el incremento de anticuerpos variaba en función de la edad, pero los investigadores han avanzado que "había diferencias pequeñas". El consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, ha considerado que la muestra es baja y ha cuestionado el estudio para mantener firme su posición de seguir vacunando con AstraZeneca.

Sin daños colaterales graves

La otra pata del ensayo clínico se centra en los posibles daños colaterales a las personas que recibían la segunda dosis de Pfizer. La conclusión que ha expuesto la jefa de servicio de medicina preventiva y epidemiología de la Vall d'Hebron, Magda Campins, es que los síntomas aparecidos eran mayoritariamente leves. Ninguna persona requirió hospitalización. Un cierto dolor en el lugar de la inyección sí se produjo en un 88,2% de los casos, así como dolor de cabeza (44,4%), malestar general (41,7%) y, ya en menor medida, escalofríos (25,4%), náuseas (10%) y tos (7,4%). Solo 11 personas de las 442 tuvieron fiebre.

Este último dato es significativamente diferente al que resultó del estudio publicado en The Lancet hace unos días porque registraba un 34% de personas que habían tenido fiebre. Campins ha subrayado que en el ensayo británico la mayoría de la muestra eran personas de más de 50 años y el momento de administrar la segunda dosis también cambiaba. Si en el español era entre 8 y 12 semanas después, en el del Reino Unido era 28 días.

¿Qué se hace en Europa?

Si finalmente se decanta por poner Pfizer como segunda dosis a las personas que recibieron AstraZeneca, España seguirá la estela de Francia –que combina vacunas para los menores de 55 años– y Suecia y Finlandia –que la mezclan en el caso de los menores de 65 años–. Con todo, y según algunos referentes de la comunidad científica, el estudio CombivacS no tendría que ser determinante para decidir a qué personas se puede administrar la segunda dosis de AstraZeneca.

La viróloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Margarita del Vale también defiende la administración de la segunda dosis de AstraZeneca entre los que ya han recibido la primera. “La evidencia para poner las dos dosis de la misma vacuna es más sólida por el seguimiento de farmacovigilancia y de seguridad que se está haciendo de millones y millones de personas”, afirma en una entrevista con el ARA.

Si bien la experta cree que la combinación de vacunas no es incoherente, apunta que se tiene que basar en buena evidencia, y que el estudio con 600 personas no es comparable a los datos obtenidos en otros países como el Reino Unido o Israel, informa Maria Garcia. “No compensa. Tenemos unas vacunas muy buenas y, a pesar de que no hay riesgo cero, se tienen que poner los riesgos en su punto justo y valorar los beneficios. Y la evidencia tan potente del seguimiento de millones de personas está por encima de cualquier otra cuestión de seguridad", insiste.

También el infectólogo Oriol Mitjà defiende inyectar la segunda dosis de esta vacuna a las personas que recibieron la primera “y no tuvieron complicaciones", puesto que, asegura, el riesgo de trombosis con la segunda (un caso por millón de vacunados) es muy inferior al de la primera (11 casos por millón de habitantes). “Las segundas dosis se tienen que dar sin más atrasos ni vacilaciones”, afirma.

Ahora bien, Mitjà admite que en un escenario de vacunación ágil es “razonable” parar la inoculación de primeras dosis de AstraZeneca –llega a decir que esta vacuna está “condenada a desaparecer”– en favor “de alternativas más seguras” como las vacunas con ARN mensajero (Pfizer y Moderna).

Y esto es lo que está haciendo Portugal, que ofrece a los más jóvenes de 60 años la segunda dosis de AstraZeneca pero también les da la opción de recibir otra vacuna pasadas doce semanas. O el Reino Unido, donde la vacuna anglo-sueca ha sido la piedra angular de la estrategia de vacunación pero ahora la población británica de menos de 40 años puede escoger si quiere recibirla u optar por cualquiera de las otras vacunas disponibles.

También Alemania, que inicialmente se planteaba poner Pfizer como segunda dosis, está administrando AstraZeneca a todos los vacunados con la primera dosis independientemente de la edad, como hacía Italia. Además, el gobierno alemán lo ofrece sin restricciones de edad a cualquier persona que quiera ponérsela y todavía no haya recibido ninguna vacuna.

En cambio, Dinamarca y Noruega decidieron prescindir de la vacuna de AstraZeneca para su campaña de vacunación.

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