Los positivos con test de antígenos hechos en casa ya no tendrán que repetir en el CAP

BarcelonaLos positivos con test de antígenos de automuestra –los que uno se puede hacer en casa– ya no necesitarán repetir la prueba en los centros de atención primaria (CAP), que rozan la saturación. Así pues, si el positivo de covid se ha detectado con un test de antígenos rápido (TAR) y no tienen síntomas o son leves, Salud pide aislarse en casa durante 10 días y contactar telemáticamente con el CAP –en citasalut.gencat.cat– para introducir la información en la historia clínica y reportar los contactos estrechos. El departamento también recomienda contactar con el CAP de forma telemática por teléfono si se necesita la baja médica laboral. Solo si los síntomas empeoran o en caso de encontrarse mal se puede pedir ir al CAP o llamar al 112. Las indicaciones forman parte de la fase de mitigación del sistema sanitario de Catalunya para hacer frente a la demanda de pruebas diagnósticas.

De hecho, varios CAP de Barcelona han abierto este lunes con largas colas de pacientes con síntomas de covid o que querían confirmar el positivo detectado con un test de automuestra. Las colas se han concentrado en el CAP Maragall y en el CAP Pare Claret. La situación se ha producido después de que la semana pasada muchas farmacias de Catalunya vieran cómo los clientes buscaban test de antígenos para las comidas de Navidad y Sant Esteve. Este incremento "exponencial" de la demanda, según la ministra de Sanidad, Carolina Darias, hizo que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) haya autorizado la venta en las farmacias de tests de antígenos de uso profesional. Los establecimientos esperan ahora recibir instrucciones, pero proponen ser ellos quienes supervisen las pruebas en la misma farmacia y así descongestionar los CAP.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Catalunya (Fefac), Antoni Torres, explica que los test de uso profesional van en cajas de 20 unidades y no se pueden vender por separado porque solo incluyen un bote de reactivo. "No todo el mundo usará los 20 tests. Se derrocharán recursos", dice Torres sobre la posible venta de estas pruebas a particulares, y avisa del "peligro absoluto" de que haya reventa en internet de los que sobren. Torres defiende que no salgan de los establecimientos y los controlen los farmacéuticos: a diferencia de los test de antígenos de automuestra, los de uso profesional permiten generar un código QR de certificado covid –válido en las horas posteriores–. Por este motivo reivindica que se queden en las farmacias porque si no se hace un "triste servicio" a los CAP, que denuncian la falta de profesionales.

Cuando los test son supervisados por farmacéuticos, recuerda Torres, los resultados quedan oficialmente recogidos en la historia clínica de la persona en el Servei Català de la Salut (CatSalut). Esto implica que los positivos obtienen la baja laboral sin ir al CAP y quedan identificados para que Salud pueda rastrear los casos y hacer el seguimiento de los pacientes. El presidente de la Fefac critica que no se haya apostado por los test de antígenos "como sistema de lucha contra la pandemia", lo cual ha provocado que no se haya podido abastecer la demanda de los últimos días, que se ha traducido en largas colas en los establecimientos. Según Torres, las farmacias disponían de un stock "adecuado" de test de antígenos, pero cuando llegó la variante ómicron la venta habitual se multiplicó por 10 en noviembre y por 20 a principios de diciembre. "No tenemos un canal comercial como con las mascarillas porque no se ha dado importancia a los test", lamenta Torres.

Encarecimiento por el transporte

El presidente de la Fefac explica que la gran mayoría de tests de antígenos vienen de Asia y que el tiempo de aprovisionamiento acostumbra a ser de tres semanas. "Los pedidos que estamos recibiendo ahora son de finales de noviembre", asegura Torres, que prevé que para Fin de Año se note menos el desabastecimiento que ha habido por Navidad. Aun así, admite que los precios de los test también se han multiplicado por dos o tres: esto depende del momento en el que las farmacias los hayan comprado y sobre todo porque se ha encarecido el transporte por tenerlos que importar por avión. Torres considera que si el gobierno español regula los precios causará todavía más desabastecimiento y tampoco ve óptimo que se pueda centralizar la gestión de los tests de antígenos. Por eso concluye que se va con el "freno de mano puesto" con los test y pide que se haga como en otros países de Europa, en los cuales el acceso es "facilísimo".

En paralelo, un CAP de Barcelona denunció la semana pasada que estaban a punto de quedarse sin stock de tests de antígenos y que usaban unos caducados. El Institut Català de la Salut (ICS) ha respondido al ARA que los test se pueden utilizar a pesar de estar caducados porque los laboratorios, después de las pruebas pertinentes, autorizaron alargar su uso y ha negado que tengan problemas de stock de tests.