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Ignasi Puig Rodas: “La ruptura es lo mejor que les puede pasar a muchas parejas”

Psicólogo

3 min
Ignasi Puig Rodas, a su consulta de Barcelona

Estamos en el último fin de semana de agosto. El mes se acaba y miles de personas están volviendo hacia casa, o lo acaban de hacer, o lo harán de aquí unos días. La mayoría vuelven con historias de cómo se lo han pasado de bien en las vacaciones, de los lugares que han visitado, las montañas exóticas, las playas de aguas limpias, las ciudades tan diferentes de las nuestras, los lugares donde se come tan y tan bien. Una vida publicitada en Instagram. Algunos explicarán inconvenientes –¿las colas en las autopistas?, ¿las maletas perdidas?– para añadir unas gotas de drama. Pero pocos explicarán los momentos de tedio, los silencios incómodos o las peleas con sus parejas.

Este lunes, o el siguiente, miles de personas volverán al trabajo, al gimnasio, a comprar a los lugares de siempre y coger el metro como de costumbre. Pero otras harán una cosa que no han hecho nunca: ir, con su pareja, a la consulta de un terapeuta. ¿El motivo? La voluntad de salvar una relación que, durante las vacaciones, ha dado muestras de tener problemas.

“No es ningún tópico decir que en septiembre es cuando más gente viene a la consulta. Es el momento del año en el que más gente pide empezar una terapia”, explica Ignasi Puig. Psicólogo y sexólogo, es especialista en terapia de pareja y sabe muy bien no solo que en septiembre tiene trabajo extra, sino también por qué: por las vacaciones, este momento que, supuestamente, es tan perfecto.

“Las vacaciones son sin duda el factor desencadenante de las crisis de muchas parejas. No es que en verano salgan los problemas; ya estaban ahí, pero todo aquello que hemos ido soportando durante el año ahora estalla. Llegamos al verano con la mochila cargada de cosas que no nos han gustado, cosas que están dentro de una olla que los compromisos del día a día obligan a mantener tapada. Y ahora la tapa salta por los aires”.

Soportar tensiones, distancias o incluso peleas con la pareja no tendría que formar parte del prospecto de las vacaciones ideales. Pero pasa. ¿Quiere decir esto que la pareja no tiene futuro, que, si no somos capaces de pasárnoslo bien juntos mejor que lo dejemos pasar? “No”, dice Ignasi, “porque es cierto que toda crisis es una oportunidad”. ¿Una oportunidad para hacer qué? Pues, en este caso, para poner en práctica una cosa que, dice, es crucial para la supervivencia de una relación: la capacidad de comunicarse.

“El principal motivo por el cual las vacaciones son complicadas es porque no tenemos el hábito de comunicarnos, no se nos enseña a explicar las cosas importantes, a encarar los conflictos. A los catalanes se nos enseña a callar, para gustar, para no hacer daño. Y esto hace que lleguemos a una relación sin experiencia de hablar de las cosas. Cada persona tiene una serie de normas diferentes, en función de lo que ha visto en su casa. Pero que en casa, cuando eras pequeño, las cosas se hicieran de una manera concreta no quiere decir que esta sea la única posible. Si llegamos con normas diferentes y no nos expresamos porque asumimos que el otro tiene que hacer aquello que yo espero de él o de ella, salen los problemas”.

Obviamente, no todo el mundo que empiece terapia este septiembre arreglará sus problemas. “La salud mental sigue siendo un tabú y muchos vienen a la consulta como último recurso, cuando ya no hay mucho que hacer. Lo que te tienes que preguntar, antes de empezar terapia, es si todavía tienes ganas de cambiar o ya estás harto. Cambiar es posible, conlleva un esfuerzo, pero es posible. Lo que tienes que decidir es si este esfuerzo vale la pena”. 

Muchos decidirán que lo dejan pasar, pero no todo el mundo se lo puede permitir. “Nos hemos convertido en consumidores de relaciones. La idea de que siempre habrá una opción mejor es inherente a la sociedad de consumo y hay gente que esto lo aplica ahora a las relaciones. Pero no es tan fácil pasar a la acción: sigue habiendo presión social para no divorciarse, los pobres lo tienen más difícil que los ricos, las mujeres más difícil que los hombres”. 

Llega septiembre y con él las parejas que llegarán a su consulta con una relación hecha añicos. Algunas lo conseguirán, porque quieren o porque no tienen más remedio. Otras no. ¿El fin del mundo? No. “La ruptura es lo mejor que les puede pasar a muchas parejas”.

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