Un Sénia del todo seco obliga a activar los pozos de emergencia: "Nos espera un verano complicado"

La SéniaHace semanas que los patines de agua y los kayaks reposan en el fondo del embalse de Ulldecona, sobre una alfombra de barro agrietada por la falta de agua. El río Sénia, que hace de frontera natural y administrativa entre Cataluña y la Comunidad Valenciana y que desde los años sesenta nutre este pantano ubicado en el término de la Pobla de Benifassà, hace meses que no lleva agua. “El embalse está casi al 0% de su capacidad. Por ser exactos, al 0,16%”, puntualiza José Manuel Queralt, secretario de la Comunidad de Regantes de Ulldecona. “No es un embalse demasiado grande, pero cuando en la mayor parte de Catalunya hay sequía, aquí solemos tener buenas reservas. Y al revés, cuando allí las reservas son buenas, aquí sufrimos por falta de agua", añade. Y la teoría se ha cumplido.

El año pasado, mientras los regantes de la cuenca del Ebro y las cuencas internas de Cataluña sufrían restricciones para abastecer a las fincas , el embalse de Ulldecona estaba al 75% de reservas. Pero este verano la tortilla se ha girado. salidas del embalse, del que se benefician unos seiscientos agricultores de la Comunidad de Regantes de Ulldecona. –BK_SALTO_LINEA~ de los cultivos. Y ya estamos tratando de habilitar un nuevo pozo por si este verano la situación se agrava. del agua que necesitaríamos”, lamenta Queralt, consciente de que además de asumir un incremento de los costes tendrán que espaciar el calendario, con tandas de riego que en algunos momentos pueden llegar a las tres semanas.

Más allá de los inconvenientes que la sequía ya genera en la agricultura, habrá que ver cómo la falta de lluvias afectará al abastecimiento de agua potable a pueblos de la cuenca, como Ulldecona, la Sénia, en la comarca del Montsià, y Rossell y San Rafael del Río, en el Baix Maestrat, ya en territorio valenciano. En el curso más bajo del río, las fuentes que abastecen a pueblos como la Sénia o Ulldecona han dejado de manar y esto ha obligado a conectar la red de agua potable a los pozos de emergencia.

“Cogíamos el agua de la Fuente de los Roedores, pero en mayo dejó de brotar. Ahora nos abastecemos de un pozo, mientras estamos tratando de poner otro en marcha”, explica Víctor Reverté, concejal de Servicios Municipales, Medio Ambiente y Agricultura del Ayuntamiento de la Sénia. “Nos espera un verano complicado. Aunque en las últimas semanas hemos tenido algunas lluvias, no han sido suficientes para regenerar las fuentes. Los pozos de emergencia nos permitirán pasar el verano”, explica la alcaldesa de Ulldecona, Núria Ventura. Estos días, desde el consistorio insisten en una campaña en las redes para realizar un llamamiento “al uso responsable de agua”.

Un río típicamente mediterráneo

El río Sénia es mediterráneo, con períodos de abundancia hídrica y otros de sequía prolongada. La última sequía importante se vivió en el 2018, cuando el embalse estuvo ocho meses bajo mínimos. Pero, al tratarse de un embalse pequeño, se puede llenar en pocos días, sobre todo durante los temporales de levante. La tormenta Gloria del 2020 y la borrasca Celia de hace dos años generaron unas reservas que ya se han agotado.

También el chef galardonado con una estrella Michelin Vicent Guimerà, del restaurante el Antic Molí de Ulldecona, ha hecho valer su notoriedad pública para denunciar públicamente los efectos de la sequía. “Ante un ciclo hidrológico cada vez más lento hemos tenido que implementar medidas para retener el agua y poder regar los campos que nos abastecen de productos de kilómetro cero. Desde el restaurante gestionamos una finca agrícola de una hectárea donde hemos incorporado plantas acuáticas en las balsas para mantener el agua oxigenada y cristalina, excelente para el riego del huerto”, dice. Y añade: "Hemos puesto en práctica la agricultura regenerativa, para promover la acumulación de materia orgánica y conseguir que las plantas absorban lentamente la poca agua que nos llega".

Mientras tanto, unos kilómetros más arriba, los vecinos de la Sénia, como Eva Queralt, pasarán el verano sin poder bañarse en la pecera del río, en el charco de los Arenales o en el de Martinet. “Este año deberemos buscar alternativas para refrescarnos. Hace generaciones que los recuerdos de verano de nuestra familia están ligados al río, y ahora está tan seco que ni siquiera nos hemos acercado a ello”, explica con cierta melancolía.