Los superricos generan en diez días toda la impronta de carbono que les correspondería en un año
El 1% más rico del planeta contribuye 26 veces más al incremento de las oleadas de calor que el resto de la población
GinebraLa contribución de la población al calentamiento global es desigual y depende en gran medida de sus ingresos.
Las cifras que muestra el estudio son demoledoras: las rentas más altas tienen una huella de carbono significativamente mayor que los pobres. El estudio, publicado recientemente en Nature Climate Change, cuantifica también las consecuencias de estas desigualdades.
Los resultados indican que el 10% de la población más rica es el responsable de dos tercios del calentamiento global observado desde 1990. El estudio añade también que se observa que los más poderosos contribuyen 26 veces más al incremento de fenómenos extremos como son las oleadas de calor y 17 veces más en las sequías del Amazon.
"Hemos encontrado que los emisores más ricos juegan un papel importante en desencadenar estos fenómenos extremos", declara Sarah Schöngart, investigadora de la Universidad Politécnica de Zúrico y autora principal del estudio, y añade: "Estos resultados ayudarían a fomentar políticas contra el cambio climático que vayan dirigidas a reducir las emisiones de".
El 10% del mundo, responsable del 50% de emisiones
En particular, en 2019 el consumo y las inversiones realizadas por el 10% de la población más rica fueron los responsables de la mitad de las emisiones globales. Por su parte, el 50% más pobre contribuyó sólo a una décima parte de estas emisiones. Las regiones con un nivel económico más bajo son, a su vez, las más afectadas por el calentamiento global y las que sufren mayores dificultades para adaptarse a ellas, como son las de algunas regiones del Amazonas, el sudeste asiático y del sur de África.
A pesar de que esta tendencia era ya conocida, el reciente estudio cuantifica en detalle cómo las emisiones se traducen en un desequilibrio de responsabilidades a la hora de asumir las consecuencias del aumento de temperaturas y los fenómenos climáticos extremos. directa entre estos fenómenos y nuestro estilo de vida y dónde se realizan las inversiones, que a su vez están relacionadas con la riqueza".
Cruzar datos climáticos y económicos
Los autores del estudio, que han combinado datos económicos con simulaciones climáticas, han sido capaces de trazar las emisiones procedentes de grupos con distintas rentas y su relación con diferentes fenómenos meteorológicos extremos. De los resultados extraen también que el 10% de la población más rica de Estados Unidos y China ha triplicado los períodos de calor extremo que tienen lugar en regiones vulnerables. "Si todo el mundo emitiera lo mismo que el 50% de la población con una renta más baja, el mundo apenas habría sufrido un incremento de las temperaturas desde 1990", explica Carl-Friedrich Schleussner, coautor del trabajo y miembro del Integrated Climate Impacts Research Group en el IIASA, que añade que "direcciona estas efectiva".
Más allá de la contaminación individual, el estudio hace énfasis en la importancia que tienen las emisiones ligadas a ciertas inversiones financieras. Los autores del estudio afirman que llevar a cabo políticas que redirijan estas inversiones podría reportar beneficios climáticos significativos.
¿Quién se hace responsable?
Otro informe elaborado por Oxfam va en la misma línea e indica que las personas dentro del 1% más rico tardan tan sólo diez días en consumir su correspondiente impronta de carbono reservada para todo el año. Tim Gore, jefe de la política climática de Oxfam, comenta que "el consumo exacerbado de la minoría más rica está impulsando la crisis climática, y son los países pobres y la gente joven los que están pagándolo".
Estas desigualdades extremas son consecuencia directa de la gestión que los gobiernos han realizado en las últimas décadas de la economía del carbono. Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los políticos para revertir la crisis climática tiene que ver, precisamente, con la rendición de cuentas y con la repartición de responsabilidades entre los distintos estratos de la sociedad. "La acción climática que no aborde las responsabilidades desmedidas de los miembros más ricos de la sociedad, corre el riesgo de perder una de las palancas más poderosas que tenemos para reducir el futuro daño", concluye Schleussner.
Políticas a seguir para una respuesta más justa
Los autores sugieren que los resultados obtenidos podrían motivar y fomentar ciertas políticas dirigidas a las elites de la sociedad. Hacer que los ricos que más contaminan se hicieran más responsables podría proporcionar apoyo para la adaptación de las zonas y países más vulnerables al cambio climático. Estas medidas para equilibrar las responsabilidades en la acción climática no son sólo fundamentales para combatir el cambio climático, sino también para conseguir un mundo más justo y resiliente.