La bodega del Penedès que lucha por preservar los viñedos sin la instalación de grandes parques solares
Vinos El Cep, en Espiells Sant Sadurní d'Anoia, se fundó hace cuarenta y cinco años y es referente en calidad de vinos y cavas de elaboración integral
Espillas-Sant Sadurní de AnoiaLa carretera que lleva a Vins El Cep es sinuosa, de tierra, y rodeada de viñedos. A primera hora de la mañana se ve salir el sol, más allá de los viñedos. Es un paisaje de cine, y probablemente por eso tiene uno de los miradores señalizados del municipio, llamado la Miranda de Espiell. Al final del camino se encuentra la bodega, que tiene una masía solariega como centro enoturístico (se hacen catas y comidas), y unos metros más allá las oficinas, en una sala, y las tinas donde se elaboran los vinos y los cavas, en otras.
Vins El Cep es el proyecto de cuatro familias, que nació hace cuarenta y cinco años y que lucha, junto con otras bodegas de la asociación Espiells Terra de Vi, contra todo lo que suponga desfigurar el jardín verde cultivado de viñedos más grande entre Barcelona y Tarragona. La batalla contra la instalación del Quart Cinturó la ganaron, y ahora todos juntos se oponen a la instalación de placas solares en una de las fincas cercanas.
En las oficinas, ocupada con la gestión, está Maite Esteve, quien explica que todo empezó hace cuarenta y cinco años con su padre y tres amigos suyos. "Como somos cuatro familias, en el logo tenemos cuatro semillas, colocadas de tal forma que suman", explica. Los cuatro sumaron para dar valor a los viñedos que tenían, por cuya uva les pagaban poco. "No había reconocimiento para el viticultor, por lo que los cuatro quisieron dar un paso adelante y convertirse en elaboradores". Hoy son elaboradores integrales de vinos y cavas (están dentro de la DO Cava) y se han convertido en referentes por sus cavas y vinos. Además, la propiedad ya ha pasado a manos de las hijas de tres de los elaboradores fundadores, que trabajan junto a Pere Parera, uno de los cuatro socios iniciales. "Tenemos dividido el trabajo. Las hermanas Montse y Mercè Massana, Pilar Carreras y Pere Parera se ocupan de los viñedos, de todo lo que hace referencia a la viticultura, y yo de la dirección de la bodega", dice Maite Esteve.
Retomamos el tema de la incertidumbre que vivían su padre y sus amigos sobre el precio de la uva, que cuarenta y cinco años después los viticultores del Penedès todavía viven. Ellos ya no porque son viticultores y elaboradores, pero saben que el precio del kilo de la uva vendimiada que se ha pagado este año ha sido muy bajo. "Es muy triste, porque desanima a las generaciones que tenemos detrás", dice. Sin embargo, Maite Esteve defiende que el Penedès debe ser vitivinícola, porque si no la alternativa es el asfalto y las placas solares, como ya está ocurriendo en muchas poblaciones de Lleida. "Hay brotes de esperanza, como jóvenes viticultores que se han arrojado a hacer sus propios vinos, y eso está muy bien, porque entonces están cerrando el círculo, como hacemos nosotros", dice Esteve. Y añade: "Vinos El Cep es singular porque empezó con cuatro familias y todavía estamos los mismos. Creo que no conozco otro caso como el nuestro".
El primer cava biodinámico del mundo
En Vins El Cep los cavas suponen el 80% de las elaboraciones, que exportan también en el mismo porcentaje, mientras que el 20% se quedan en Catalunya. El otro 20% de la producción es de vinos tranquilos. Entre las referencias más conocidas se encuentra "el primer cava biodinámico del mundo", según Maite Esteve, que embotellaron en el 2006, con el nombre Claror. Dentro de la DO Cava, también son uno de los seis elaboradores que hacen cavas de paraje, una categoría que significa que hacen cavas de viñedos de más de diez años, y con una larga crianza, de más de treinta y seis meses. "El Claror que hemos puesto en el mercado es del 2016, es decir, que tiene ocho años de crianza. Es un cava de paraje además de haber sido elaborado con viticultura biodinámica". Otro de los cavas que han dado prestigio a Vins El Cep es el Clos Gelida, elaborado con cuatro variedades: macabeo, xarel·lo, pinot noir y chardonnay.
Para continuar, Esteve explica que la bodega forma parte, como fundador, de laasociación Espiells Terra de Vino, que engloba trece bodegas, veinticinco masías y un gran número de viticultores. La propia Maite Esteve ha sido presidenta durante años pero en estos momentos está al frente Oriol Roig, que dice que detuvieron "el Cuarto Cinturón, que era un peligro para el paisaje verde del Penedès", y recuerda que el territorio "es el primer eslabón verde después del área metropolitana". De ahí la presión industrial y logística a la que están sometidos por estar muy cerca de la gran urbe.
Actualmente otra de las grandes amenazas contra la que lucha la asociación Espiells Terra de Vi son los parques solares, concretamente el proyecto de instalación en la Finca La Pedrera, en la cara norte de Sant Llorenç de Hortons, que también pertenece a Espiells. Hay que tener en cuenta que bajo el término Espiells hay tres municipios: Sant Sadurní d'Anoia, Gelida y Sant Llorenç d'Hortons. El proyecto que está previsto supondría la supresión de veintidós hectáreas de viñedos para poner el parque solar. "No somos negacionistas, sabemos que es una energía verde necesaria, pero hay que tener en cuenta el paisaje", afirma Oriol Roig, quien añade que el proyecto entró en la Generalitat a mitad de julio, pero está en fase de ser validado. "Nosotros no tenemos recursos judiciales para oponernos, sino que lo único que podemos hacer es apoyar al Ayuntamiento de Sant Llorenç de Hortons, con quien estamos en contacto para que el proyecto no salga adelante", explica.
Así pues, el futuro, no es fácil. Para empezar, Esteve cree que en el Penedès debería haber más viticultores que hicieran de elaboradores, pero una de las trabas para que la haya es la burocracia, muy complicada. "Cada día debemos llenar en un cuaderno digital todo lo que hacemos, y debemos decir incluso las horas que hemos estado en el tractor y el gasóleo que hemos consumido: todo". Para continuar, el consumo de vino y alcohol no está en su mejor momento. "Se ha empezado a demonizar el vino, cuando históricamente en el Mediterráneo siempre se había bebido. Venimos de una tradición en la que almorzábamos, comíamos y cenábamos con vino", dice Esteve. Y, por último, en el futuro, como alegría, siempre hay proyectos estimulantes, como el que hacen con el xarel·lo rojo y la malvasía de Sitges. "Las Madones, con malvasía de Sitges, es un homenaje a las mujeres de nuestras familias, las bisabuelas, que trabajaban los viñedos". Vinos El Cep ha hecho estos vinos con malvasía de Sitges, porque era la variedad que siempre se plantaba en medio de otras cepas. "Le mezclaban con otras variedades porque consideraban que la malvasía aportaba aroma y frescura", dice Esteve, y explica que acudieron al Hospital de Sitges a adquirir sus cepas para replantarlas para recordar su historia. "Ahora hemos conseguido hacer una malvasía seca, con crianza en damajoana, que homenajea a las bisabuelas, a las que nadie les valoró su trabajo", concluye.