Chalet Suizo: Cocina tradicional en el corazón de Lleida
Estamos frente a una casa de comidas donde destaca la cocina catalana y el respeto por el comensal

Chalet suizo
- Dirección : Av. Alcalde Rovira Roure, 9, 25006 Lleida
- Carta : Cocina tradicional
- Obligado : Cazuela de cabrito troceado con tomillo, patata, cebolla y zanahoria
- Vino : Carta con buenas referencias
- Servicio: Profesional y cercano
- Local : Pequeño y acogedor
- Precio pagado por persona : 60 euros (con vino)
El Xalet Suís es un restaurante que mantiene la esencia de la tradición gastronómica y que forma parte del ideario de todos los leridanos y leridanas. Antonio Botargues, en 1982, fue el pionero de una estirpe que puso en marcha este proyecto familiar. Su yerno, Jordi Balasch, siguió el camino y, al mismo tiempo, le convirtió en un referente de la capital del Segrià. Ahora, la encargada de perpetuar el legado familiar es Sonia Balasch, cocinera, limpia de Antonio e hija de Jordi.
Estamos frente a una casa de comidas donde destaca la cocina tradicional y el respeto por el comensal. Buen producto, cocinado de forma clásica y elegante y con un servicio impecable y cercano. Pequeño, con pocas mesas, pero acogedor y cómodo. La carta es amplia, hecha con el corazón y perdurable en el tiempo. La familia Balasch la clasifica de la siguiente manera: caprichos para picar; delicias frías; antojos calientes; nuestra selección de carnes; del mar al plato y la más dulce clausura. Además, destacan siempre las sugerencias del día. Con esta variedad es difícil escoger un par de platos y, por tanto, los compartiremos todos.
Empezamos la comida con un par de ostras Gillardeau del número 2. Carnosidad y calidad siempre asegurada. Continuamos con un carpaccio de ternera con parmesano y unos espectaculares raviolis de gamba con salsa de trufa. Como estamos en Lleida, elegimos un vino de una pequeña bodega familiar llamada Mas Blanch y Jové de la Pobla de Cérvoles. El escogido es el Saó Expressiu, 70% garnacha con cabernet sauvignon y syrah. Rojo intentos, suave y elegante. Un vino que dignifica la tierra que le acoge y la pasión de una familia de campesinos entusiastas y respetuosos con el territorio.
No nos resistimos a pedir un clásico leridano: los caracoles a la llauna. Nosotros somos unos apasionados y teníamos la garantía de que Sonia no nos fallaría. Tampoco dejamos pasar la oportunidad de probar una de las especialidades de la casa como es la cazuela de cabrito con tomillo, patata, cebolla y zanahoria. La ponemos en medio de la mesa y disfrutamos como nunca. ¡Qué bien de Dios!
Ahora es un buen momento para destacar el trabajo de Manel Navarro, alma y líder de la sala del Chalet Suís. Sólo lleva cuarenta y ocho años trabajando y todo el mundo habla maravillas, por su entusiasmo, profesionalidad y educación. Transmite tranquilidad y una serenidad que injerta al comensal, desde el momento en que se sientas en la mesa sabes que todo irá bien.
Una vez hemos hecho efectiva La dulce clausura, los licores y la minuta es el momento de sentarse con Sonia para hablar de este clásico del imaginario leridano. "He trabajado diecisiete años con papá. Mi formación ha sido continuada a su lado", nos comenta con orgullo de hija, pero también con un respeto por quien considera que fue el gran impulsor del restaurante. Jordi Balasch de vez en cuando se asoma a Chalet Suizo, pero sin injerencias. Supo retirarse dejando el testigo en buenas manos.
"Tengo un equipo muy bueno a mi lado. Mina, Hansa y Manel son imprescindibles para que todo salga bien" y además Sonia destaca que "hacer feliz a la gente es un trabajo que me gratifica mucho". Xalet Suís es un proyecto familiar de tercera generación donde predomina la normalidad con la que se asume un negocio al servicio de la gente. Un equipo pequeño, profesional, liderado por una cocinera que respeta un legado y una forma de hacer que les ha funcionado durante muchos años. Lleida es muy afortunada que la familia Balasch-Botargues se estableciera hace más de cuarenta años en el centro de la capital.