Ferran Adrià: "Os doy 10 millones de euros si lo hace mejor que McDonald's al precio que lo hacen"
El cocinero bulliniano ha recibido la distinción Andorra Taste Award y ha dado un discurso "políticamente incorrecto"
Escaldes-Engordany (Andorra)"Tengo fama de ser políticamente incorrecto porque digo cosas que la gente no se atreve a decir", aseguró Ferran Adrià hoy en Escaldes-Engordany. El cocinero de Hospitalet de Llobregat ha recibido el premio honorífico de Andorra Taste Award y en su discurso no se ha mordido la lengua a la hora de dar su visión del mundo de la gastronomía. Algunas de las reflexiones que ha hecho es que "hay que distinguir entre alimentación y gastronomía: la gastronomía va ligada a la calidad y un restaurante que tiene todos los productos del mar congelados no es gastronómico".
La cuestión económica lleva mucho tiempo centrando las preocupaciones de Adrià, a quien le gusta recordar dos cifras que son impactantes: 6 de cada 10 restaurantes en España no duran más de cinco años. Y sólo un 10% realizan un plan de negocio. Y, precisamente, ha subrayado que un restaurante es un negocio y debe ser rentable. "Voy a 250 restaurantes al año. Un negocio que no esté al 70% o 80% de empleo es muy difícil que funcione. Están más formados que nunca. Hay ilusión y pasión, pero los números deben salir". Y, en este sentido, ha alabado un modelo de éxito, si hablamos de negocio: "Os doy 10 millones de euros si lo hace mejor que McDonald's al precio que lo hacen. Es muy fácil hacer una hamburguesa de wagyu", ha dicho con tono provocador.
También ha hablado del apoyo que deben prestar las administraciones al sector de la restauración: "Fue un error, mío también, de no hablar de economía en los congresos. El año pasado Tailandia se gastó 20 millones de dólares para traer gente de todo el mundo. Este año, en los 50 Best, hay 6 restaurantes de 'in'. Además, para Tailandia 20 millones no es mucho dinero.
También ha tocado la cuestión de la reforma laboral: "Somos culpables de una herencia de hacer muchas horas. Y ahora es un problema muy grave como modelo de negocio. Luego tenemos también la subida de precios de los productos y, finalmente, la presión fiscal". Y el de la falta de personal: "Un restaurante es del sector servicios. Ni Dios quiere trabajar en el servicio. Los gastronómicos de élite aún aguantan. No tengo la solución. Es un problema grave", ha lamentado.
La historia del gintónic
También ha querido contar lo que él llama "la historia del gin-tonic". Según Adrià, el gintónic canónico se toma al principio de una comida y con vaso estrecho. El gordo con mucho hielo nació en San Sebastián y se puso de moda porque los cocineros eran "más gamberros que ahora". Cocineros como Juan Mari Arzak y Pedro Subijana hacían el gin-tonic hablando de cocina. Estaban más de siete horas. "Cuando vendían los clientes, empezamos a poner de moda el gin-tonic. En España y después en el mundo. No os digo qué significa ahora el negocio a nivel mundial", ha explicado como ejemplo del poder del sector. O el caso paradigmático de Perú: "Yo puse a Perú en el mundo con Gastón Acurio. Lo presentamos en la ONU. En el 2010 ni Dios conocía a Perú".
Finalmente, en agradecimiento al reconocimiento, ha dicho que "los premios deben disfrutarse porque la vida a veces no es tan bonita". El cocinero es la cuarta estrella de los fogones que recibe el Andorra Taste Award después de Michel Bras, Gastón Acurio y Carme Ruscalleda. En su caso, de pequeño no quería ser cocinero, sino como uno de los grandes genios de la pelota: Johan Cruyff.