Peces

Que no te den panga por lenguado

El panga recorre 10.000 kilómetros para llegar de Vietnam a los mercados de nuestra casa, mientras que el lenguado puede ser de pesca local

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Los filetes de panga pueden recordar los de lenguado, pero son dos peces muy diferentes

El panga y el lenguado luchan por un combate desigual, que hace diez años era favorable al primero, pero que en los últimos años el lenguado gana. Mientras el panga recorre 10.000 kilómetros desde Vietnam para llegar mayoritariamente ultracongelado a nuestros mercados, el lenguado se pesca en puertos locales y, en caso de que llegue de cultivo, lo hace desde los Países Bajos. Si en 2015 el panga ganaba la batalla en la cifra de kilos que llegaba a nuestros mercados, en lo que va de año, el lenguado dobla la cifra del panga: 120.960 kilos de lenguados congelados llegaron hasta agosto mientras que, de pangas congelados, la mitad, 62.000 kilos, según las estadísticas de Mercabarna. Y todo ello a pesar de que el lenguado tiene un precio muy superior (13,42 € si es congelado; 18,80 € si es fresco) frente al panga (2,97 €, congelado; 5,98 €, fresco). ¿Qué ha pasado para que el lenguado se haya impuesto al panga?

En el 2017 los supermercados Carrefour anunciaron que dejaban de vender panga en España, algo que ya había hecho en otros mercados europeos, como en Bélgica. Por otra parte, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) instaba al gobierno español a dejar de servir panga en los comedores escolares. Por su parte, Oceana, organización de protección del medio ambiente, alertaba en 2015 de que los consumidores no eran conscientes del todo del pescado que compran. Según un informe que publicaban, en Bruselas se sirvan 30 especies distintas de pescado bajo el nombre de sólo cinco, y se hacía pasar, por ejemplo, el panga por lenguado. La bióloga marina y responsable del proyecto de consumo responsable El Pescado en el Plato, Anna Bozzano, explicaba al ARA que los catalanes sólo comíamos "un máximo de diez peces diferentes", y que ella misma había comprobado como un filete de perca (del centro de África) se vendía con el nombre de "mero". Ahora bien, por el gran trabajo de difusión y pedagogía, todo ha cambiado. "Los comedores escolares han dejado de cocinar panga de forma mayoritaria, y los catalanes consumimos más variedad de peces, que rondan ya una quincena", afirma la bióloga marina.

El panga y la química

La balanza parece equilibrada a favor del pez de proximidad, pero eso no impide que haya que recordar que el panga, conocido como el pez gato de Mekong, se vende con un compuesto químico, añadido cuando sale de Vietnam, concretamente el E-451, que es el trifosfato de sodio, que ayuda a que la carne quede compacta. Para continuar, los dietistas han alzado tradicionalmente la voz contra el panga, porque "contiene menos omega-3 que otros peces blancos", afirma la médico y nutricionista María José Martínez Obiols, y porque "los niveles detectados de mercurio, y también de otros tóxicos ambientales, como plaguicidas, son escandalosamente elevados", dice el nutricionista David Gasol. Así que "no sólo es un pez contaminado, sino que, además, contamina a todo el planeta para poder transportarlo hasta Europa", comenta Gasol.

Ahora bien, la bióloga marina Anna Bozzano matiza las afirmaciones diciendo que "el panga cumple los requisitos en metales pesados ​​de la Unión Europea", y así lo publica elAgencia Catalana de Seguridad Alimentaria. Así que ciertamente el panga contiene más metales pesados ​​que los peces del Mediterráneo, pero, sin embargo, cumple con la normativa de seguridad alimentaria. "Y también la cumple cuando en su carne se pone un aditivo químico, el E-451, para que se mantenga compacta". Sobre el escaso omega-3 del pez cultivado de Vietnam, la bióloga marina concluye que se debe al hecho de no vivir en agua salada, donde se encuentra el plancton, que genera este nutriente.

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