¿Qué hay para comer?

Fresas: seis ideas para comer con los niños de forma divertida

Para salir de la rutina y sorprender a los más pequeños, las fresas se pueden preparar de formas diversas

Joana Costa
3 min
Imaginación con las fresas.

BarcelonaLas fresas son buenísimas por sí mismas y, ciertamente, no necesitan ningún añadido para disfrutar de la mejor manera posible. Pero para salir de la rutina y sorprender un poco a los niños en casa, las fresas se pueden preparar de maneras bien divertidas para llamarles la atención, pasar un buen rato juntos y degustarlas de forma alternativa a cómo lo hacemos siempre. Las cucharadas de nata sobre las fresas no fallan, y tampoco su maceración en zumo de naranja o con un poco de azúcar (y en algunos hogares también bañadas en leche). Éstas son fórmulas que sabemos que funcionan, pero esta primavera nos proponemos ir más allá y seducir a los niños hablándoles su mismo idioma. Para jugar con las fresas con niños a partir de dos años, sólo son necesarios ejemplares de esta fruta y lápices pasteleros de chocolate que venden en cualquier supermercado.

1.
Mariquitas con un toque diferente
Marietes de maduixa.

Las mariquitas son uno de los pocos insectos que no dan angustia a los niños. Su simpático caparazón rojo con manchas negras alegra cualquier fiesta. No por nada estos bichos están presentes en la mayoría de cuentos para los primeros lectores. Seguro que les hará gracia tunear a las fresas para reconvertirlas en estos insectos. Sólo se deben partir las fresas transversalmente y pintar sobre ellas una línea divisoria, manchas y una franja de cabeza con un lápiz de chocolate negro. Se pueden poner ojos blancos para mayor realismo. Este cambio resulta muy bueno en el paladar porque combina la dulzura de la fresa con la del chocolate sin caer en excesos.

2.
Ratones con orejas de chocolate
Ratolí amb orelles de Kinder.

Las fresas también pueden convertirse en traviesos ratones con cuatro cambios muy sencillos de realizar. Manteniendo la fresa entera o cortándola transversalmente, se le deben pintar en la parte más estrecha los ojos y la boca. Para simular las orejas se pueden pintar con chocolate blanco o bien con dos trozos de chocolate clavados sobre la fruta (por ejemplo a base de trozos de huevos de chocolate tipo Kinder). Para acabar de dar realismo al conjunto, se puede pintar la cola con una pequeña filigrana en el plato. El resultado es muy divertido y se consigue también un sabor muy agradable.

3.
Arañas rubí
Aranya amb potes de xocolata.

Siguiendo la temática de los animales, las arañas son también seres que llaman mucho la atención de los más pequeños. En este caso, basta con cortar la fresa transversalmente y decorarla con una línea divisoria. Con la punta de otra fresa se debe hacer la cabeza y se pueden pintar unos ojos salidos con chocolate blanco. Lo más importante aquí son las patas pintadas en el plato para acabar de dar forma a la figura. Con esta idea la fresa prácticamente no se cubre de chocolate a menos que se moje expresamente.

4.
Gusano de fresa y platano
Cuc de plàtan i maduixa.

Para los niños que coma plátano a menudo, la fresa se puede utilizar como una excusa intermedia montando un gusano que intercala trocitos de una fruta y otra, sin necesidad de añadir azúcares. Eso sí, aquí la creatividad consistirá en pintarle una buena cara en el gusano con el lápiz, diferenciando la boca y los ojos, y pegándola con un palillo al conjunto. Es un plato muy fácil de hacer, en cuya preparación se puede contar con la ayuda de los niños.

5.
Monstruos de fruta
Frankenstein de maduixa.

A los más pequeños les gusta mucho la temática de los monstruos, y las fresas son frutas ideales para convertirse en pequeños monstruos a gusto del consumidor por sus cabellos erráticos. Sólo hace falta un poco de rastro a la hora de dibujar la cara con la misma técnica de los lápices de chocolate. Lo importante en este caso es no quitar las hojas a la fresa, que hacen la función de pelo de color verde. El resultado se puede enganchar con un palillo a otra fresa para exhibir la cara adecuadamente. Nuevamente, la fusión de los gustos en la boca es de lo mejor.

6.
Coche con ruedas
Cotxe de plàtan i maduixa.

Dejando a un lado los lápices pasteleros, las fresas y los plátanos también se pueden aliar para dar lugar a un coche de banano con ruedas de fresa. Esta estructura se puede montar fácilmente pelando un plátano y cortando toda la fruta en rodajas. Éstas deben pegarse en el plátano atravesándolo con palillos y también se pueden colocar encima del vehículo como decoración. Esta fruta, en estado natural y sin aditivos, les parecerá siempre mejor que puesta simplemente en un plato.

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