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Liu Jiakun gana el premio Pritzker, el 'Nobel' de la arquitectura

El arquitecto chino es conocido por edificios como el Museo de los Relojes de la Revolución Cultural y el pabellón de la Serpentine Gallery en Pekín

El arquitecto chino Liu Jiakun, premio Pritzker 2025.
04/03/2025
3 min
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BarcelonaCuando un terremoto devastador asoló la región china de Sichuan en mayo del 2008, el arquitecto Liu Jiakun (Chengdu, 1956) se desplazó a ello para apoyar y asistencia a las víctimas. Se encontró con una familia que había perdido a una hija de 15 años. Tras oír su historia, se ofreció a diseñar con ladrillos extraídos de las ruinas un memorial público llamado Memorial para Hu Huishan. Convirtió un lugar trágico en un sitio para la contemplación. Por esta reivindicación de lo común y de las técnicas tradicionales, y también por la carga emotiva y de memoria de su edificio, Liu Jiakun ha sido distinguido este martes con el premio Pritzker, el Nobel de la arquitectura. "Valorar las vidas normales y corrientes será la base del renacimiento de nuestra nación", dijo Liu Jiakun en una de sus citas más conocidas.

Entre las obras más conocidas de Liu Jiakun se encuentran el Museo de Escultura en Piedra de Luyeyuan (2002), el Museo de los Relojes de la Revolución Cultural (2004), el Museo de Arte Contemporáneo (2010) y el West Village Courtyard, en cuatro en Cheng, Reino Unido, en Pekín (2018).

Según el jurado del premio Prtizker, "mediante un trabajo excepcional de gran coherencia y calidad, Liu Jiakun imagina y construye nuevos mundos, libres de limitaciones estéticas o estilísticas". "En vez de un estilo, ha desarrollado una estrategia que no se basa nunca en un método recurrente, sino en evaluar de forma diferente las características y requisitos específicos de cada proyecto –continúa el jurado–. Es decir, Liu Jiakun toma las realidades actuales y las maneja hasta el punto de ofrecer a veces un nuevo escenario de la vida cotidiana las más cotidianas. añade a la caja de herramientas del diseñador".

El Museo de los Relojes de la Revolución Cultural, en Sichuan
Liu Jiakun.

Escritor antes que arquitecto

Liu Jiakun es el tercer arquitecto chino en recibir al Pritzker, después de IM Pei (1983) y Wang Shu (2012). Según Jiakun, hubo momentos en los que la idea de dedicarse a la arquitectura se tambaleaba, pero el interés reavivó mientras se dedicaba a la meditación, la pintura y la escritura. Se graduó en el Instituto de Arquitectura e Ingeniería de Chongqing en 1982 y trabajó durante dos años en la Academia de Diseño Arquitectónico de Chengdu, lo que le desanimó a continuar su carrera como arquitecto. Así que se marchó a vivir a Tíbet, Xinjiang y el oeste de China, donde meditó, pintó y escribió ficción durante unos diez años. De hecho, tenía previsto convertirse en escritor. Jiakun recuperó el interés por la arquitectura en 1993, cuando visitó la exposición de un colega. Abrió su propio estudio en 1999. "Hay muchos problemas que me preocupan como la yuxtaposición de la utopía y el día a día, la modernidad y las tradiciones, la memoria colectiva y la individual, así como la sostenibilidad", asegura Jiakun.

A pesar de su reflexión sobre la modernidad y la tradición, Jiakun ha explicado que no quiere estar ligado a un único "gesto arquitectónico" y que utiliza las diferentes técnicas dependiendo del proyecto. También cree que los edificios reflejan un momento concreto, por lo que reconoce que puede arrepentirse de aspectos de sus trabajos, y admite imperfecciones. "Me gustan los edificios que pueden tener lecturas alternativas. No me gusta la arquitectura que pretende ser perfecta. En otras palabras, los edificios imperfectos podrían verse como una buena arquitectura. Puedo aceptar las imperfecciones porque es un esfuerzo por la perfección que conduce a la rigidez", dice Jiakun.

Alejandro Aravena, premio Pritzker en 2016 y presidente del jurado de la edición de 2025, explica que, en un mundo en el que "las ciudades tienden a segregar las funciones, Liu Jiakun adopta el enfoque contrario y mantiene un delicado equilibrio para integrar todas las dimensiones de la vida urbana". "En un mundo que tiende a crear infinitas periferias aburridas, él ha encontrado la forma de construir lugares que son edificio, infraestructura, paisaje y espacio público a la vez. Su trabajo puede ofrecer pistas impactantes sobre cómo afrontar los retos de la urbanización, en una era de ciudades de rápido crecimiento", concluye Aravena.

Pabellón Serpentine Gallery
West Village Courtyard, en Chengdu.
El Museo de Esculturas de Piedra de Luyeyuan
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