Las 20 mejores exposiciones de 2023

BarcelonaLa excepcional muestra Miró-Picasso ha levantado pasiones en una Barcelona que este año ha tenido una temporada de exposiciones muy jugosa. En el plano internacional, Vermeer hizo récord, como se esperaba, en el Rijksmuseum.

Desde hace un siglo, los artistas han acudido ala naturaleza para explorar todo tipo de temas, desde las visiones surrealistas hasta la actual angustia causada por los estragos del cambio climático. Fruto de la alianza de la Fundació La Caixa con el Centro Georges Pompidou, esta exposición, en cartel hasta el 7 de enero, incluye obras antológicas de grandes artistas como Dalí, Giacometti, Picasso, Anselmo, Penone y Smithson.

Considerada la madre de la performance, Marina Abramovic es la primera mujer que expone en solitario en la Royal Academy de Londres. La muestra que lleva su nombre repasa cincuenta y cinco años de trabajos impactantes, extremos con el cuerpo y al mismo tiempo cargados de espiritualidad, algunos de los cuales están reproducidos en las salas por jóvenes performers. Se puede visitar hasta el 1 de enero.

Como otras mujeres artistas, Nancy Holt, que se definía a sí misma como una artista de la percepción, quedó a la sombra de su compañero también artista, Robert Smithson. La selección de fotografías, documentos, esculturas, instalaciones de gran tamaño, películas y obras sonoras de esta exposición permiten descubrir otra pionera del land art y una creadora polifacética. En el Macba hasta el 7 de enero.

La primera gran exposición de las esculturas de Picasso en España recordó el constante afán experimental del artista, que no vendió muchas de las esculturas porque no tuvo necesidad y que, a diferencia de la pintura, su faceta como escultor tuvo un reconocimiento tardío. La exposición, actualmente en cartel en el Museo Guggenheim de Bilbao hasta el 14 de enero, incluye unas sesenta piezas entre las que destacan Mujer en el jardín, fruto de la ayuda que le proporcionó Juli González, y Mujer ofertante.

Para descubrir una vertiente menos conocida de la trayectoria de la cineasta belga, esta exposición reúne a siete de sus quince videoinstalaciones. No se trata de racionalizarlas, sino de apreciar su carácter vitalista a través de las emociones y dejarse llevar. La exposición, abierta hasta el 14 de abril, incluye uno de sus trabajos más conocidos, Una voz en el desierto, sobre la desaparición de los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.

Una mirada renovada al legado del artista basada en la influencia del budismo zen en su pensamiento y su obra, la filosofía oriental que más le marcó. Llama la atención la naturalidad con la que Tàpies incorporó historias, personajes y conceptos del zen en su vocabulario. Es la primera exposición del Año Tàpies en su fundación y se puede visitar hasta el 23 de junio.

Coproducida con el centro C/O de Berlín, es una de las exposiciones más importantes de William Eggleston (Memphis, 1939), considerado uno de los padres de la fotografía en color y también un maestro a la hora de hacer poesía con el que encuentra a su alrededor, como un par de zapatos viejos, el interior de un lavabo, un árbol... Un valor añadido de la exposición es que por primera vez muestra su obra inicial en blanco y negro. En el Kbr hasta el 28 de enero.

Primero en la sede de Nueva York y actualmente en la de Bilbao (hasta el 4 de febrero), el Guggenheim hace un extenso repaso de la obra de la escultora venezolana Gego (1912-1994), una de las artistas latinoamericanas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Formada como arquitecta en su Alemania natal, de la que huyó a raíz del nazismo, Gego se convirtió en una figura capital de la abstracción por series como Troncos, Columnas y Chorros, además de la gran obra Reticulárea.

El catedrático Antonio Monegal y la historiadora del arte Alyce Mahon plantearon el legado de Donatien Alphonse François de Sade (1740-1814), representado por obras de grandes autores, artistas y cineastas como Bataille, Dalí, Man Ray y Pasolini, como un guía para ayudarnos a pensar sobre la autoridad, el poder, la familia y la Iglesia. También sobre el lado oscuro de la libertad y, en definitiva, sobre lo que nos incomoda.

La tesis de esta exposición es reveladora: las imágenes de los judíos y los conversos concebidas por los cristianos en la Península Ibérica entre 1285 y 1492 fueron "un importante medio de transferencia de ritos y modelos artísticos entre cristianos y judíos" y "propiciaron un espacio de colaboración entre artistas de ambas comunidades". Pero estas obras también tienen una parte oscura: "Contribuyeron a difundir el creciente antisemitismo que anidaba en la sociedad cristiana". Después de Madrid (donde está hasta el 14 de enero), la exposición podrá verse en el MNAC a partir del 22 de febrero.

El conservador Àlex Mitrani propone un repaso ambicioso y al mismo tiempo refinado del arte catalán, español e internacional de posguerra, con unas noventa obras de artistas como Henry Moore, Francis Bacon, Antoni Tàpies, Josep Guinovart, Antonio Saura, Manolo Millares, Josep Maria Subirachs, Jorge Oteiza, Alberto Giacometti, María Helena Vieira de Silva, Antoni Clavé, Zoran Music, Renatto Gutuso y Germaine Richier. Junto con esta exposición, en el MNAC hasta el 11 de febrero, hay otros de arte catalán de posguerra en cartel, como Joan Claret y Joan Vilacasas. Donación de la Colección Brigitte y Hans Robert Thomas en Can Framis (hasta el 14 de enero); Otro arte. Informalismo en Cataluña 1956-1966, en el Museo de Arte de Girona (hasta el 1 de abril), y la retrospectiva del centenario de Romà Vallès, en la Factoría Cultural de Terrassa (hasta el 25 de febrero).

En primavera, la primera retrospectiva en España de la artista y escritora Leonora Carrington, cada vez más reconocida internacionalmente, fue un monumento a su legado con cerca de 200 piezas de toda su trayectoria. Las obras de Carrington están llenas de criaturas fantásticas, divinidades femeninas y símbolos alquímicos, como si fuera una limpia del Bosco, con los que hizo exorcismo de hechos terribles como la violación en grupo que sufrió en Madrid en 1940 y su posterior internamiento en un sanatorio en Santander.

La primera gran retrospectiva del artista canadiense en Reino Unido en cerca de veinte años culmina la gira estadounidense de la muestra, que fue aplazada en medio de la polémica por el asesinato de George Floyd, porque en algunas pinturas de Guston aparecen unas burlescas figuras encapuchadas como los miembros del Ku Klux Klan que hicieron amedrentar a los directores de museos como el de Bellas Artes de Boston. Por el contrario, para la hija del artista representan "la banalidad del mal y el racismo sistémico" estadounidenses. Éste es sólo un detalle de cómo en la mirada de Guston de su entorno se mezclan la abstracción y la figuración, el humor y la tragedia. En la Tate Modern de Londres hasta el 25 de febrero.

El MoMA de Nueva York dedicó de abril a agosto de 2023 la primera exposición de la vertiente menos conocida de las obras sobre papel de la artista estadounidense Georgia O'Keeffe. Estos trabajos consisten en unas series de dibujos, entre abstractos y figurativos, hechos con carboncillo, acuarela, pastel y grafito, fruto de la observación de O'Keeffe de los fenómenos naturales. Algunos de ellos fueron el origen de pinturas.

La exposición más ambiciosa del maestro neerlandés en treinta años ha sido una oportunidad para que sus característicos retratos sirvan para hablar de debates actuales como el feminista, el racial y los relacionados con la salud mental. Asimismo, la cincuentena de las obras expuestas, de las más de 220 que Hals pintó, reflejan cómo inmortalizó todas las capas de la sociedad de su entorno, desde los poderosos y los mercaderes hasta los hijos de los pescadores y los más desfavorecidos. En la National Gallery de Londres hasta el 21 de enero.

Una exposición excepcional con unas 200 obras para contar una historia llena de leyendas: la amistad, la rivalidad y el diálogo artístico entre Édouard Manet y Edgar Degas. Se conocieron hacia el año 1860, cuando Degas copiaba un Velázquez en el Louvre, y pocos años después su amistad saltó por los aires cuando Manet cortó la figura de su esposa del retrato doble que había hecho Degas porque consideraba que se había deformado. La muestra pasó por el Orsay de París de marzo a julio y ahora se puede visitar en el Metropolitan de Nueva York hasta el 7 de enero.

Se trata de la primera retrospectiva del artista en la capital francesa desde 1999, con unas 115 obras desde las figurativas de finales de los años 40 hasta los campos de color que le hicieron famoso. Será muy difícil volver a verlas reunidas: son pinturas muy caras y muy frágiles, cuyos propietarios no las prestan fácilmente. La exposición puede visitarse en París hasta el 2 de abril.

El Rijksmuseum hizo historia en febrero con la exposición más ambiciosa de Johannes Vermeer (1632-1675), con 28 de las 37 obras que se le atribuyen, algunas de las cuales son tan icónicas como laVista de Delft, La lechera, La chica de la perla y La encajera. La exposición, que estuvo precedida de un intenso programa de investigación sobre el artista, realizó el récord de público del museo con 650.000 visitantes del 10 de febrero al 4 de junio de 2023.

El profesor Eugenio Carmona ha recogido los estudios picassianos más rompedores en términos artísticos, sociales y de género de las últimas décadas para forjar una exposición que marca un antes y un después en la percepción de 1906 en la trayectoria del malagueño. Ya no se trata sólo del Picasso de Gósol, sino de todo un año con entidad propia que significó la primera aportación de Picasso al arte moderno. Abierta hasta el 4 de marzo, es uno de los grandes hitos entre las exposiciones de la Celebración Picasso 1973-2023. Por otro lado, también dentro de los actos conmemorativos del artista malagueño, el Museo Picasso de Málaga acogió dos exposiciones significativas de la celebración: Picasso escultor. Materia y cuerpo y El eco de Picasso.

La exposición del año en Barcelona y una de las más importantes de la Celebración Picasso 1973-2023. Por primera vez una exposición explora la amistad y la relación artística entre Joan Miró y Pablo Picasso, a partir de temas como El encuentro, El París del surrealismo, Pintura y escritura, Años de guerra, Del asesinato de la pintura a la cerámica y El estilo Picasso, el lenguaje Miró. La exposición tiene el valor añadido de que las comisarias son dos conservadoras de cada museo: Teresa Montaner y Sònia Villegas de la Fundación Joan Miró, y Elena Llorens y Margarida Cortadella del Museu Picasso. En cartel hasta el 25 de febrero.