El análisis de Antoni Bassas: 'Cospedal y Camacho, poca justicia y mucha vergüenza'
Ustedes y yo sabemos que lo más probable es que después de lo que puedan decir, incluso ante las pruebas que las incriminan por uso de dinero público para perseguir a adversarios políticos, no acabe pasando nada, no sólo hoy en el Congreso, sino en los juzgados

Hoy Cospedal y Camacho (¿recuerdan Dolores de Cospedal y Alícia Sánchez-Camacho, una ministra y secretaria general del PP del 2008 al 2018 y la otra, la de La Camarga?) comparecerán en el Congreso, en la comisión de investigación de la operación Cataluña. RAC1 ha emitido esta mañana nuevos audios de Cospedal conversando con Villarejo en el que hablan muy bien de Camacho y se felicitan porque las elecciones de 2012, que Artur Mas avanzó y le hicieron perder a doce diputados, le habían salido bien a la policía patriótica, con las informaciones falsas que hizo correr sobre políticos catalanes.
Ojalá me equivoque, pero ustedes y yo sabemos que lo más probable es que después de lo que puedan decir, incluso ante las pruebas que las incriminan por uso de dinero público para perseguir a adversarios políticos, no acabe pasando nada, no sólo hoy en el Congreso, sino en los juzgados. La impunidad con la que las cloacas del Estado y la derecha y ultraderecha judicial se han movido durante el Proceso ha sido escandalosa, y sólo han hecho titulares en España cuando le ha tocado el recibir primero en el entorno de Podemos y después al propio Pedro Sánchez. Esto no va a cambiar, no sólo por el sesgo de siempre de la justicia española en estas cuestiones, sino porque estamos yendo hacia un mundo en el que, como escribe hoy Fernando Trias de Bes en un gran artículo que publicamos en la página 2, "el ciudadano ya no es sujeto de derechos, sino un riesgo en potencia", y por tanto el estado se blinda contra el disenso. Parece que al máximo al que podemos aspirar es que Cospedal y Camacho pasen un mal rato o sientan algo de vergüenza. Esto es todo.
Y termino. Recordarán que el viernes les hablaba del director de la Casa de la Generalidad en Perpiñán, Christopher Person, que compareció en el Parlament y dijo que él no habla de Catalunya Nord porque el estado francés lo llama Pirineos Orientales. Pues bien, todos sus antecesores en el cargo en Perpiñán –excepto una, porque está muerta– han firmado un escrito pidiendo su destitución, por "la arrogancia y la ignorancia" que exhibe. También denuncian que dijera que el catalán no se habla en las comarcas norcatalanas. La matriz centralista de Francia es conocida, pero incluso ahora que eso es la Francia catalana está admitido por la fuerza de la realidad. Miren si no esa imagen de una grúa de los Pirineos Orientales (con el símbolo de las cuatro barras) y, en el remolque, la frase: "El acento catalán de la República Francesa".
Con una indiferencia glacial, que no sé si escondía timidez o prepotencia o ambas cosas, Christopher Person demostró que no cree en el cargo que ocupa y, por tanto, debería ser cesado por el gobierno de Isla.
Buenos días.