La construcción de un monstruo llamado Donald Trump
Sebastian Stan se mimetiza con el expresidente estadounidense en 'The apprentice', que relata sus años de formación
- Dirección: Ali Abbasi. Guion: Gabriel Sherman
- 120 minutos. Canadá, Dinamarca e Irlanda (2024)
- Con Sebastian Stan, Jeremy Strong, Maria Bakalova y Martin Donovan
Si hay un hilo que une los puntos en la aparentemente dispersa filmografía del iraní Ali Abassi este es, sin duda, la mirada (¿fascinada?) de la sociedad hacia lo monstruoso. Esto era tangible en Border, película que ponía en escena la vida sexual de los troles y, también, en Holy spider, revisión crítica del caso de un asesino en serie de prostitutas en la ciudad santa de Mashhad, saludado como un héroe por los sectores más fanáticos de la sociedad. No debe sorprendernos, pues, que Abbasi se haya interesado en Donald Trump, posiblemente una de las figuras más grotescas que ha dado Estados Unidos.
Aplicando los códigos de las historias de origen a través de las cuales la cultura popular ha querido (sobre)explicar sus iconos más destacados, The apprentice comienza presentándonos un Trump joven, ambicioso pero todavía imberbe, que toma buena nota de las lecciones que le da su mentor, el abogado Roy Cohn, a quien el filme muestra como una figura trágica que construyó un aura agresiva e implacable por ocultar la vergüenza que le causaba su homosexualidad, encontrando a Jeremy Strong (el Kendall Roy de Sucesión) el actor perfecto para que aflore el patetismo de un personaje profundamente antipático. En cambio, el Trump que Sebastian Stan mimetiza prodigiosamente sigue un proceso dramatúrgico inverso: a medida que su fortuna crece, el empresario y futuro jefe de estado se vacía de todo signo de humanidad hasta convertirse en un estridente receptáculo de la gangrena ultraliberal.