Crítica de cine

Najwa Nimri glamuriza a la madre terrible de la República española

Paula Ortiz revisa para las nuevas generaciones el impactante caso de la Aurora y la Hildegart Rodríguez que sacudió la España de los años treinta

1 min
Las actrices Najwa Nimri y Alba Planas, vestidas de negro, en la película 'La virgen roja'
  • Dirección: Paula Ortiz. Guion: Clara Roquet y Eduard Sola
  • 114 minutos. España (2014)
  • Con Najwa Nimri, Alba Planas, Patrick Criado y Pepe Viyuela

El asesinato de la joven política Hildegart Rodríguez Carballeira a manos de su madre, Aurora Rodríguez, en 1933 despierta un interés por encima de tantos otros casos de la crónica negra española tanto por el horror que genera que una mujer mate la su hija de 18 años, como por la singularidad de la víctima, una chica prodigio que su progenitora concibió para ser el prototipo de mujer del futuro. En La virgen roja, Paula Ortiz recupera una historia que Fernando Fernán Gómez ya llevó al cine en la impactante Mi hija Hildegart (1977), para presentarla en un tono muy diferente a unas nuevas generaciones sensibles a los debates políticos (el feminismo pionero, el peligro de las radicalidades, la traición a los principios ideológicos) que se remueven de fondo. La apuesta clave de la directora es la elección de Najwa Nimri como madre terrible. La virgen roja convierte así a Aurora en una malvada carismática propia de un cuento de hadas terrorífico en el que Hildegart encarna, por oposición, un ideal de feminidad hegemónica. Porque, sobre todo en la segunda parte, el filme recuerda a tantas series televisivas de época dirigidas al público femenino que reivindican el papel de las mujeres en algún contexto histórico, pero mediante heroínas que nunca desafían en su representación el canon estético o el amor romántico. Es la contradicción de una propuesta que no teme perfilar la monstruosidad femenina desde cierta fascinación, pero que a la vez embellece innecesariamente la lucha feminista y la de izquierdas.

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