El placer de ver cómo le arrancan el corazón a un nazi
Guy Ritchie se inspira en 'El ministerio de la Guerra Sucia' en hechos reales revelados por documentos de Winston Churchill desclasificados en 2016
- Título original: The ministry of ungentlemanly warfare
- Dirección: Guy Ritchie. Guión: Paul Tamasy, Eric Johnson, Arash Amel y Guy Ritchie, a partir del libro de Damien Lewis
- 120 minutos
- Estados Unidos, Reino Unido y Turquía (2024)
- Con Henry Cavill, Eiza González, Alan Ritchson y Alex Pettyfer
El ministerio de la Guerra Sucia se abre con un cartel en el que se nos informa que lo que veremos a continuación está basado en hechos reales. Y, en un sentido estricto, no miente: el nuevo filme de Guy Ritchie tiene su punto de partida en los documentos de Winston Churchill desclasificados en el 2016, en los que se confirmaba que, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro británico ordenó la creación de un escuadrón clandestino para realizar misiones que no se ajustaban a los parámetros de la diplomacia internacional. El propio Churchill aparece como un personaje, al igual que Ian Fleming, que supuestamente se inspiró en el líder de esta guerrilla para modelar su James Bond.
Pero desde la primera escena, en la que la compañía se deshace de un barco alemán entre grandes chasquidos de risa y cuchilladas, se pone de manifiesto que a Ritchie no le interesa dar una lección de historia, sino mejorarla con explosiones y violencia. Quizá por eso la aproximación del director de Snatch (cerdos y diamantes) en la narrativa de proezas bélicas tiene un cierto aroma del Tarantino de Malditos malparidos, aunque a la hora de la verdad palidece en su atrevimiento para convertir la realidad en pulpa y, sobre todo, en unos diálogos empeñados en parecer ingeniosos. Afortunadamente, Ritchie no olvida que hay pocos placeres comparables a ver fascistas siendo aniquilados, y da vía libre al personaje que encarna a Alan Ritchson para disparar flechas, dar hachazos y arrancar corazones de nazis.