Cine

El día en que los muertos caminan por Sitges

Cientos de personas disfrazadas de zombi participan en la 13ª Zombie Walk del festival

Un participante en la Zombie Walk de Sitges
08/10/2023
4 min

SitgesEn el Festival de Sitges se toman la muerte muy en serio, quizá por estar su público tan habituado a verla en pantalla y, cuando luce, aplaudirla. Pero no al estilo refinado de Thomas de Quincey y su Del asesinato entendido como una de las bellas artes, sino con el espíritu popular y folclórico de una ciudad de tradición carnavalesca. Y en ninguna parte se ve más claro que en la Zombie Walk que el festival organiza cada año, una marcha en la que cientos de zombies recorren las calles de Sitges sembrando el terror y el desenfreno. Por supuesto, está abierta a todo el mundo: basta con vestirse con los peores harapos del armario y exhibir una carne tumefacta y pútrida. Y para quien no tenga maquillaje zombi a mano, el festival instala una carpa de maquillaje gratuito (limitado a 400 personas) en el paseo de la playa de San Sebastián.

La Zombie Walk que se celebra este sábado en Sitges, y que ya va por la 13ª edición, puede desconcertar al visitante desprevenido, que tanto puede verse rodeado de muertos vivientes caminando por el pueblo como cenando en un restaurante o viendo una película, sobre todo si es el maratón zombi que el festival programa poco después del desfile. Las marchas zombi son, al fin y al cabo, una fiesta popular, una celebración desacomplejada del cine de terror que nacieron a principios del siglo XXI en Estados Unidos y Canadá. La primera Zombie Walk que se celebró como tal reunió sólo a 7 personas en Toronto en 2003; diez años después, la Zombie Walk de Nueva Jersey fijó el actual récord Guinness de una marcha zombi en 9.592 participantes (disfrazados), aunque ese mismo año, en Santiago de Chile, se estimó en 15.000 los zombis reunidos en la Zombie Walk de la ciudad.

Maquillaje zombi en el Festival de Sitges
Maquillaje zombi en el Festival de Sitges

La primera Zombie Walk de Sitges, celebrada en el 2008, debía tener el mejor padrino: el padre del cine zombi, George A. Romero, que el año anterior había visitado el festival. “En la proyección en el Auditori hubo un poco de bullicio con gente disfrazada de zombi, y cuando al año siguiente surgió la idea de hacer una Zombie Walk le volvimos a invitar para que diera el pistoletazo de salida”, explica Ángel Sala, director del festival. Finalmente, Romero no pudo asistir, pero la marcha fue un éxito que, según Sala, reunió a “más de 1.000 personas”. Marc Velasco, el actual responsable de Zombie Walk, calcula que en los últimos años la marcha suele reunir a cerca de 7.000 personas, entre ellas al menos “un millar” zombificadas.

En la primera edición, recuerda Velasco, los participantes eran mayoritariamente aficionados al cine de terror. Aquella Zombie Walk culminó con un concierto gratuito de grupos afines al espíritu zombi como Tiki Phantoms, Motorzombis o Eyaculación Post-Mortem. Quince años después, la tradición del concierto continúa –este año es de Daniel Rottenbrain & The Monster Rockers, ex-Motorzombis–, pero el perfil de participante se ha diversificado. "Hay de todo: gente supernormal, señoras mayores, niños pequeños...", explica Velasco. En la carpa de maquillaje zombi que coordina Velasco, los diferentes equipos se organizan “como una cadena de montaje” de forma que en 20 minutos pueden maquillar a 10 personas.

Participantes en la Zombie Walk de Sitges
Un Mario zombi en Sitges

Zombis remojados

En trece ediciones, por supuesto, ha habido muchas anécdotas. Sala destaca la Zombie Walk del 2012, que coincidió con un chaparrón de esos históricos. “Cayó el diluvio universal y se fue la luz, pero la gente se congregó en la plaza del Ayuntamiento igualmente y, pese al aguacero, Santiago Segura y Mario Vaquerizo salieron a dar el pistoletazo de salida”, dice Sala, que recuerda cómo la lluvia comenzó a deshacer el maquillaje de los zombis. “Entre la oscuridad, los relámpagos de la tormenta y el maquillaje desfigurado de la gente, que se puso a gritar y hacer el payaso, eso degeneró en una escena apocalíptica, aterradora –dice con una sonrisa divertida–. El director de Hotel Transilvania, que también estaba allí, metió a sus hijos en el coche, porque estaban muy asustados, y de repente los zombis se nos echaron encima, dejando trozos de maquillaje en el cristal. Fue terrorífico”.

También es “toda una experiencia”, asegura Sala, ver cientos de zombies salir a las 7 de la mañana del maratón, “todavía disfrazados y medio dormidos”, camino del pueblo y de Cercanías. Pero la anécdota favorita de Diego López, adjunto de dirección, es cuando el maestro del maquillaje de efectos especiales Rick Baker (ganador de siete Oscars) dio el pistoletazo de salida a la Zombie Walk y pidió a la organización quedarse a ver desfilar a todos y cada uno de los participantes. “Estaba absolutamente fascinado –recuerda López–. Para un profesional como él, ver a toda aquella gente con tanta pasión por el maquillaje era muy emocionante”. También se confiesa "muy emocionada" Mary Lambert, que da el pistoletazo de salida de esta edición: ella es la primera mujer que dirigió una película de zombies, Cementerio de animales, de 1989.

La estrella de la Zombie Walk

La Zombie Walk tiene sus propias celebridades, como Pablo del Barrio, un habitual de los festivales de cortos de terror que ha protagonizado casi todos los spots de la marcha. “Yo hice el primer espot de la Zombie Walk y, desde entonces, fue un gag recurrente que apareciera siempre el mismo zombi”, explica Del Barrio, una estrella a la que sus fans sólo reconocen cuando se caracteriza como John Doe (el nombre del zombi que interpreta). El año pasado Del Barrio se paseó por la alfombra roja con el director Edgar Wright, y este año presentará el maratón zombi del Cine El Retiro. “El secreto del maquillaje es que tiene una base de arcilla de herboristería que suele utilizarse para el cutis, que aguanta muy bien y es confortable de llevar”, revela.

Spot de la Zombie Walk 2023
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