Tu ‘foodie’ de cabecera

El guiri, contento; el catalán, más

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Tu ‘foodie’ de cabecera El guiri, contento; el catalán, más

Si fuera extranjera y quisiera recomendaciones para comer en Barcelona, seguro que agradecería tener estos cuatro locales en la lista. Así pues, ahora que los guiris han vuelto, si tenéis compromisos -que suelen ser un problema-, aquí tenéis algunas ideas. O todavía mejor: si no habéis estado en alguno de estos lugares, haced el favor de ir para que no pierdan su carácter e identidad. Ay, siempre navegando entre el turismoempacho (que no la turismofobia) y las ganas de enseñar que Barcelona es preciosa. Uy, me desvío del tema: que empiecen 24 horas de atiborrarse non-stop.

Almorzar en La cova fumada (calle Baluard, 56). Una joya de la Barceloneta a la que no le hace falta ni cartel en la puerta. El olor y la gente en la entrada esperando para disfrutar del festival os llevarán hasta allí. En su Instagram tienen una foto en blanco y negro de los años 50 y ponen “Como podéis ver, todo sigue igual”. Y sí, todo sigue igual y es de agradecer, porque no es nada fácil. Sardinas, su archifamosa bomba, derrame, bacalao, cap i pota, alcachofas... Todo tan bien regado y tan cargado de vida que despierta a cualquiera.

Después de pasear y quemar el almuerzo, la comida será en El Xampanyet (calle Montcada, 22), una tasca fundada en 1929 con mesas de mármol y unas baldosas que enamoran. Lo veréis lleno, pero tened paciencia y hablad con el personal, que siempre son muy campechanos. Ya veréis como al cabo de no mucho os hacen un rincón. Os prohíbo que os marchéis sin probar los garbanzos. Si consigo que alguien los pruebe y disfrute tanto como yo, ya me doy por satisfecha. Tienen espárragos como troncos, pinchos, tortillas... Todo está bueno. Y, sobre todo, hay que beber con sus míticas copas de xampanyet.

Hará falta seguir andando, porque la merienda no será ligera a pesar de que se come sin hambre. Será en la Granja La Pallaresa (calle Petritxol, 11). Desde 1947 endulzándonos la vida. Lugar ideal para explicar qué es un suizo y para mostrar que además de churros se pueden mojar melindros y ensaimadas. Es otro lugar en el que no suele caber ni un alfiler, pero con un personal tremendamente ágil. Si veis cola afuera, no os asustéis, que no pierden el tiempo y la espera no suele ser muy larga.

Y llegamos a la cena. Para lo que habrá que ir a Poblenou, para disfrutar del encanto de Can Recasens (rambla del Poblenou, 102). Nadie tendría que irse de Catalunya sin saber qué es el fuet y el pan con tomate, y aquí lo resolveremos. Mesas de embutidos y quesos, ensaladas y una fantástica bodega. El local, modernista, es cálido y romántico. En este caso os recomiendo reservar, porque lo hacen muy bien desde 1906, así que es un lugar de solvencia contrastada. Si una vez acabada la cena el guiri todavía está vivo, podéis dar un paseo por la rambla del Poblenou, os lo dejo a vuestro criterio.

Declaración de intenciones

Este texto no es contenido publicitario. Todos los lugares los he visitado como clienta y he pagado la cuenta como cualquier otra persona.

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