Las consecuencias inesperadas de la muerte del padre
Marc Parera debuta con 'La nit més clara', una novela sobre el duelo de un joven
BarcelonaSi el relato de alguien que ha sufrido una desgracia es más contenido, ¿le ayudará a sobreponerse que si es excesivo? ¿Puede el lenguaje ser una fuente de curación? ¿Puede serlo callar? Tras perder al padre, el protagonista de la primera novela del traductor y escritor barcelonés Marc Parera (Barcelona, 1979), La noche más clara (La Magrana), se plantea qué pasaría si redujera el lenguaje "al mínimo necesario": "¿Mivaría la pena a través del silencio?". "¿Y si dejara de pensar en él y colocara el dolor bajo mantos de hormigón y tierra? ¿Cuál sería el edificio resultante?", se pide también el personaje. Este afán minimalista se refleja en la estructura de la novela, formada por una sucesión de fragmentos más o menos breves. Algunos de ellos son como un microcuento en la novela, otros tienen un aire poético y otros son aforísticos. Todos ellos son como una cápsula que se abre a medida que se lee. El duelo por la muerte de su padre, que era un hombre poco cariñoso, es el punto de partida, pero más adelante la vida de Damià, que al inicio de la novela vive con su abuela, emprenderá caminos inesperados.
"Quería que los fragmentos fueran muy concisos", afirma Marc Parera, licenciado en filología catalana y periodismo y actualmente es profesor de lengua para adultos. "Cuando leía los fragmentos me planteaba qué sobraba –explica–. La editora, Helena Guilera, me dijo que suelen pedir a los autores que eliminen partes de las novelas. A mí, en cambio, me pidió que profundizara en algunos de los fragmentos". De cómo es Damià, Parera explica pocos detalles, pero eso no le parece ningún obstáculo. "Es un personaje que está desdibujado en muchos aspectos: el nombre no aparece al inicio, y la apariencia física no está descrita. Pero al final en cierto modo todos lo acabamos conociendo, sabemos qué tipo de persona es, hacia dónde va y qué siente", dice el autor, que tampoco quiere adscribir a ningún género en concreto una novela que aborda temas como el envejecimiento, cuidados, inmigración, explotación sexual, violencia y relaciones amorosas. Sea cual sea el género, Parera es capaz de tocar temas trascendentales y, al mismo tiempo, fijarse en detalles mínimos como la cola torcida de un gato.
El afán por evadirse de una realidad dolorosa
La decisión más sorprendente del protagonista de La noche más clara es que, después de la muerte de su padre, y antes de matricularse en la carrera de filología románica en la Universidad de Barcelona, empieza a hacer de chapero. "La prostitución es un mundo antagónico al dolor del personaje, y quería hacer esta mezcla, que puede parecer chocante. El personaje hace esta elección como una distracción del sufrimiento, una oportunidad que coge y que le lleva a un entorno del que entrada, no puede salir. Los temas fueron apareciendo durante el proceso creativo. El del amor no lo tenía pensado, pero me sirvió para aportar luz al libro", dice el autor. "Todas las elecciones que hacemos, aunque creemos que están a nuestro favor, quizás no lo son", advierte.
Por encima de La noche más clara planea el legado de Ágota Kristóf, una de las autoras que aparece en los agradecimientos de la novela junto con otras como Vivian Gornick y Rebecca Solnit. Cuando Parera entregó la traducción de unos cuentos de Kristóf que están pendientes de publicación, también le dio a la editora los originales de tres novelas, la más temprana de las cuales es La noche más clara. La terminó hace unos quince años, fue revisando a lo largo de los años, y lo ha vuelto a hacer antes de la publicación. "Ágota Kristóf no tiene grandes figuras descriptivas, grandes adjetivos. Es concisa y puede ser cruda, y lo que he intentado es ser conciso e introducir algún elemento poético que suavizase la dureza de la historia", apunta Parera.
Asimismo, La noche más clara se puede ver como un eslabón, bastante singular, de una tradición de narrativa catalana gay en catalán. "No soy consciente, he tratado el tema con naturalidad porque yo lo vivo de una manera natural. Como la novela está escrita en primera persona, al principio pensé que quizás me atribuirían cosas del personaje. Damià tiene muchas cosas de mi mirada, en detalles que se fija, pero en lo demás no", concluye Parera.