Diez clásicos literarios imprescindibles para disfrutar en catalán
Nuevas traducciones catalanas de autores como Victor Hugo, JW Goethe, George Eliot y Virginia Woolf conviven con la apuesta por descubrir nombres menos conocidos pero valiosos como los de Debora Vogel y Siguizmund Krjijanovski
BarcelonaLa traducción al catalán vive una etapa de esplendor desde hace varios años, tanto en géneros como la narrativa y la poesía como, más recientemente, el ensayo. Versionar clásicos, antiguos y contemporáneos, canónicos pero en algunos casos poco conocidos ahora, pasa por una etapa prolífica y con resultados de una calidad remarcable. Seleccionamos diez de los más destacados que han llegado a librerías durante este otoño.
'Notre-Dame de París', de Victor Hugo
Trad. Esther Tallada / Ediciones de 1984
Ediciones de 1984 empezó a celebrar sus 40 años de vida con Guerra y paz, de Lev Tolstoi, traducida por primera vez del ruso al catalán por Judit Díaz Barneda, y ha cerrado el cumpleaños publicando Notre-Dame de París, de Victor Hugo (1802-1885). Aparecida en francés en 1831, es una de las cimas de la novela histórica, ambientada en la capital francesa a finales del siglo XV y protagonizada por un terceto de personajes memorables: el campanero jorobado Quasimodo, la gitana danzante Esmeralda y el arcediano taciturno y torturado Frollo. La nueva e impecable traducción de Esther Tallada –que ha presentado hace unos meses el millar de páginas de los Cuentos de William Faulkner– llega casi un siglo después de la primera, firmada por el abogado Rafael Folch i Capdevila y publicada por la Llibreria Catalònia en 1929. "Había que volver a ponerse por motivos objetivos y cualitativos, a los que se añade el mío gusto personal: me lo he pasado muy bien haciéndolo", comenta Tallada.
'Middlemarch', de George Eliot
Trad. Xavier Pàmies / La casa de los clásicos
"Los malos lectores quieren historias fáciles de entender, delgadas como el papel de fumar. Eliot hace más que eso. Nos ofrece un mundo entero apoyado sobre cuatro columnas (el triángulo amoroso, el hospital, el dinero y los noviazgos) y apretado de todo tipo de cosas. Estamos en la época victoriana: la de los muebles damasquinados, los empapelamientos de flores, el terciopelo y las sillas tapizadas de arabescos". Así describe Núria Perpiñán Middlemarch, que George Eliot (1819-1880) publicó en 1871 en inglés y que Xavier Pàmies acaba de traducir, en un año en el que también ha presentado La perla y Hombres y ratones de John Steinbeck para Proa. La extensa novela culmina una retahíla de versiones de la autora inglesa, entre las que destacan Adam Bede (Adesiara, 2023; trad. Joan Antoni Cerrato) y Silas Marner (Ediciones de 1984, 2023; trad. Jordi Fité). De Eliot quedan aún por traducir El molino del Floss (1860), Romola (1983) y Daniel Deronda (1876).
'La hija del capitán', de Aleksandr Pushkin
Trad. Arnau Barios / Cal Carré
Cinco años después de la esplendorosa versión de la novela en verso Eugeni Oneguin (Club Editor), Arnau Barios ha vuelto a Alexander Pushkin (1799-1837). La hija del capitán es una novela en la que el amor y la bondad se imponen a la guerra gracias al periplo de un joven al que el padre envía a hacer el servicio militar a los confines del imperio ruso. y sufridor, el protagonista confía en desconocidos mientras atraviesa la jara, se bate en duelo, sufre la conjura de compañeros envidiosos, presencia crímenes atroces cometidos en nombre de la libertad y, sobre todo, se enamora de la hija del capitán. Este año, Barios también ha presentado una nueva traducción al catalán deAlmas muertas, la obra maestra de Nikolai V. Gógol (La Casa de los Clásicos).
'Frankenstein', de Mary Shelley
Trad. Xavier Zambrano / Viena
Mary Shelley (1797-1851) fundó el terror gótico y la ciencia ficción con la historia del científico que es capaz de dar vida a una criatura hecha a partir de recortes de cadáveres. La autora inglesa publicó Frankenstein de forma anónima cuando tenía 20 años. Dos siglos más tarde, la sombra del monstruo sigue proyectándose con fuerza sobre cualquier creación que hurgue en las rendijas de la vida artificial y en los límites de la libertad del ser humano ante su creador. Al igual que ocurrió más tarde con Drácula, el personaje de Shelley se ha convertido en un icono tenazmente arraigado en el imaginario popular. Xavier Zambrano ha traducido de nuevo el clásico, que ya contaba al menos con dos versiones: la que hizo Quim Monzó para la Granada (1983) y la de Carme Roig para Barcanova (2012).
'Elegies romanes', de Johann Wolfgang von Goethe
Trad. Feliu Formosa / Adesiara
"Somos devotos, los amantes, en silencio adoramos a todos los demonios, / deseamos cualquier dios o diosa que nos sean propicios", dejó escrito JW Goethe (1749-1832) en una de las Elegías romanas (1795) que acaba de traducir Feliu Formosa. Para escribirlas, el autor alemán se dejó imbuir "de la luz de Italia, en un proceso que dio la vuelta a las premisas de su mirada creativa hasta el punto de que la influencia itálica tuvo un largo alcance; de hecho, la resto de su vida", según explica Jordi Solà Coll en el prólogo del volumen.
Con 90 años cumplidos, Formosa es uno de los traductores en activo más veteranos del panorama literario catalán, con un larguísimo currículum que incluye a autores como Heinrich Heine, Franz Kafka, Bertolt Brecht, Georg Trakl y Nelly Sachs. Hasta ahora, sin embargo, nunca se había enfrentado con ningún libro entero de Goethe, autor de quien este año también se ha publicado una nueva –y necesaria– traducción deLos sufrimientos del joven Werther, a cargo de Ramon Monton (Ediciones de la Ela Geminada).
'Una habitación propia', de Virginia Woolf
Trad.
La primera traducción catalana de Virginia Woolf llegó muy pronto. En 1930, sólo cinco años después de que Mrs. Dalloway fuera publicada en inglés, se pudo leer en versión de César August Jordana ya cargo de el entonces joven editorial Proa, que habían fundado en 1928 Josep Queralt y Marcel·lí Antic. La versión de Maria Bosom deUna habitación propia renueva la que había hecho Helena Valentí para Grijalbo (1985) y es la última novedad de una rastrillera de nuevas traducciones de la escritora, entre las que destacan las dos antologías de los dietarios –firmadas por Dolors Udina y Carlota Gurt para Viena y Club Editor, respectivamente–, la antología de cuentos hecha por Marta Pera Cucurell (Algunos cuentos, Cal Carré, 2024) y la traducción de Xavier Pàmies de Hacia el faro (La Casa de los Clásicos, 2022).
Una habitación propia se basa en dos conferencias impartidas por Woolf en 1928. "Utiliza su vasto conocimiento de la literatura inglesa para examinar el papel que han tenido las mujeres", escribe Maria Bosom. Lo hace desde dos perspectivas hasta entonces insólitas: "La figura de la mujer en las obras escritas por hombres y la irrupción de las mujeres en el oficio de escribir". La autora deOrlando reivindica "la necesidad de reinventar la literatura y, por tanto, la lengua, para que las mujeres puedan expresar su forma de ver el mundo a través del arte".
'El dobladillo', de Raymond Roussel
Trad. de Adrià Pujol Cruells / LaBreu Ediciones
Novela en verso construida con más de 5.000 alejandrinos pareados, El dobladillo fue el primer hito literario de Raymond Roussel (1877-1933) y, al mismo tiempo, su primer fracaso. "Tuve la impresión de haber sido precipitado desde una cima gloriosa hasta el suelo", admitía años después de publicar el libro: la poca repercusión de la obra en Francia sumió al autor en la depresión y le invitó a consumir antidepresivos hasta el final de su vida, durante la cual escribió artefactos tan singulares como Locus solus (1914; en catalán a Lleonard Muntaner, traducida por Joaquim Sala-Sanahuja en 2013) y Nuevas impresiones de África (1932; en catalán en LaBreu, traducida por Jordi Vintró en 2014).
Casi una década más tarde de enfrentarse al reto de traducir El eclipse –novela de Georges Perec sin ni una sola letra a– Adrià Pujol Cruells se atreve ahora con un libro juguetón, exigente, festivo y único: "Balcón / sí, balcón no, la turba es un turbón; / vagando, Gaspart pasa por debajo / y los disfrazados le vacían una bota / de confeti en la cabeza, que repica sordo / en su sombrero frigio y le deja lord". El resultado es tan deslumbrante y críptico como el original de Roussel.
'Figuras geométricas', de Debora Vogel
Trad. de Golda van der Meer / Flâneur
Si 2024 empezó con la publicación de una de las últimas novelas escritas en ídice, la monumental A ciegas por la tierra, de Leib Rokhman (Club Editor; trad. Joan Ferrarons y Llagostera), ahora llega la primera antología poética de Debora Vogel (1900-1942) en catalán, Figuras geométricas, traducida también del ídice, en este caso por Golda van der Meer. "Entiendo mis poemas como el intento de un nuevo estilo y veo una analogía con la pintura moderna", escribía en el prefacio de Figuras de día. (1930), su debut. "Durante siete años / he contado los otoños: / de nuevo los árboles son rojos y amarillos, / y nada llega", comienza El octava otoño, en el que el tedio vital convive con la caricia de las farolas y "los carteles publicitarios amarillos y rojos". "En toda la obra de Vogel hay una escasez deliberada de pronombres en primera o segunda persona –admite la traductora del volumen–. Escribir en ídice le permite conseguir una sensación de extrañamiento o lejanía que separa esta lengua de su yo personal mediante el uso de personajes objetivados y anónimos".
'Minima Moralia', de Theodor W. Adorno
Traducción de Joan Ferrarons i Llagostera / Arcàdia
Escrito entre 1944 y 1949, Minima Moralia es uno de los textos clave del filósofo, musicólogo y sociólogo Theodor W. Adorno (1903-1969), conocido también por su vínculo con la prestigiosa Escuela de Frankfurt. El autor desarrolló su pensamiento a partir de 153 aforismos que analizan el impacto del capitalismo, la cultura de masas y el fascismo en el individuo. La alienación, la pérdida del pensamiento crítico y el conformismo son observados con una minuciosidad tan lúcida e implacable como cuando disecciona los crímenes cometidos por los nacionalsocialistas durante la Segunda Guerra Mundial: "A juzgar por los testigos, se ha torturado con desgana y se ha asesinado con desgana; quizá sea justamente por eso que se ha torturado y asesinado más allá de toda medida", afirma. Adorno.
Las "reflexiones sobre la vida deteriorada" del autor de Dialéctica negativa (1966) eran inéditas hasta ahora en catalán. Joan Ferrarons y Llagostera, que además de haber traducido a Leib Rokhman del ídice ha versionado del alemán libros como El castillo, de Franz Kafka y El nacimiento de la tragedia, de Friedrich Nietzsche, ha hecho un trabajo encomiable para Arcadia, sello de referencia para leer pensamiento en catalán.
'El papel pierde la paciencia', de Siguizmund Krjijanovski
Traducción de Marta Nin / Comanegra
Siguizmund Krjijanovski (1887-1950) tuvo la mala suerte de ofrecer una mirada literaria que no encajaba con la época en la que trató de abrirse camino. Sus cuentos "surrealistas y especulativos (...) desafían, cambian y ensanchan nuestra concepción del mundo", asegura la traductora Marta Nin, recién presentada la primera antología del escritor ruso en catalán, El papel pierde la paciencia. Escritas entre 1922 y 1939, las nueve piezas son una pequeña muestra del extensísimo legado de Krjijanovski, que se conservó gracias al tesón de su viuda, Anna Bovxek, y se empezó a difundir "casi por casualidad" a partir de 1989, con la publicación de Recuerdos del futuro.
Krjijanovski "no acomodó su literatura a las pautas del régimen". El carbón amarillo o El codo inmorable no reflejan "la construcción radiante de un nuevo mundo socialista". Quizá por eso el autor a menudo opta por el delirio fantástico, como ocurre en Los dedos fugitivos, en la que una de las manos de un pianista de renombre huye en pleno recital: "Al encontrarse sobre el asfalto pegajoso y frío de la plaza, pisando escupitajos y charcos fangosos, los dedos se dieron cuenta en cuanto su desbandada era una completa locura, un disparate. Pero ya era demasiado tarde".