Música

El grito feminista de Yoko Ono, reivindicado con inteligencia artificial

El grupo de investigación Ekho de la Universidad de Barcelona crea con IA gritos como los de la artista japonesa

Magda Polo Pujadas
4 min
El grupo de investigación Ekho de la Universidad de Barcelona trabajando en la 'Yoko Ono's suite'.

BarcelonaUno de los aspectos a resaltar del arte contemporáneo y las nuevas tendencias ha sido la importancia que se le ha dado al proceso artístico y creativo. Creo que poner sobre la mesa todos los aspectos que han inspirado, en nuestro caso, el tema de música conceptual híbrida Yoko Ono's suite (que se presentará en Sónar), es una de las cosas que encuentro más interesantes, a veces, más incluso que el resultado final. Por eso, en este segundo artículo dedicado a desvelar los secretos del proceso creativo es obligado centrarme en la atalaya desde la que se ha gestado toda la música. El concepto que he bautizado como “música conceptual híbrida” es deudor de la música programática de la segunda mitad del siglo XIX, en la que la inspiración a partir de elementos extramusicales y la confección de un programa que contara la historia tratada aproximaban la música a los oyentes. Ésta es la voluntad de explicar qué hay detrás de este tema musical, que se ha gestado primordialmente a partir del feminismo de Yoko Ono.

Yoko Ono, como artista y figura pública, ha sido un icono del feminismo y ha utilizado su arte y su vida para desafiar normas sociales y promover la igualdad de género. El 23 de febrero de 1972 publicó en el New York Times el artículo The feminization of society. En este texto trata el tema del lesbianismo, el embarazo y la necesidad de que los hombres asuman roles que hasta entonces, ni ahora (¡seamos sinceras!), habían asumido con normalidad como, por ejemplo, en la implicación en la crianza de los hijos , en la organización doméstica, etc. El objetivo final de la liberación femenina, tal y como propone Ono, no es sólo huir de la opresión masculina, sino que es mucho más que eso: es encontrar el equilibrio entre hombres y mujeres, siempre que los hombres hagan el esfuerzo de reconocer la potencia de la fuerza femenina y asuman una nueva forma de ver el mundo desde el realismo, la intuición y el pensamiento empírico y no someterlo todo a la fuerza masculina ya una visión que está marcada por las ideologías, el dominio visceral y el pensamiento lógico.

En el ámbito artístico, esta reivindicación feminista se traduce con sus conocidos gritos. Unos gritos que no son sino la expresión del empoderamiento y la expresión personal de la mujer. Tenemos un montón de ejemplos de sus gritos: el dúo en directo que hicieron en 1972 John Lennon y Chuck Berry en el show de Mike Douglas, donde Ono aparecía de repente gritando en el tema Johnny B. Goode pero, de repente, le apagaron el micrófono; la actuación de Get back con los Beatles o la performance Voice piece for soprano and Wish tree (1961) en el MoMA en verano de 2010, siguiendo la instrucción de la obra que escribe (gritar contra el viento, contra la pared, contra el cielo).

De su infancia en Japón, Ono recuerda que las mujeres hablaban bajo, debían tener voces suaves, armónicas y seductoras. Los gritos son su manera de mostrar la voz desgarrada de la mujer durante el parto. Por eso, ella pone a las mujeres a llorar ya experimentar una catarsis y una liberación de emociones profundas. Los gritos de Ono son una forma de canalizar y expresar emociones intensas, como la frustración, el dolor, la ira y la liberación. Esta forma de expresión visceral desafía a las normas tradicionales, es una forma de protesta contra las estructuras patriarcales y las opresiones sociales. Representan una liberación de las restricciones impuestas a las mujeres ya las artistas y una afirmación de la autonomía personal.

Como parte del movimiento Fluxus y del arte de la performance, los gritos de Ono se sitúan en una tradición de experimentación y vanguardia, ya que forman parte de un lenguaje artístico que busca provocar, desafiar y transformar, como Don't worry, Kyoko (mummy's only looking for her hand in the snow), Why, Cold Turkey o en We're all water. Con su voz cruda y sin filtros, Ono promueve la autenticidad y la vulnerabilidad, aspectos importantes en la lucha por la igualdad de género y, por eso, en sus performances crea espacios donde las mujeres pueden ser vistas y escuchadas de forma no convencional.

Dado que el grito ha sido un elemento clave en la obra de Yoko Ono, en el tema Yoko Ono's suite hemos grabado y entrenado la IA para que nos haga unos gritos similares (y clonados) a los que hacía Yoko Ono. Yo he sido la primera imitadora. Hemos grabado a mujeres de generaciones diferentes teniendo como referencia que ella es la primera mujer que llama, ella es la Eva del paraíso –tal y como se reconoce en Apple– y todas nosotros, todas las mujeres, representamos a la última mujer. Por eso el tema comienza con los gritos de Yoko y termina con los gritos de mujeres anónimas que también creemos en el feminismo y en el empoderamiento de la mujer. El día del estreno del tema en el Sónar invitaremos al público femenino para que llame y podamos entrenar estos gritos para que formen parte del tema. Así, cada vez que se haga una audición pública, sonará algo distinto. El público formará también parte del proceso, algo que considera muy importante, y también creará.

Magda Polo Subidas

Catedrática de la Universidad de Barcelona

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