La semana pasada, el propietario de la red social X (que muchos llamaremos Twitter al menos un año más) y mano derecha de Donald Trump, el magnate Elon Musk, hizo público su apoyo explícito al partido neonazi Alternativa por Alemania (AfD) . "Sólo AfD puede salvar a Alemania", escribió Musk, a quien durante la campaña electoral americana le gustaba presentarse a los mítines como "un MAGA del lado oscuro". Unas horas más tarde tuvo lugar el atentado de Magdeburgo, en el que un atacante embistió a la multitud en un mercado de Navidad, con un resultado de cinco muertos (cuatro mujeres y un niño de nueve años) y más de doscientos heridos. No se puede decir que exista ninguna relación causal entre uno y otro hecho porque no hay ningún indicio ni prueba de que sea así. derecha que se está haciendo hegemónica a todo Occidente le interesara establecer este vínculo, lo establecerían sin ningún problema. Los indicios, pruebas, lógica y realidad misma son irrelevantes para Trump, Musk y sus numerosos discípulos en todo el mundo. Lo único que realmente les interesa es hacer prevalecer su verdad, aunque esta verdad sea falsa, y supongo que ya se entiende el oxímoron.
Una buena muestra de esa verdad falsa la mujer, justamente, AfD cuando trata de sacar rédito político del atentado de Magdeburgo. El atacante, Taleb al Abdulmohsen, es un médico de 50 años que había llegado de Arabia Saudí como refugiado a Alemania, donde había renunciado a la fe musulmana y se había pasado al otro lado, el del extrema derecha islamófoba. Se había declarado, precisamente, cercano a la ideología de AfD, pero ahora el partido al que Taleb al Abdulmohsen profesaba simpatía no duda en manipular los hechos para presentarlo como un islamista radical. "Solo nosotros le habríamos deportado", afirma Sven Trischtler, dirigente de AfD en el Parlamento del Norte del Rin del norte-Westfalia. Arabia Saudí había enviado alertas a las autoridades alemanas durante el año 2023 sobre la peligrosidad de Taleb al Abdulmohsen. AfD aprovecha esto para echar la culpa "a los políticos" (a todas las formaciones políticas salvo la suya) de que el atentado se llegara a cometer.
Todo esto ocurre a dos meses que se celebren las elecciones anticipadas en Alemania el próximo 23 de febrero (una fecha, por cierto, de resonancias fascistoides en España). Que Musk exprese apoyo a AfD va más allá de un particular que apoya a un partido: quiere decir que pone toda su capacidad de desinformar y desestabilizar al servicio de esa gente, como ya lo hizo con Trump. El nuevo presidente americano, mientras tanto, entretiene la espera hasta el 20 de enero, cuando volverá a tomar posesión del cargo, diciendo que quiere quedarse Groenlandia o el Canal de Panamá, y prometiendo la mayor expulsión de inmigrantes de la historia de EE.UU. Ya sé que todo esto excita a algunos bachilleres nostrats, que se complacen en deplorar los errores de la izquierda y los males del pensamiento woke. Pero si me lo permiten, a mí todo este desfile de malas bestias, además de cierta inquietud, me causa una pereza infinita.