Alemania

La extrema derecha intenta sacar rédito electoral del atentado en Magdeburgo

La líder de AfD describe al atacante como un "islamista" aunque era simpatizante del partido y abiertamente islamófobo

Alice Weidel, colíder de Alternativa por Alemania en una manifestación en Magdeburgo.
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BarcelonaCon la situación política en Alemania boca abajo y a dos meses justos para que se celebren elecciones anticipadas, el atentado del viernes en el mercado de Navidad de Magdeburgo, que ha dejado cinco muertos y más de 200 heridos, ha exacerbado la polarización en el país. Poco después de que se supiera qué había pasado en esta ciudad del este de Alemania, varios miembros del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) corrieron a las redes sociales para intentar capitalizar el atentado y apuntaron a la política de puertas abiertas del país como culpable en base a asunciones que horas después quedaron refutadas.

Menos de una hora después del atropello masivo, empezaron a difundirse falsos rumores, como había cinco atacantes que habían llegado a Alemania como refugiados desde Siria en 2015 y 2016. Y varios miembros de AfD se pronunciaron rápidamente en X. "Sólo AfD habría deportado al hombre hace tiempo", decía Sven Tritschler, vicepresidente de Alternativa para Alemania en el Parlamento del Norte del Rin - Westfalia. Una diputada del partido en la Baja Sajonia, Vanessa Behrendt, responsabilizó a los demás partidos alemanes, como los socialdemócratas, la CDU, los verdes y Die Linke: "Ellos son los responsables de eso. Sólo ellos". La líder de AfD, Alice Weidel, candidata a canciller del partido de extrema derecha en las elecciones de febrero, escribió: "¿Cuándo acabará esta locura?".

Horas después, sin embargo, los primeros detalles sobre el atacante, identificado como Taleb A., revelaban un perfil muy diferente al que muchos habían presupuesto y parecía descartada la motivación islamista. El detenido, un exmusulmán, compartía la ideología islamófoba de AfD, y había mostrado públicamente su simpatía hacia el partido y también hacia Elon Musk. El multimillonario aliado de Donald Trump, de hecho, se ha inmiscuido también en la política alemana y ha mostrado su apoyo a Alternativa para Alemania. También, poco después del atentado pidió a través de su cuenta de X la dimisión inmediata del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, a quien tildó de "loco incompetente".

Pese al perfil del atacante, el partido de extrema derecha no ha quedado desactivado, porque ha podido sacar jugo de las informaciones que aseguran que Arabia Saudí, el país de origen del hombre, había avisado en varias ocasiones las autoridades alemanas sobre el riesgo para la seguridad que suponía. Este lunes por la tarde, Alternativa para Alemania –que se posiciona segunda en las encuestas sobre las próximas elecciones legislativas– ha querido sacar rédito y desvincularse del atacante y ha convocado una manifestación en Magdeburgo, a la que han asistido unas 3.500 personas, según la agencia Reuters. velas se han manifestado en una contramanifestación y han formado una cadena humana para protestar contra lo que consideran un uso político del atentado.

Manifestación convocada por Alternativa para Alemania en Magdeburgo después del atentado.

La líder de AfD, Alice Weidel, que aspira a liderar también al gobierno alemán, ha convertido la manifestación en un mitin en el que ha defendido que Alemania necesita un cambio y ha hecho énfasis en la seguridad, una cuestión que se prevé que sea un de los temas clave en la campaña electoral. "Queremos que, por fin, en el país haya un cambio para que por fin podamos vivir en seguridad [...], para que nunca más una madre tenga que estar de luto porque haya perdido a un hijo", ha dicho Weidel, haciendo referencia a la familia del niño de nueve años que murió en el atropello.

Weidel dice que el autor es un "islamista"

Pese a que Taleb A. se había descrito a sí mismo como "el mayor crítico del islam en toda la historia", este lunes Weidel le ha descrito como un "islamista lleno de odio hacia todo lo que nos une a las personas, a los alemanes ya los cristianos".

El líder de AfD en el estado de Sajonia-Anhalt –del que Magdeburgo es la capital–, Jan Wenzel Schmidt, ha pedido que Alemania cierre las fronteras, una reclamación que ha sido respondida por el público con gritos de "¡Deportad!, deporteu!".

Este lunes, la ministra de Interior alemana, la socialdemócrata Nancy Faeser, ha admitido que es necesario reforzar la seguridad interna y ha instado a las diversas fuerzas políticas a ponerse de acuerdo para aprobar leyes sobre reforma policial y vigilancia biométrica. "Está claro que debemos hacer todo lo posible para proteger al pueblo de Alemania de actos de violencia tan horribles. Para ello, nuestras autoridades en materia de seguridad necesitan todos los poderes necesarios, así como más personal", ha apostillado. afirmado en una entrevista en Der Spiegel.

Después de el ataque con cuchillo en la ciudad alemana de Solingen el pasado verano, los legisladores endurecieron las leyes sobre armas y reforzaron los poderes de los responsables de seguridad. Pero Faeser ha lamentado que los cambios legislativos fueran bloqueados por los liberales del FDP –socios de gobierno hasta hace mes y medio– y el principal partido de la oposición, la conservadora CDU.

El jefe adjunto del comité de seguridad del Bundestag, el Parlamento alemán, ha anunciado que convocará una sesión extraordinaria para aclarar por qué no se hizo caso de las advertencias sobre el peligro que suponía Taleb A., que vive en Alemania desde de 2006.

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