Ópera

Parodia operística sobre la adicción a los móviles en versión fitness

El Festival de Peralada presenta una versión escenificada de 'The telephone', de Menotti, con Jan Antem y Ruth González

Una escena de 'The Telephone' de Menotti en Peralada
2 min
  • Gian Carlo Menotti
  • Dirección musical: Iván Martín
  • Dirección escénica: María Goiricelaya
  • Con Jan Antem y Ruth González
  • El Mirador / Castillo de Peralada
  • 4 de agosto de 2023

En esta edición del Festival de Peralada sin grandes producciones en el escenario de los jardines, que está cerrado por obras de reforma, la única ópera del cartel es The telephone, or l'amour à trois, de Gian Carlo Menotti. La obra, escrita en 1947 y organizada en un solo acto de 30 minutos de duración, narra de forma visionaria cómo la adicción al teléfono desencadena una crisis de pareja irremediable. La música, de armonía tonal, juega con el uso de leitmotivs y el recurso de sonidos onomatopeicos, a la vez que dibuja melodías luminosas y sofisticadas, entre el canto musical y la coloratura belcantista, sobre una orquestación ligera e individualizada.

La escritura musical no es especialmente inspirada y cautivadora, por lo que la pieza cede todo el protagonismo a la comedia de la trama. La disputa, un punto naíf y evidente desde la mirada contemporánea, relata la frustración del joven Ben, que quiere pedir matrimonio a su pareja Lucy, pero ésta le interrumpe una y otra vez para atender las llamadas. En Peralada, el joven barítono catalán Jan Antem, un valor al alza que la próxima temporada debutará en el Liceu, asumió el rol masculino luciendo una voz sorprendentemente madura y consistente, mientras que la soprano ligera Ruth González, con más pasajes protagonistas, resbaló en el papel femenino con un timbre excesivamente metálico y asperezas aún por pulir.

Una escena de 'The Telephone' de Menotti en Peralada

En tiempos de Menotti, el teléfono era un aparato analógico con cableado de espiral, pero, en la producción de Peralada, la tecnología se actualiza por los smartphones que hoy todo el mundo lleva encima, con cámara selfie y asistente de voz. El mensaje de la dependencia en los móviles y la frialdad de las relaciones sociales está completamente vigente, y, para acentuarlo aún más, la propuesta escénica, diseñada por María Goiricelaya, rodea a los dos protagonistas de máquinas de fitness y figurantes vestidos con ropa de deporte, que graban cada momento de la acción. La voz en off previa a la representación también anima a los espectadores a sacar las cámaras de los móviles durante la función.

Para alargar el concierto, la obra de Menotti se encadenó con la actuación after party de la orquesta GIO Symphonia, prevista inicialmente en la salida de la sala del Mirador. Sin embargo, la fuerte tramontana obligó a la formación gerundense, que interpretaba versiones de David Bowie y The Beatles con Elena Tarrats como solista, al interior del recinto y fueron necesarios hasta 45 minutos –eso sí, con servicio de barra y cócteles– para hacer cambio de escenario.

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