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Remedios Zafra: "La IA hace poemas y los trabajadores culturales hacemos las facturas, y esto es terrible"

La escritora y ensayista reflexiona sobre la precariedad y la creatividad en el ciclo de Diálogos de Pedralbes '¿Qué es una vida buena?'

Un momento del debate en el Monasterio de Pedralbes
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BarcelonaPara crear o para imaginar se necesita tiempo, pero ¿dónde está ese tiempo? ¿Cómo lo encontramos en una época de precariedad y en la que cada vez se acumulan más tareas burocráticas que las nuevas tecnologías no facilitan sino que aumentan aún más? "Las personas que nos dedicamos a realizar trabajos culturales cada vez tenemos menos tiempo de realizar trabajos creativos, porque debemos dedicar muchas horas a la burocracia, y se está produciendo un desafecto creciente con nuestro trabajo", reflexiona la escritora y ensayista Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973). "La IA hace los trabajos más bonitos, como escribir poemas, y yo tengo que dedicarme a hacer facturas", añade con ironía la autora de'Entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital y Frágiles. Carta sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura, ambas publicadas por Anagrama.Zafra, que participó en el ciclo ¿Qué es una vida buena?, organizado con la colaboración del ARA, bajo la dirección intelectual del filósofo Daniel Gamper y con la moderación de Antoni Bassas, reflexionó sobre los peajes burocráticos, la falta de tiempo y la precariedad entre los que se dedican a la cultura ya la creatividad. Zafra no sólo habló de problemas, sino que propuso posibles soluciones. Ofreció esperanza.

Dedicarse a hacer cosas creativas puede tener sus trampas. "Eres tan entusiasta que es imposible no abusar de ti, me han llegado a decir alguna vez. De alguna manera, han logrado que el entusiasmo y la amabilidad sirvan para legitimar el abuso -lamenta Zafra-. Ha sido fácil para estas empresas e instituciones hacer valer este entusiasmo, porque como no nos gusta, nos gusta". Todo ello tiene ciertos peligros, sobre todo en un mundo laboral cada vez más precario: "Puede generar frustración y cierto resentimiento, porque existe una competencia permanente que hace que se rompa el vínculo entre iguales", añade.

Desviarnos del camino trazado es posible

Una de las ventajas de trabajar en la cultura es que es un territorio que permite abordar la complejidad y contradicciones. Si hay tiempo, algo que actualmente no ocurre porque muchos trabajadores están ahogados por los trabajos burocráticos, se puede pensar e imaginar otras alternativas. "Pensar que se puede hacer de otra forma permite activar esta emoción positiva que es la esperanza", dice Zafra. No es fácil, porque a menudo estamos inmersos en rutinas, vamos siempre acelerados, existe la tentación de delegar cada vez más en las máquinas, y las nuevas tecnologías han favorecido que haya cierta desarticulación de los colectivos. "A veces pensamos que debemos estar siempre activos, haciendo cosas, pero en realidad estamos inmersos en un bucle y deberíamos poder desviarnos, apropiarnos de nuestro tiempo y no dejar que la tecnología y el trabajo se filtren por todas partes -afirma Zafra-. Otra forma de desviarse es compartir no tanto los éxitos como las vulnera".

Hay posibilidad de cambios, según la escritora y ensayista. Para demostrarlo, acabó la mesa redonda en el monasterio de Pedralbes con una analogía. "El feminismo ha utilizado la sororidad, la alianza entre iguales, para reivindicar y ofrecer respuestas para transformar la sociedad y salir del patriarcado. La lectura positiva es que es posible desviarnos y mejorar las cosas", concluye Zafra.

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