Inma Rubiales (Almendralejo, Extremadura, 2002) leía libros directamente en Instagram hasta que, a los 12 años, descubrió la enorme oferta de Wattpad. Primero solo leía, hasta que "al ver que la gente se atrevía a compartir sus historias" pensó: "¿Por qué yo no?" Desde el 2015 que también es autora: en su perfil hay ocho libros, cinco de los cuales se han publicado en papel en Oz, Wonderbooks y, en febrero , fichada por Planeta, publicó Hasta que nos quedemos sin estrellas, que tiene 1,8 millones de lecturas en la plataforma y este mes ha llegado a Latinoamérica. La novela explica el encuentro fortuita y el enamoramiento entre un youtuber rico esclavo de las redes y una chica pobre con varios dramas familiares. "En mis novelas rompo los estereotipos –defiende–. Ella toma la iniciativa y mantienen una relación sana. Siempre intento que los lectores se sientan reflejados, hablo de cosas que están en mi vida y, por lo tanto, en la suya. Temas como la autoestima, los miedos, la comunicación. Puedes hablar de actitudes tóxicas, pero sin romantizarlo, dejando claro que se tiene que cambiar", dice esta hija de una psicóloga. El libro se etiqueta como spicy y hay las escenas de sexo que hoy son habituales en la ficción adolescente: "Creo que antes había un tabú y ahora no", opina. Con la edad, asegura que ha evolucionado sus argumentos y piensa, más que en adolescentes, en un público young adult. También es lo que lee ella, autoras como Flor M. Salvador.
Su gran boom en Wattpad, Mi conquista tiene una lista, tiene 6,6 millones de lecturas. En Wattpad tiene 80.000 seguidores, que después se dividen en Twitter e Instagram. Hay capítulos de sus historias que pueden llegar a tener 30.000 comentarios. "Tengo un grupo de lectoras fiel que lee todo lo que escribo y, cuando cuelgo contenido nuevo, en pocos minutos tengo mil o dos mil comentarios. A las librerías también van el primer día". Rubiales tiene 20 años y, a pesar de que tiene claro que quiere ser escritora, estudia publicidad, de forma que actualiza las historias cuando puede, a veces "jugando con la expectativa". "El trabajo de un artista, hoy, es invertir la mitad del tiempo en crear y la otra mitad, o más, en publicitar el contenido e interactuar en las redes. Es muy divertido, y ver que responden ayuda a seguir y a ser constante".