La reivindicación silenciosa de Alexia Putellas
Tras superar un calvario de lesiones y un proceso de renovación que se prolongó durante meses, la capitana vuelve a ser un puntal del equipo


BarcelonaAlexia Putellas se ha reivindicado donde más le gusta hacerlo: sobre el césped. Vuelve a jugar los partidos importantes y es decisiva, como en el último enfrentamiento de la Liga F, en el que desatascó el empate sin goles del Barça en San Mamés firmando, junto al minuto 90, un magnífico gol que permitió a las azulgranas cerrar la primera vuelta del campeonato con un lleno de victorias. Lo hizo entrando desde el banquillo. En las semifinales de la Supercopa, volvió al once en el triunfo ante el Atlético de Madrid. El siguiente reto es la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid este domingo (12 h/TV3) en Butarque (Leganés). Puede ser el primer título de la temporada para las azulgranas –el 23º de Alexia con el Barça– y el estreno del casillero particular de Pere Romeu como primer entrenador.
A punto de cumplir los 31 años, la capitana está desvaneciendo las dudas sobre si podría volver al nivel que le había llevado a ganar dos Balones de Oro consecutivos antes de lesionarse gravemente en la rodilla. El calvario de Alexia empezó en un fatídico entrenamiento en Inglaterra, previo a la Eurocopa del 2022, y se prolongó durante casi dos temporadas. El curso 2022-23 estuvo desde noviembre hasta marzo sin poder jugar y no llegó ni a la decena de participaciones. La temporada siguiente tampoco pudo limpiar, y se sometió en diciembre a una artroscopia de la rodilla para conocer el motivo de las molestias que arrastraba desde noviembre. En marzo del 2024, casi 120 días después, reaparecía con gol ante la Real Sociedad.
Alexia volvía a sentirse futbolista. "Por fin puedo volver a hacer lo que más me gusta", decía entonces. La capitana iría acumulando minutos desde su regreso, pero con un rol alejado de lo que había tenido antes de la lesión grave en la rodilla. Paralelamente, había un elefante en la habitación: resolver una renovación que llevaba meses enquistada. Las intenciones diferenciadas de ambas partes en cuanto a las condiciones, un enfriamiento acentuado porque la de Mollet del Vallès acudió a una convocatoria con España sin tener el alta médica del club y las dudas en la entidad que dejaban los problemas en el rodilla –y que disgustaron a la futbolista– dilataron el proceso.
La renovación
El inicio de las negociaciones fue con Markel Zubizarreta en la dirección deportiva, pero no se resolvieron hasta un mes antes de finalizar la temporada –y cuando se agotaba su anterior contrato– y con Marc Vivés ya como sucesor de Zubizarreta . Los caminos debían seguir juntos. Alexia es un símbolo del Barça y eso no escapaba a los despachos nobles de la entidad presidida por Joan Laporta. "Solo me queda agradecer a la afición, al club ya la gente que tomó la decisión de que pudiera hacer carrera en el club de mi vida. Espero que no se quede aquí, y que sean muchos años más", aseguraba la capitana pocos días antes de firmar un acuerdo hasta 2026, con un tercer año opcional.
Alexia rechazó ofertas económicamente más suculentas provenientes del extranjero, pero satisfacía su deseo de seguir en el club. Antes de renovar, también quería saber quién sería el sustituto de Jonatan Giráldez en el banquillo, después de que el exentrenador azulgrana anunciara que se iría al Washington Spirit. Con Pere Romeu, Alexia ha recuperado el aura. "El año pasado le costó más entrar porque Giráldez ya tenía su once y le funcionaba muy bien. Y cuando las cosas funcionan, es difícil tocarlas. Este año ha empezado una nueva temporada desde el principio", explican al 'AHORA desde Sant Joan Despí.
Quienes la conocen bien niegan que haya tenido que reivindicarse por haber renovado después de las lesiones, sino que su mentalidad es la de reivindicarse cada día. "Alexia sigue siendo una reina", apuntan desde la Ciudad Deportiva. "No ha perdido el aura. Es la capitana. Es una de las futbolistas más respetadas del vestuario. En un equipo con muy buenas jugadoras, es una de las referentes por ser pionera". La capitana fue la primera futbolista esposa del equipo azulgrana –también la primera futbolista catalana–, al ganar el Balón de Oro y el The Best, un testigo que ha recogido Aitana Bonmatí.
Su rutina profesional
Pese a ser la primera en romper techos, quienes trabajan con ella día a día la definen como una "persona normal". "Quizá de puertas lejos pueda parecer una cosa, pero es una futbolista accesible. Es agradable en el trato. Tiene un gran discurso y sabe comunicarse. Sabe qué quiere decir y cómo lo quiere decir", explican desde Sant Joan Despí. De hecho, Alexia ayuda y orienta a Vicky López, una de las futbolistas jóvenes de las que se presume un futuro más prometedor y con quien comparten parte de algunos servicios de sus agencias de representación.
Tras el ostracismo que estuvo obligada a vivir por las lesiones, Alexia ha recuperado el fútbol y la sonrisa. Participa en las bromas del vestuario, aunque, como capitana, también levanta la voz cuando debe hacerlo. "Lo que más sorprende de ella es su fortaleza mental. Es muy fuerte mentalmente", explican desde la Ciudad Deportiva. Este espíritu y la profesionalidad en sus rutinas son los dos grandes baluartes por haber dejado atrás el calvario. Más allá del Barça, trabaja con el mismo equipo de profesionales desde hace más de ocho años, antes que la rutina de gimnasio fuera obligatoria en el club, que ahora se hace casi cada día de entrenamiento.
Alexia, con un fisioterapeuta y un preparador físicos personales, sigue un planing adaptado en función de los partidos, los minutos jugados y la carga de entrenamiento. Fuera del club y con un calendario tan apretado como el del Barça, trabaja, sobre todo, la compensación física y la prevención de lesiones. También sigue una dieta ajustada y, en función de las analíticas, es el club quien se encarga de la suplementación alimenticia. Alexia tiene un nutricionista personal que está coordinado con el club y, de hecho, es habitual que la capitana almuerce o coma en La Masia, aunque es opcional. También analiza mediante un anillo que le mide el descanso la calidad de su sueño, respetando un mínimo de 8 horas de descanso diario. Todo ello, para seguir siendo la reina junto a los 31 años y seguir levantando títulos con el Barça, el club que ama y le ama.