Barcelonistas acomplejados

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Xavi Hernández celebrando uno de los goles del Barça ante el Nápoles.

Es la hora de la verdad. Un momento que el barcelonismo aguardaba desde hacía muchos años. Por fin el Barça volverá a sentirse mayor, podrá rehuir el complejo de inferioridad que arrastraba desde hacía tiempo. Y, en parte, esto se debe a Xavi.

El entrenador de Terrassa no ha sido lo que algunos esperábamos. Quizá el error fue generar unas expectativas demasiado altas, situando a Xavi dentro de un universo que le era ajeno, tal y como dejó entrever a Paco Seirul·lo, voz autorizada sobre el Barça en Relevo: "Me sorprendió que Xavi fuera entrenador, porque nunca se preguntó los porqués. Pep sí se interesaba. Como Iniesta o Busquets continuamente". Sin embargo, fuera un problema de expectativas o de porqués, desde que cogió un club hundido en la miseria Xavi ha logrado tres grandes hitos. En primer lugar, la Liga de la pasada temporada. No fue el equipo brillante que todo el mundo imaginaba, sino un blog compacto y solidario, pero Xavi demostró a una entidad tocada emocionalmente que podía volver a ganar. En segundo lugar, volver a cuartos de final de la Champions es casi un imperativo que el Barça no lograba desde hacía demasiado tiempo. El club ahora es donde le corresponde. Y, en último lugar, y probablemente lo más crucial de todo: la apuesta por los jóvenes talentos de La Masia. Creer de forma sostenida. Hacerles crecer en un momento delicado para la institución. Éste es el mejor legado de Xavi. Seguramente, estos futbolistas imberbas son tan buenos que habrían derribado la pared del primer equipo igualmente, pero Xavi fue valiente para ponerlos jóvenes, cuando muchos técnicos habrían priorizado la experiencia. Si el día de mañana el Barça recupera la grandeza será, en parte, porque Xavi habrá puesto los cimientos.

Ahora bien, los méritos de Xavi a nivel de resultados tampoco podemos magnificarlos. Los resultados han ido por delante del juego siempre. Y aunque han permitido recuperar el lugar del que el club nunca debería haberse marchado, no son un milagro. Pongámoslo todo en la medida correcta. Fruto de la inmediatez, de escribir y de hablar demasiado a menudo desde el estómago, en la prensa tendemos a hacer sentencias inmortales siempre: encaramamos y aniquilamos héroes cada día. El Barça sigue teniendo una plantilla competitiva, con jugadores carísimos; la inversión global de los últimos años no ha sido menor. Superar al PSG de Luis Enrique en la eliminatoria de cuartos sí supondrá un paso adelante. Es la prueba de fuego de Xavi. Y, que conste, ésta, como todas, es una simple opinión más. Xavi, el poder en general, no puede temer a las opiniones, sino a la información.

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